Fuente: Amig@s de Mumia, México

Un poderoso diputado político les pidió un favor a varias mujeres de su personal. “Chicas, ¿no les interesa tener un bebé mío? No se preocupen. Estoy dispuesto a pagar”.

En un tiempo cuando el acoso sexual, abuso y ataques contra mujeres son habituales, esto suena como una mala película de ciencia ficción. ¿Es la vida real? Uno se pregunta.

A mí me hace pensar en la futurista novela feminista, El cuento de la criada (The Handmaid’s Tale), por Margaret Atwood, en la cual los hombres de dinero y poder crean una teocracia conservadora donde enseñan y obligan a las mujeres de baja condición social a servir a la clase adinerada, al grado de parirles hijas e hijos sobre quienes no pueden reclamar ningún derecho.

Ésta fue, por cierto, la verdadera condición oculta de ‘América’ en sus principios, cuando las mujeres africanas fueron violadas al antojo de sus dueños, quienes vendían a sus hijos con fines de lucro.

El político que les hizo proposiciones sexuales a sus empleadas es el diputado del Partido Republicano, Trent Franks, de Arizona, Distrito Ocho, un conservador bien conocido por promover “los valores familiares”. Este tipo les ofreció a sus empleadas cinco millones de dólares para vender sus úteros. ¡Vaya! ¡Que valores! ¿no?

Ah, y no quería usar la fecundación in vitro. Él quería “hacerlo” de la manera tradicional. Ya saben, con el sexo.

Aunque ha renunciado a su cargo, ¿no deja en claro la manera en que los legisladores ven a la gente regular? A mí me parece que sí.

Los cuerpos de las mujeres se consideran bajo la lógica del capitalismo, como mercancía que se compra y se vende. ¿Esto no explica las fantásticas ganancias que se pueden obtener en la industria porno?

Esa lógica nos llevó la carnicería y los horrores de la esclavitud, cuando las mujeres negras fueron compradas y vendidas como ganado.

Y más de un siglo después, el precio ha subido.

Supongo que esto es el progreso.

Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.

Por REDH-Cuba

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