Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos
No se puede hablar de Derechos Humanos mientras persista el bloqueo genocida contra Cuba.
Rafael Alberti

Al mismo tiempo que el Presidente Trump anunciaba su política hacia Cuba, derogando de manera flagrante los avances logrados desde el 17 de diciembre de 2014 entre ambos países para el restablecimiento de relaciones normales, en la ciudad de Minnesota, una madre norteamericana clamaba justicia ante una Corte por el asesinato de su hijo Philando Castile.

Mientras Trump condenaba a Cuba por supuestas violaciones a los derechos humanos, aplaudido por quienes han financiado el terrorismo contra Cuba y firmaba una orden ejecutiva para recrudecer el bloqueo y prohibir a los ciudadanos norteamericanos viajar a la isla, una Corte de Minnesota absolvía de cargos a quien asesinó al joven afroamericano Philando Castile.

Castile fue asesinado en su automóvil con su cinturón de seguridad puesto, un policía hizo detener su auto sin otra razón que la del color de su piel. El oficial disparó a Castile cinco veces a quemarropa mientras su novia, con su bebé en el asiento trasero, grabó en vivo la atroz escena que se convirtió en viral ante un mundo horrorizado. Hechos como este, tristemente cotidianos en EE.UU, jamás han ocurrido en Cuba en 58 años.

En su discurso, el Presidente que avergüenza a la humanidad y a un importante sector de la población norteamericana, intentó devolver los favores a un sector, cada vez más diminuto de anti-cubanos ultraderechistas.
Trump acusó a Cuba de «diseminar violencia e inestabilidad». En aras de justificar el aumento de las restricciones de viajes de estadounidenses a Cuba y recrudecer el bloqueo, que tanto daño ha causado al pueblo cubano, pretende eliminar cualquier trato comercial con empresas estatales administradas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas.

La declaración y el tono teatral de hostilidad, supera los tiempos de confrontación de Bush. Vienen del Presidente de un país cuyo interés imperial amenaza de manera permanente con desestabilizar al mundo, posee la mayor industria armamentista y cientos de Bases Militares en territorios de más de 90 países. Una de ellas ocupa ilegalmente parte de la Bahía de Guantánamo desde hace más de un siglo y se ha convertido, también para vergüenza de la humanidad, en campo de concentración donde se tortura y elimina impunemente a los prisioneros.

Lo que Cuba «disemina» alrededor del mundo ha sido siempre dignidad y la más alta solidaridad humana, llevada a los lugares más lejanos del mundo a través de sus Brigadas Médicas y Educativas.

El voto abrumador, año tras año en la ONU, avalando la Resolución para poner fin al Bloqueo Económico, Comercial y Financiero de Estados Unidos a Cuba, es una clara indicación del apoyo de todo el mundo, que demanda el fin de la injustificada y brutal agresión al pueblo cubano ejercida por EE.UU desde febrero de 1962.

Como era de esperar la respuesta cubana a la retórica de Trump fue clara, respetuosa, digna y soberana, como siempre ha respondido la Revolución: «El Gobierno de Cuba rechaza la manipulación con fines políticos y el doble rasero en el tratamiento del tema de los derechos humanos. El pueblo cubano disfruta de derechos y libertades fundamentales, y exhibe logros de los que se siente orgulloso y que son una quimera para muchos países del mundo, incluyendo a los propios Estados Unidos, como el derecho a la salud, la educación, la seguridad social, el salario igual por trabajo igual, los derechos de los niños, y el derecho a la alimentación, la paz y al desarrollo. Con sus modestos recursos, Cuba ha contribuido también a la mejoría de los derechos humanos en muchos lugares del mundo, a pesar de las limitaciones que le impone su condición de país bloqueado.»

La opinión pública estadounidense y los emigrados cubanos, apoyan en su mayoría el levantamiento del bloqueo, la libertad de viajar a la isla y la normalización de las relaciones entre ambos países. Esta mayoría no permanecerá indiferente ante el intento de Trump de regresar al pasado con una política fracasada, repudiada por el pueblo cubano y el mundo por más de medio siglo.

El Movimiento de Solidaridad con Cuba del que somos parte, siente verdadero orgullo y se honra así mismo con la defensa de la Revolución cubana. Ante esta nueva agresión, rechazamos las declaraciones imperiales de Trump, renovamos nuestra solidaridad ante el pueblo y gobierno cubano y elevamos nuestro compromiso de luchar sin tregua por el fin del bloqueo genocida, la devolución de Guantánamo y el derecho soberano del pueblo cubano a decidir su destino y su autodeterminación.

Insistimos -mucho más ahora- en la necesidad de realizar acciones en cada uno de nuestros países los días 17 de cada mes, para denunciar el bloqueo y difundir los enormes logros en materia de derechos humanos, alcanzados por la Revolución cubana.

Volver a la movilización en las calles, convocar a nuestros parlamentarios, organizaciones y movimientos sociales en rechazo a la política retrógrada del gobierno de Estados Unidos a Cuba.

Ante la hostilidad de Trump: Mayor Solidaridad con Cuba y lucha sin cuartel contra el bloqueo.

El Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos junto a otras organizaciones de solidaridad, ha comenzado a organizar la Tercera Jornada contra el Bloqueo a Cuba en Washington DC, del 11 al 16 de septiembre. Durante la Jornada se presentará los importantes avances de Cuba en el campo de la medicina y la salud. Organizaciones de ese sector, sindicatos, profesores y estudiantes de Escuelas de Medicina en el área de Washington, han demostrado gran interés en la organización de eventos y encuentros con los profesionales cubanos.
El propósito de la Jornada es crear conciencia sobre el impacto del bloqueo estadounidense en la salud del pueblo cubano, así como en personas dentro de EE.UU a quienes se les niega el acceso a los avances logrados por Cuba.
Hemos invitado a tres profesionales cubanos de la salud para compartir su valiosa experiencia en Washington. Dos de ellos estuvieron en la primera fila en la lucha contra el Ébola en África Occidental, el tercero es una figura destacada en oncología pediátrica en la Habana.

Las actividades en Washington DC del 11 al 16 de septiembre incluyen:
  • Visitas al Capitolio dirigidas a congresistas y senadores en cuyas ciudades existe una alta incidencia de personas afectadas por diabetes, cáncer, etc.
  • Reunión con miembros del Congreso y profesionales cubanos
  • Eventos en Escuelas de Medicina con estudiantes y profesores.
  • Reuniones con profesionales de la salud en instituciones de salud de EEUU
  • Evento solidario de clausura de la Jornada.
Necesitamos la ayuda de todos para que la Tercera Jornada contra el Bloqueo sea exitosa.
  • Difundan en sus países esta Jornada que no es solo del Comité Internacional sino de todos los que amamos a la Revolución cubana.
  • Si vive dentro de EE.UU auspicie y participe en la III Jornada en Washington.

Por REDH-Cuba

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