Laura V. Mor, corresponsalía Resumen Latinoamericano en Cuba.

Fuente: Cuba en Resumen

“Entrego mi poder al constituyente originario” enunció Maduro, pero aunque la frase dice mucho, poco se sabe sobre sus implicancias. Por ello, el Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” (ISRI) ofreció en sus instalaciones de la capital cubana, una conferencia donde se abordó la situación actual en Venezuela, manipulada por los grandes medios de comunicación, y el proceso constituyente iniciado por el Presidente Nicolás Maduro el pasado 1 de mayo (1), al convocar –haciendo uso de sus prerrogativas y las atribuciones que le otorga la Carta Magna (2)- a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

Los disertantes fueron el Embajador de la República Bolivariana de Venezuela, Dr. Alí Rodríguez Araque, y el reconocido abogado constitucionalista venezolano, Dr. Hermann Escarrá.

La escalada abismal de la violencia política de la derecha local, alimentada por la derecha transnacional, es tan sólo uno de los pasos en el intento de provocar un caos sistémico en el país y obligar a su legítimo Presidente a dejar el poder, legal y soberanamente constituido. En los últimos días, enmarcados en una guerra no convencional, sesenta ha sido el saldo de muertos en manos de estas turbas opositoras, así como la destrucción de cuantiosos bienes materiales vitales para los ciudadanos, por ejemplo, el incendio de más de cincuenta ómnibus de transporte público urbano.

La agenda política dictada por el Departamento de Estado de Estados Unidos a la oligarquía venezolana, parece no tener fin aún, pero sí objetivos claros: aniquilar el gobierno de Nicolás Maduro y con él a la Revolución Bolivariana.

De la mano de los llamados “golpes blandos” (3) y la desestabilización interna por medio de una feroz campaña mediática internacional y una guerra económica despiadada -sin olvidar la táctica de condenas al país en organismos internacionales como la OEA-, se busca una restauración conservadora que ponga marcha atrás a los logros sociales y económicos de los últimos 17 años, bajo la fachada de ingobernabilidad.

El mismo escenario implantado en Ucrania en 2014, el mismo manual de acción golpista, la misma planificación estructurada para desestabilizar un país y con él, a la región.

“La crisis venezolana no sólo va a afectar a Venezuela, sino a todo el continente”, alertaba Rodríguez Araque, en un llamado a la reflexión urgente y necesaria a los líderes latinoamericanos.

Ganar la paz, ampliar y perfeccionar el sistema económico, constitucionalizar las Misiones creadas por la Revolución Bolivariana (como por ejemplo, la Misión Vivienda, que recientemente ha entregado la vivienda 1.615.380 (5) terminada), reorganizar el funcionamiento de la seguridad interior, nuevas formas de democracia participativa y defender la soberanía en contra del intervencionismo, son algunos de los ejes sobre los que deberán debatir los delegados constituyentes.

Los más de 500 miembros constituyentes serán electos por voto popular directo, universal y secreto, y tendrán representación de los distintos sectores sociales y las circunscripciones municipales con las que cuenta el país. Trabajadores, campesinos y pescadores, estudiantes, personas con alguna discapacidad, pueblos originarios, pensionados, empresarios y comunas y consejos comunales son los ocho sectores de la sociedad que se ven reflejados en el decreto presidencial que convoca a la ANC; abriendo el abanico del juego democrático para lograr una paz duradera. Tal es así que por ejemplo, siguiendo lo establecido por la Constitución Nacional (3), se reconocen las tradiciones ancestrales de los pueblos originarios, al habilitar la elección de sus representantes de acuerdo a lo consuetudinariamente arraigado en su cultura política.

Vale destacar que no podrán ser impedidas las decisiones de esta Asamblea por ninguno de los poderes constituidos –incluso desde el Poder Ejecutivo-, ya que, como bien enfatizara Maduro, en ella “reside el poder originario del pueblo”; por tanto, es el máximo órgano de la República cuando se encuentra en funciones.

