Dentro de un viejo almacén en el sur de Texas, cientos de niños esperan en una especie de jaulas creadas con vallas de metal. Una de ellas encierra hasta unos 20 menores. A su alrededor, hay botellas de agua, bolsas de patatas fritas y mantas aislantes.

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos permitió el domingo a un grupo de periodistas visitar brevemente las instalaciones donde retiene a las familias de inmigrantes tras cruzar la frontera de Estados Unidos con México,como respuesta a las críticas y protestas que la política de “tolerancia cero” de la administración Trump y la consiguiente separación de las familias ha provocado en todo el país.

Más de mil 100 personas se encontraban dentro de esta instalación grande y oscura que se divide en alas separadas para niños no acompañados, adultos solos y madres y padres con niños. Las jaulas en cada ala se abren en áreas comunes para usar baños portátiles. La iluminación del techo en el almacén permanece encendida todo el día.

La Patrulla Fronteriza informó que cerca de 200 personas dentro de la instalación eran menores sin compañía de un padre. Otras 500 eran “unidades familiares”, padres e hijos. Estos menores son enviados a albergues o centros de acogida mientras los adultos enfrentan cargos judiciales; aunque muchas familias inmigrantes denuncian que la reagrupación posterior es casi imposible debido a la falta de registro.

Según cifras ofrecidas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) el 15 de junio, el gobierno estadounidense ha apartado casi dos mil niños de sus padres desde finales del mes de abril, después de que el Fiscal General de EE.UU., Jeff Sessions, anunciara una política que incluye redadas masivas o la imputación de cargos penales a todos los inmigrantes capturados, entre otras medidas, además de la separación de familias.

El objetivo es disuadir a los inmigrantes a cruzar la frontera, pero grupos eclesiales, defensores de los derechos humanos y legisladores demócratas han criticado duramente la política, calificándola de inhumana.

La Administración Trump se sacude la responsabilidad y atribuye falsamente la práctica a una ley de la era Obama, durante la que en circunstancias extremas también se separaba familias. La primera dama Melania Trump pidió ayer a los legisladores que se pongan de acuerdo en el Congreso para cambiar una situación que “odia” mientras que el presidente Donald Trump culpó directamente a los demócratas de la política.

Pero legisladores demócratas, entre otros, señalaron que ninguna ley ordena la separación de niños y padres en la frontera con México.

Solicitantes de asilo son retenidos por las patrullas fronterizas cerca de McAllen, Texas Foto: AFP

Se han difundido historias de niños que fueron arrancados de los brazos de sus padres y madres que no pudieron saber adónde habían sido llevados sus hijos. Un grupo de legisladores del Congreso visitó la misma instalación el domingo.

“Lo que estamos haciendo como país está causando un daño enorme estos niños y sus padres, cuando es totalmente innecesario mientras están esperando por su audiencia para obtener asilo”, denunció el senador demócrata por Oregon, Jeff Merkley.

“Esos niños que han sido separados de sus padres ya están traumatizados”, añadió Merkley, al que se le negó la entrada a principios de este mes a un albergue para niños.

“Acabamos de hablar con una madre. Su hija ha sido separado de ella en ese centro de procesamiento. Ha sido encausada por entrada ilegal bajo la nueva política y han sido separadas deliberadamente”, dijo el senador del estado de Maryland, Chris Van Hollen.

Merkley insistió en que se calcula que, además de esos dos mil niños separados de sus padres en las primeras seis semanas de esta política, se calcula que otros mil niños han sido separados de sus familias desde entonces.

“Lo que estamos haciendo como país está causando un daño enorme estos niños y sus padres, cuando es totalmente innecesario mientras están esperando por su audiencia para obtener asilo”, aseveró Merkley ante la prensa.

Una activista que pasó varias horas en la instalación el viernes dijo que estaba profundamente preocupada por lo que encontró. Michelle Brane, directora de derechos de los migrantes en la Comisión de Mujeres Refugiadas, se encontró con una niña de 16 años que había estado cuidando a una bebé durante tres días. La adolescente y otros en su jaula estimaron que la niña tenía dos años. “Tuve que enseñar a otros niños de la celda a cambiarle el pañal”, explicó Brane.

La activista contó que hizo falta que un abogado comenzara a hacer preguntas para que los agentes encontraran a la tía de la niña y las reuniera. Resultó que la niña en realidad tenía cuatro años. Parte del problema era que no hablaba español sino k’iche, un idioma indígena de Guatemala.

“El gobierno está literalmente alejando a los niños de sus padres y dejándolos en condiciones inapropiadas”, denunció Brane. “Si unos padres dejaran a un niño en una jaula sin supervisión con otros niños de cinco años, se los haría responsables”.

El gobierno tiene previsto abrir un refugio temporal en el puerto de entrada de Tornillo del sector oeste en la frontera tejana para niños no acompañados con capacidad para 360 personas.

Una niña de dos años llora mientras su madre es detenida en la frontera de los EEUU-México. Foto: AFP

La administración Trump permitió la semana pasada que un grupo de periodistas accediera al interior de otro centro de detención, donde se encuentran mil 469 niños, de edades comprendidas entre 10 y 17 años, repartidos en 313 habitaciones sin o techos, puesto que se trata de un antiguo almacén de la cadena de supermercados Wallmart.

Las instalaciones están decoradas con murales que incluyen uno en el que aparece Donald Trump con una cita escrita tanto en inglés como en español, en la que, paradójicamente, se puede leer: “A veces, al perder una batalla, encuentras una nueva forma de ganar la guerra”.

La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, afirmó este lunes que el Gobierno no pedirá “disculpas” al asegurar que “las acciones ilegales tienen consecuencias”, ante la polémica desatada por la separación de menores de sus familias tras cruzar ilegalmente la frontera.

“No pediremos disculpas” por la separación de niños de sus familiares en la frontera con México, afirmó Nielsen en un discurso ante la Asociación Nacional de Sheriffs en Nueva Orleans (Luisiana).

Por REDH-Cuba

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