El principio sobre el que se erigiría EEUU es el llamado “Destino Manifiesto”, con el que los colonos llegados al Norte de América se atribuían el derecho “otorgado” por Dios para expulsar a sus habitantes, ocupar sus tierras y extenderse sin límitaciones. El “América para los americanos” es la versión más moderna de aquel dictado, y la dichosa frase que pronunció Monroe ha servido para justificar los crímenes de la élite imperial estadounidense hasta hoy por todo el Norte y el Sur del continente. No hablamos aquí de la justificación que su ejército de opinión repite y normaliza para atacar al resto del mundo.
El doblador de Monroe, M. Rubio, es el cabecilla de la reacción antiliberadora latinoamericana en nuestro tiempo, sus objetivos son claros: Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia… ; Rubio forma parte de los bandidos de Monroe, es una especie de teniente chusquero que quiere hacerse pasar por conquistador de corazones puros, pero es tan burdo que le saltan continuamente las vergüenzas, y eso que su ejército de comunicación se las va cubriendo una y otra vez, o reducen al ridículo el suceso, o hacen un silencio escandaloso, o le celebran sus interpretaciones ultraderechistas como si hubiese descubierto una “democracia” del imperialismo ¿?, “democracia” que, como si formase parte de ella o ahora se llamase así, “democracia”, al intervencionismo, al injerencismo, en cualquiera de sus niveles. El doblador de Monroe es seguido allí donde va por la tropa para-informativa que intentará normalizar sus barbaridades, evitando siempre exponer el origen de su ansia ultraderechista. Las prácticas de Rubio, sus intereses, su ideología quedan bajo el mando y el manto multinacional, que le va presentando poco a poco como una aparición cuasi milagrosa, una necesidad urgente como la lluvia tras una sequía prolongada, forma reaccionaria que pasa por encima de la voluntad de los pueblos, y que no es en absoluto nueva. Hemos aprendido, ya comemos con corteza, han sido tantos los mercenarios como él conocidos. Rubio es, un propagador del viejo, agrio y putrefacto ideario colonialista, racista y expansionista que cobra descarnadamente por perseguir cualquier mejora social, en EEUU y fuera de EEUU.
Los escribientes que lleva de tropa, atrincherados en sus medios para allanarle el camino se encargan de hacer niebla para cambiar la Historia, el contenido de los conceptos Humanidad, Bien Común, Justicia, Libertad, Independencia, … recortan de los acontecimientos aquello que ponga la luz sobre el retorcido ideario de Rubio para que pueda continuar propiciando y alimentando de la manera más impune las guerras económicas, los magnicidios, las invasiones, los golpes de Estado, los bloqueos, las presiones políticas y las diversas maniobras de empobrecimiento con las que generar hambrunas, lo que sea necesario para doblegar a los pueblos libres de América.
No es un cualquiera, M. Rubio podría llamarse “el bien pagado”, cobra de los fabricantes de armas, del Senado estadounidense, le financia Adelson, el multimillonario sionazi dedicado a los casinos y los paraísos fiscales, hasta le saca dinero al Partido Republicano, denunciado por éste, por hacer uso de su tarjeta partidista para pagarse asuntos personales, pero además, ha sido expuesto con documentación pertinente que tiene donantes secretos/anónimos que aportaron a su campaña electoral 22 millones de dólares mediante una tapadera de nombre Conservative Solutions Project, organización que declara no tener empleados ni voluntarios, eso es a lo que se llama dinero negro, dinero procedente de “algo” ilegal, impresentable. Todo un personaje de poco fiar desde la calderilla hasta lo más obscuro. ¡Y si sólo fuese eso!
Pero Rubio siguiendo el proyecto imperial culebrea para hacer que la ley internacional sea la ley del imperio. ¿Qué quiere decir eso?: quiere decir que para la consecución del objetivo imperial, la práctica que promueve el doblador de Monroe es violenta, y cuando se refiere a los pueblos que no se someten al régimen estadounidense dice por todos sus medios que no hay, no habrá, convivencia internacional, habrá dictadura imperial. Rubio es violencia y la paz la cuestiona prometiendo la violencia. El extremismo es la política del imperio en expansión … y hoy en regresión. El mismo proceder a lo largo de la Historia siempre ha tenido los mismos resultados, que en estos momentos cuentan con 70 millones de refugiados, la gran mayoría ocultados por el manto extendido por sus tropas periodísticas. Decía el filósofo Platón: “La peor forma de justicia es la justicia simulada”.
Desde el 14 de febrero, tras la matanza en un instituto de Parkland (Florida) con el resultado de 17 alumnos asesinados y otro buen número de heridos, se vienen sucediendo en EEUU las manifestaciones de miles de personas contra la venta de armas, de cuyo negocio hace propaganda de manera destacada M. Rubio, vinculado a la Asociación Nacional del Rifle (NRA). Por su acción de propaganda a favor de la posesión de armas como un producto más de consumo, cobra más de 3.300.000 dólares. La Asociación Nacional del Rifle fue declarada por la revista Fortune en 1.999 uno de los tres principales grupos de presión en EEUU, que además tiene un gran número de ramas y organizaciones que se dedican a captar, mediante dinero en cantidad, a personajes como Rubio que están enganchados a las tripas del régimen de ese Estado militar-industrial-financiero y los lobbys, esos otros medios de influencia.