No se trata de un acto autoritario de un Presidente, tal como es el estado de opinión que intenta generar la oposición. Una Constituyente, según la propia Carta Magna venezolana de 1999, puede ser convocada por ejemplo, por el 15% del cuerpo electoral, los dos tercios de la Asamblea Nacional y también, por el Poder Ejecutivo.

Venezuela, como explicara Escarrá, cuenta en su historia con 27 constituciones, 16 Asambleas Constituyentes, 12 reformas constitucionales, 2 enmiendas y 1 proceso de reforma general no concluido; lo que deja entrever –según sus propias palabras- “grandes contradicciones desde el origen”, acrecentadas hoy, por agentes externos.

No se trata de emanar una nueva Constitución para el país, sino de ampliar la ya existente; dando “rango constitucional a las formas de gestión de gobierno actuales”, aclaró en su disertación el experimentado constitucionalista; a modo de contrarrestar las campañas de desinformación internacionales.

Desde junio del año pasado el gobierno bolivariano intentó sin éxito lograr un diálogo certero con la oposición. UNASUR, los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Martín Torrijos y Leonel Fernández y representantes del Vaticano acompañaron internacionalmente. Si bien en el mes de noviembre oficialismo y oposición acordaron un documento de convivencia y un camino para la normalización de relaciones entre las instituciones del Estado; aunque, a la evidencia de los hechos, no fue respetado por la oposición fascista venezolana.

Ante ello, Maduro tomó –siguiendo sus propias palabras- “responsable de la paz de la República”– la decisión de convocar a la Asamblea Constituyente, como una salida democrática y constitucional a un grave problema político que es necesario dirimir por el bien de todo el pueblo.

La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), autora material de múltiples atentados contra la seguridad del país y sus ciudadanos -que continúa negándose al diálogo propiciado por el gobierno- promueve el caos interno, aunque en los discursos se intente mostrar lo contrario. Por diversos medios hegemónicos de comunicación hemos visto sus pedidos en pos de una Asamblea Constituyente. Hoy, con una en marcha, se niegan a ser parte y no asisten a la amplia convocatoria.

La Revolución Bolivariana se encuentra ante la coyuntura más compleja de su historia, donde la agudización de la lucha de clases se hace evidente. Una guerra económica sin cese durante los dos últimos años ha intentado provocar un estallido social que derroque al poder constituido sin lograrlo, aunque provocó una derrota en las últimas elecciones parlamentarias.

El clima de terror y violencia instaurado y financiado desde el exterior, ahuyenta las inversiones y deteriora el desarrollo económico del país; pues como es de esperar, un complejo marco de guerra económica no es el mejor escenario para decidir invertir.

Así es el escenario actual en Venezuela, donde la derecha pretende volver a la Patria de Bolívar, el “patio trasero” del Imperio, batallando por la intervención externa, aún a costa de la vida de miles de inocentes. Preparar el escenario para el nuevo modelo económico, donde la sustitución de importaciones sea protagonista, aumentar el estado de bienestar social, potenciar el sistema de justicia maximizando la democracia participativa en un mundo pluripolar, es la gran tarea que tendrá por delante la ACN.

La Constituyente se transforma entonces, en una alternativa pacífica ante la política terrorista de la oligarquía transnacional. El pueblo venezolano, depositario de la soberanía, tiene la última palabra.

Notas:

  1. Decreto presentado ante la Cámara Nacional Electoral (CNE) el 2 de mayo de 2017.
  2. Artículos 347 y 348 de la Constitución de la República Bolivariana.
  3. Sharp, Gene (2013). “De la dictadura a la democracia. Un sistema conceptual para la liberación”. Estados Unidos: The Albert Einstein Institution. Disponible en http://www.aeinstein.org/.
  4. Artículos 119 y 125 de la Constitución de la República Bolivariana.
  5. Información de total de viviendas a nivel país entregadas al 19 de mayo de 2017. Fuente: entodonoticias.com

Por REDH-Cuba

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