Del 25 al 28 de julio se realizó en Caracas, Venezuela, el XXV Foro de Sao Paulo, con la participación de 190 organizaciones, partidos políticos, movimientos sociales, movimientos obreros, parlamentarios e intelectuales de América Latina, el Caribe y varios continentes.
La fecha elegida para este encuentro histórico tuvo un carácter simbólico. Durante esos cuatro días se celebraron varios acontecimientos históricos coincidentes como el nacimiento del Libertador Simón Bolívar, el asalto al Cuartel Moncada que marcó el inicio de la revolución cubana y el 65º aniversario del nacimiento del Comandante Hugo Chávez.
El Foro de Sao Paulo es el evento de unidad progresiva más antiguo de América Latina. El primer Foro se celebró en la ciudad de Sao Paulo, Brasil, en 1990, por iniciativa del histórico líder de la revolución cubana Fidel Castro Ruz y del entonces líder del Partido del Trabajo de Brasil (PT), Luiz Inácio Lula da Silva. Los dos hicieron un llamado a los partidos y organizaciones políticas de América Latina y el Caribe para discutir alternativas a las políticas neoliberales. Desde entonces, el Foro adoptó el nombre de la ciudad donde nació. Veintiséis países de América Latina y el Caribe son miembros del Foro.
Hoy en día, el escenario de toda América Latina es muy diferente al de los foros anteriores. De los dos líderes que dieron vida a la idea del Foro de Sao Paulo, uno ya no está físicamente presente y el otro está cumpliendo una sentencia injusta en una prisión brasileña por haber tenido la audacia de sacar a 30 millones de brasileños de la pobreza. El triunfo de la revolución bolivariana en 1998, con la elección popular de Hugo Chávez, abrió la puerta a una nueva etapa continental en la que surgieron proyectos progresistas en Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador y El Salvador. La situación actual es muy diferente a la de entonces. La integración de América Latina está ahora en peligro, y varios países de la región están dirigidos por gobiernos títeres subordinados a los designios del gobierno de Estados Unidos. Venezuela ha resistido, pero está en la mira del imperio para lograr un cambio de régimen a toda costa. Esta realidad hizo más importante que nunca que el Foro se celebrara en Venezuela. Nunca antes, en los 29 años transcurridos desde su creación, el país anfitrión ha estado más asediado y bloqueado que Venezuela y es aquí donde el destino de la Gran Patria está en juego.
A pesar de la difícil situación de esta nación sudamericana, cuyo único crimen a los ojos del imperialismo norteamericano ha sido utilizar sus vastos recursos naturales para el mejoramiento de los pobres y desposeídos, aproximadamente 700 personas se unieron a cientos de venezolanos en este evento de 4 días para discutir las cuestiones criticas de América Latina y también para revitalizar el mismo espíritu de integración regional sembrado por quienes fundaron el Foro. En general, los asistentes vinieron a mostrar al mundo que Venezuela no está sola.
Los delegados procedentes de los Estados Unidos tuvieron que pasar por una serie de obstáculos adicionales sólo para llegar a Caracas. Después de la suspensión de las relaciones diplomáticas en enero de 2019, viajar a Venezuela se ha vuelto más difícil sin vuelos directos desde Estados Unidos y sin consulados para otorgar visas. Sin embargo, los activistas fueron creativos y encontraron la manera de estar presentes, incluyendo representantes del Colectivo para la Protección de la Embajada venezolana en Washington DC, quienes ocuparon y protegieron la embajada durante 37 días.
Durante la ceremonia de apertura del Foro, el Primer Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, marcó la pauta cuando le dijo a la entusiasta audiencia: «Nadie podrá hacerlo solo, lo que se necesita es la unidad del pueblo. Cuanto más insistan, más vamos a resolver nuestros problemas; aquí en Venezuela la derecha no podrá gobernar. A la derecha le gustan las elecciones cuando ganan, cuando el pueblo gana no le gusta, la derecha no respeta el proceso. No pueden, su naturaleza no se lo permite. La derecha es la misma en todas partes, sentimos el apoyo de la gente, pero esa gente también necesita nuestro apoyo. Resistimos y marchamos con la convicción de que vamos a ganar. La gente de aquí no se deprime porque con Chávez aprendieron a tener voz. Nos han amenazado con todo, incluso con una invasión militar, pero estamos dispuestos a defender la revolución bolivariana, que es una revolución para los pueblos, no sólo para Venezuela. Nadie puede hacerlo solo».
Otros oradores fueron Mónica Valente, del Partido de los Trabajadores de Brasil, y la Secretaria Ejecutiva del Foro de Sao Paulo y el Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba, Adán Chávez. También Julio Muriente Pérez, miembro del Movimiento Nacional Hostosiano por la Independencia de Puerto Rico. Muriente habló de la victoria popular que acaba de tener lugar en Puerto Rico. «Miles de puertorriqueños izaron la bandera de la dignidad obligando al corrupto gobernador Ricardo Rosello a renunciar», dijo, mientras la audiencia de pie aclamaba: «No fue que él renunció, el pueblo lo sacó».
Es importante señalar que no se trataba de una conferencia de charlas, sino de una reunión de activistas que el sábado salieron a la calle junto a miles de venezolanos para pedir a los Estados Unidos “Manos fuera de Venezuela y de toda América Latina” En todas las reuniones y en el mitin en la calle, los participantes expresaron su apoyo al único presidente de Venezuela elegido por voluntad popular, Nicolás Maduro Moros.
Durante el último día del Foro de Sao Paulo, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró su agradecimiento a los miembros del Colectivo de Protección de la Embajada de Venezuela en Washington. «Su actuación refleja la alta moral por la defensa de la dignidad y soberanía del pueblo venezolano», dijo el presidente y entregó a los activistas una réplica de la espada de Simón Bolívar.
La ceremonia de clausura tuvo lugar después de una caminata al Cuartel de la Montaña, en el barrio 23 de Enero, donde descansan los restos de Hugo Chávez. En la ceremonia de clausura estuvieron presentes el Presidente de Venezuela Nicolás Maduro y el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Tambien Diosdado Cabello y Mónica Valente.
Se emitió una Declaración Final de apoyo a Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros gobiernos progresistas bajo el ataque del imperialismo norteamericano, y se exigió la libertad de Lula y otros líderes de izquierda encarcelados por razones políticas.
Lo que más demostró el XXV Foro de Sao Paulo fueron los ejemplos esenciales e inconmensurables, heredados de Fidel, para guiar a los revolucionarios de América Latina y el Caribe: la unidad de las fuerzas progresistas de izquierda y la práctica del internacionalismo.