Al actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puede estar a punto del retiro hasta de la Casa Blanca después de hacerlo de relevantes acuerdos y organizaciones internacionales a favor de la paz, del desarrollo de la humanidad y de la preservación de nuestro planeta tierra.
El magnate devenido en “emperador” de Washington anunció esta semana que su país abandonará el Pacto Nuclear logrado por las grandes potencias occidentales con Irán, en 2015, determinación que pone en riesgo aun más el desencadenamiento de una eventual guerra de exterminio masivo a nivel global.
Trump adoptó esa peligrosa decisión sin ni siquiera escuchar a sus históricos y obedientes aliados europeos firmantes del arreglo con Teherán, los cuales otra vez se han visto descolocados y pisoteados por la Casa Blanca.
En ese sentido, la canciller alemana, Angela Merkel, reconoció que «ya no podemos confiar en que EEUU nos proteja. Europa debe tomar su destino en sus propias manos, es nuestro desafío para el futuro».
Pero esa no es la primera retirada del gobernante norteamericano. El pasado año hizo lo mismo de los Acuerdos de Paris sobre el Cambio Climático suscritos en la capital francesa por 195 naciones, luego de complejas y prolongadas negociaciones.
Asimismo actuó cuando igual en 2017 determinó abandonar la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), una entidad que promueve el desarrollo social de todos los pueblos del mundo.
Tales disposiciones de Trump han sido fuertemente criticadas por la comunidad internacional, que observa con notoria preocupación hasta dónde pretende llevar a su país, y el peligro que representan sus perversas actuaciones.
Analistas coinciden en que del presidente estadounidense se puede esperar cualquier cosa, incluso hasta una eventual salida de la ONU, si ello favorece su enfermiza adicción al dinero, a las armas y a querer convertirse en el dueño de la tierra, y de todos los planetas que él considere necesarios.
Sin embargo, los mismos expertos son de la opinión que la conducta de Trump obedece a una desenfrenada desesperación suya y de los círculos de poder norteamericanos ante el evidente y cada vez mayor empuje de potencias como Rusia y China, y otras emergentes como Irán, que hoy ponen en tela de juicio el hegemonismo unipolar.
Moscú y Beijing ya han hecho saber y demostrado en múltiples ocasiones que el dominio de Washington está en caída libre, y que Trump puede terminar retirado de la Casa Blanca, si con futuras decisiones erróneas continúa aislando a EEUU del mundo.