La Asociación Nacional del Rifle, uno de los tres principales medios mencionados, es además una de las organizaciones que más dinero dio al Partido Republicano para la campaña electoral de Trump. En esa Asociación, Rubio cuenta con la calificación más alta la A+, la misma que tiene el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, otro ultraderechista, enemigo de la Seguridad Social, amigo de reducir y eliminar impuestos a los ricos, y que niega cualquier apoyo a la clase más humilde estadounidense, éste otro personaje es calificado abiertamente de oportunista y estafador. Ese conglomerado de ideas, unidas dan como resultado frases como las que ha dicho refiriéndose a Venezuela: “Hoy es el principio de su fin”; “No hay salida electoral”; “Deben considerarse todas las opciones políticas”; … Siempre agitando para la intervención militar, que sus para-periodistas la difunden llamando al acto criminal “intervención humanitaria”.
En esa misma línea encontramos un encuentro aclarador sobre la violencia en Nicaragua, observen el dato: Rubio ha recibido a un grupo ultraderechista que ha provocado la violencia en el país Centro Americano causando más de un centenar de muertos y un sin número de heridos, que además ha destruido hospitales, colegios, viviendas, todo ello público, e instituciones oficiales. Con ese grupo nazi se ha fotografiado, se ha reunido en secreto, y ¿de qué puede hablar un ultraderechista que hace propaganda de la venta de armas y que promueve las guerras?
Parece que su origen latino le ha facilitado su promoción entre los contrarrevolucionarios de América Central, el Caribe y Sudamérica, y como continuación o contribución a su trato con Adelson, el «sionazi» de paraísos fiscales y casinos, ha declarado su apoyo a Macri, ese presidente con parentesco político con el sionismo que ha empobrecido a la Argentina y la ha entregado al FMI, el organismo imperial de la economía, con la intención de encerrar al país en una prisión de la que no pueda escapar aunque pierda las próximas elecciones. Pues sí, Rubio, el capo estadounidense de lengua castellana ha declarado que Macri es un “líder” macro “eficiente”; el ultracapitalismo se frota las manos cuando puede robar el dinero de las clases trabajadoras, salarios, ahorros, seguros sociales, bienes públicos, ese fondo común de los bolsillos humildes. ¿Y su relación con Adelson, qué tiene que ver aquí?: esta es la parte sionazi más clara de todo lo anterior: la causa AMIA, que quiere desenterrar para lavar la cara de Israel. La investigación del caso AMIA si algo demostró fue los vínculos de los servicios secretos israelíes con el atentado a un centro israelí en Buenos Aires, un autoatentado o atentado con bandera falsa que buscaba implicar a Irán, y les falló, y ahora en el gobierno y desde sus espaldas, uno y otro buscan seguir con la campaña sionista para justificar la guerra contra ese país que no se somete al imperio estadounidense-israelí en Oriente Medio. Para todo esto el agente Rubio, el doblador de Monroe, declaró dos cosas al llegar a Buenos Aires, la primera: que sus servicios secretos tenían “pruebas” sobre el atentado de AMIA, cosa que ni sus servidores ni él han aportado en todos los años transcurridos; y la segunda: que quiere hacer negocios en Argentina, ¿serán negocios de armas?
Por si ofreciese alguna duda su hacer y su decir ha conseguido una nota de prensa que pone luz a su figura, luz que rápidamente han intentado tapar sus escribas: “Marco Rubio promovió ante el Congreso la suspensión del aporte de 6 millones de dólares por parte de EEUU a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).” El mismísimo New York Times ha declarado a Rubio “aliado de la corrupción”. En su afán desmedido de protagonismo como ultra se ha reunido con Jimmy Morales, presidente de Guatemala, otro personaje sionista al que reprobó su propio Parlamento por acordar en contra de su propio ordenamiento y del ordenamiento internacional, trasladar su embajada a Jerusalén ocupada, para apoyar los planes ilegales de ocupación de Palestina.
Un último apunte sobre éste figurante doblador de James Monroe, “América para los americanos”, hace referencia a Cuba. Si los terroristas y mafiosos de Miami le dieron sus votos en las elecciones, esos han resultado insuficientes para optar a ser candidato presidencial del PR, y ahora vuelve con nuevos fueros ha decir que los “ataques sónicos (a los diplomáticos-espías estadounidenses en Cuba) son un hecho documentado”, volvemos otra vez a ver que no sólo no tiene pruebas, sino que acusa en contra de todas las pruebas documentadas por expertos estadounidenses, internacionales y cubanos. El propagandista de las armas y las intervenciones armadas ataca sin demostrar nada. Como enano del circo de Trump repite su voz en el intento de romper las relaciones que había establecido Obama con Cuba después de reconocer el fracaso del bloqueo ilegal a la isla.
El Rubio es un personaje que merece alguna atención más.