“Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo».

Fidel Castro Ruz
Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
Río de Janeiro, 12 de junio de 1992

LET’S SAVE THE AMAZON! LET’S SAVE THE PLANET!
SAUVONS L’AMAZONIE ! SAUVONS LA PLANÈTE !

La Red En Defensa de la Humanidad se suma a la movilización mundial en protesta por el desastre ecológico que están produciendo los incendios en la Amazonia y en contra de las corporaciones transnacionales y los políticos directamente responsables de la catástrofe.

Como dijera Fidel hace veintisiete años, la especie humana “está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida”. Y añadía una categórica exhortación: “Cesen los egoísmos, cesen los hegemonismos, cesen la insensibilidad, la irresponsabilidad y el engaño.”

En los últimos días, las extensas nubes de humo sobre la Amazonia constituyen una gravísima señal de alarma. Sin embargo, no puede verse como un hecho aislado. Su principal causa es el sistema capitalista y su concepción de crecimiento económico infinito que da prioridad a la producción y reproducción del capital en lugar de a la producción y reproducción de la vida. Lo que sucede hoy en la Amazonia, sucede también en vastas áreas en África y otras regiones del planeta.

Empresarios y políticos neoliberales, en su ambición desenfrenada en busca de mayores ganancias, no escuchan las crecientes e inquietantes advertencias de las instituciones científicas y de los defensores de la Amazonia, y emprenden y aprueban proyectos cada vez más agresivos sin tener en cuenta las consecuencias irreparables de su acción. Los intereses expansivos de las transnacionales mineras, petroleras, acuíferas, y del agronegocio, han encontrado un aliado incondicional en el actual gobierno neofascista de Brasil.

Bolsonaro ha venido promoviendo la deforestación de la Amazonia, el debilitamiento de todo control y fiscalización sobre las empresas y la reducción de los fondos para la protección y conservación de la región. Ha convertido en una práctica la persecución de líderes y comunidades indígenas y campesinas que defienden sus derechos y sus territorios. Estos pueblos, con sus culturas, cosmovisiones y saberes milenarios, son los que mejor han defendido –y en muchos casos lo han garantizado al precio de sus vidas–, la conservación de esta gran región como el mayor reservorio de biodiversidad del planeta, cuya pérdida o deterioro implicará un daño irreversible a la ya precaria salud de los ecosistemas a nivel global.

Ante estos hechos, la Red en Defensa de la Humanidad expresa su solidaridad con todos los pueblos originarios de nuestra Amazonia, víctimas de las políticas de despojo y de la más cruel violencia del capital transnacional, y denuncia la actitud del gobierno de Jair Bolsonaro, que además de propiciar el ecocidio, da la espalda a su gente, y solo después de veinte días de incendios anuncia, para enfrentarlo, la militarización de la región, lo que puede constituirse en un peligroso paso para propiciar el control de una zona geopolítica estratégica, a través del tutelaje internacional y la intervención directa de las transnacionales, escudados en una supuesta filantropía.

Es necesario recordar que la “ayuda” de otras naciones de sesgo imperial ante desastres similares, ha sido utilizada históricamente como pretexto para la intervención, la desestabilización y el saqueo, en lo cual las grandes potencias han contado siempre con las más diversas herramientas de dominación y, por supuesto, con la manipulación constante de la opinión pública. Debemos defender el principio de que si existe voluntad real de ayuda, esta debe encauzarse por la vía de los Estados y los organismos internacionales con pleno respeto a la soberanía.

Denunciamos la falsa moral de los países que han sido los mayores responsables de la crisis ecológica a nivel mundial, (entre ellos los miembros del G7) y que expresan hoy su preocupación por la Amazonia, obviando todo tipo de conexión entre los incendios y el desarrollismo capitalista. Son las transnacionales de estos mismos países las que se extienden por los reductos naturales del mundo en búsqueda de recursos de toda índole, tierras y fuentes de energía. Ninguna aparente polémica afecta al vínculo medular entre un gobierno neoliberal y entreguista como el de Bolsonaro, los poderes transnacionales y las grandes potencias. Apoyamos, en contraste, las acciones impulsadas por el gobierno del Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, que ha demostrado un espíritu de unidad en la adversidad, y verdadera preocupación por enfrentar el incendio no sólo en su país, sino en la región, y aplaudimos también el llamado realizado por su gobierno y el de la República Bolivariana de Venezuela para que se concreten acciones regionales que permitan abordar la emergencia con celeridad y eficacia.

La Red en Defensa de la Humanidad, haciéndose eco de las expresiones de preocupación y dolor ante la tragedia de muchas personas sensibles del planeta, exige al gobierno de Brasil que sean tomadas medidas urgentes para salvaguardar la vida de los pueblos y culturas que están en peligro hoy en la Amazonia. Con los incendios, están siendo privados, además, del sustento material y espiritual de su existencia. Cuando arde un árbol, siempre arde una casa.

Exhortamos al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, a activar los recursos establecidos por los instrumentos normativos internacionales para garantizar de manera inmediata la protección de los más de cuatrocientos pueblos afectados y, a su vez, de la soberanía de los ocho países amazónicos. Instamos a promover denuncias ante la Corte Penal Internacional y otras instancias competentes de embestidas como éstas contra el medio ambiente, que deben ser consideradas como crímenes contra la Humanidad.

Alentamos a trabajar en la impostergable articulación de plataformas populares en un frente de acción común y coordinado ante los desastres ecológicos y sociales, que permita una comunicación alternativa, veraz, certera y oportuna, al tiempo que convocamos a revelar y difundir con énfasis la conexión causal existente entre el sistema capitalista y la debacle ambiental que estamos presenciando. Esto hace imprescindible enlazar las luchas anticapitalistas y la de los movimientos ambientales en defensa de la Amazonia y de otras zonas del planeta.

Convocamos a realizar actividades en todos nuestros países, movilizaciones populares, plantones, marchas, mítines y denuncias a través de las redes sociales, o lo que es lo mismo,  a utilizar toda posible tribuna para mostrar este crimen contra la naturaleza, acusar a sus responsables y advertir sobre el peligro de  que el impacto mediático que ha tenido esta tragedia sea utilizado por las grandes potencias imperialistas para  intervenir en la Amazonia y consolidar y legitimar el despojo de manera concertada con autoridades venales.

Hacemos un llamado, además, a la transformación de nuestras lógicas de consumo y contra la contaminación y degradación ambiental que estas producen, vinculadas al modo de producción capitalista y su inviable paradigma civilizatorio.

¡Salvemos la Amazonia! ¡Salvemos el planeta! Como dijera Fidel en 1992: “Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo.”

Red en Defensa de la Humanidad

Por REDH-Cuba

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