El próximo 24 de enero, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tendrá que enfrentarse a un juicio por acusaciones que según el político son “un invento” contra su persona y que podría inhabilitarle su candidatura presidencial.
Lula intervino en un acto de solidaridad y apoyo celebrado en el barrio residencial de Leblon, en esta ciudad, que contó con la participación de la presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffman, y de numerosos intelectuales y artistas próximos a esa entidad política.
El exmandatario pidió que no se tomaran decisiones para condenar a una inocente víctima de un proceso que intenta evitar su vuelta a la actividad política y su candidatura a las elecciones presidenciales del próximo octubre.
Entendieron que en el campo de la política era muy difícil derrotarme. Lo intentan ahora con un crimen inexistente porque es la única forma posible de evitar que Lula volviera, destacó.
Ato com artistas e intelectuais no Rio de Janeiro.
Foto: Ricardo Stuckert pic.twitter.com/OvqyUGnMwf
— Lula pelo Brasil (@LulapeloBrasil) 17 de enero de 2018
Un tribunal de segunda instancia tendrá que decidir si ratifica o no la condena a nueve años y medio de prisión que le impusieron por corrupción pasiva y lavado de dinero en un caso relacionado con la trama destapada en la petrolera estatal Petrobras.
Lula, que ejerció como mandatario entre 2003 y 2010, reiteró su deseo de volver a competir por la presidencia porque “la solución de este país es otra vez incluir a los pobres. Eso es lo que incomoda y quiero incomodar”, enfatizó.
En ese sentido destacó que estaba de regreso y seguía siendo el “Lula de paz y amor, pero tienen que saber que mi voluntad de pelear es la misma que la de ser candidato”, agregó.
De 72 años, el ex líder del PT marcha a la vanguardia de las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales de octubre y es, por ahora, el único aspirante con posibilidades con el que cuenta el PT.
Para el integrante del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre y quien fungiera como coordinador-ejecutivo del V Foro SocialMundial, Jeferson Miola, la condena sin pruebas del expresidente, en un proceso que restringió el derecho de defensa, es un atentado contra la democracia y el Estado de derecho.
Miola subrayó que la aberrante censura no será suficiente para cazar la candidatura de Lula. “Será un largo trayecto de discusión y disputa jurídica hasta la elección de octubre. En las calles, con el pueblo en resistencia democrática, es que Lula verá restaurado su derecho civil y político”.
Más temprano que tarde la verdad vendrá a la luz y el fraude de ese juicio será revelado, y entonces los canallas togados y uniformados no quedarán impunes. “Procesar y juzgar a aquellos que atenten contra el Estado de Derecho es una obligación republicana y democrática”, afirmó.