La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad expresa su más decidido apoyo a las luchas del pueblo haitiano, quién se encuentra en estado de alerta y movilización permanente desde septiembre pasado. Movimientos campesinos, jóvenes de las periferias urbanas, organizaciones estudiantiles y de mujeres, sindicatos y centrales sindicales, organizaciones religiosas y de derechos humanos, alzan la voz contra los efectos devastadores de las políticas neoliberales, imperialistas y coloniales que han hecho de Haití una de las naciones más empobrecidas, desiguales e injustas del planeta. Desde julio del año pasado, y notablemente en los últimos dos meses, millones de personas se han movilizado de forma incesante, ocupando y bloqueando las calles del país, desafiando la violenta represión estatal, y logrando en ocasiones romper el cerco político y mediático construido en torno al país.

En Haití, al colapso del modelo de dependencia montado por los Estados Unidos hace ya más de un siglo, se suma el total descrédito de la clase política, sea oficialista o circunstancialmente opositora. Además, el ciclo de políticas neoliberales implantado de forma temprana se ha agotado, mostrando uno de sus rostros más sombríos en la región, con fenómenos como el hambre y la miseria planificadas, el desempleo y la informalidad laboral extendida, la ruina agrícola y el éxodo campesino, la elevada inflación y la devaluación permanente de la moneda nacional, la ausencia de la más mínima noción de soberanía, el colapso del Estado y su reemplazo por las formas más regresivas de gestión de lo común, el aumento de la inseguridad y emergencia del crimen organizado.

Los responsables de este descalabro tienen nombre y apellido. Se trata del ilegítimo e impopular presidente Jovenel Moïse y su partido, el ultraneoliberal PHTK, los que resultan tan inútiles para resolver la crisis interna como útiles para los intereses de la geopolítica imperial y sus ataques a la Revolución Bolivariana de Venezuela. Se trata de una clase dominante local obscenamente rica, improductiva y parasitaria, que en algunas de sus figuras busca capitalizar la crisis en su propio provecho. Se trata de las potencias coloniales que expolian al país y aún presumen de ejercer su derecho de tutela, desde los Estados Unidos hasta Francia y Canadá, pasando por otros socios menores. Se trata de los coactivos organismos financieros trasnacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, responsables de la ruina agrícola, la sujeción de la deuda y la liberalización comercial y financiera. Se trata, por último, de una arquitectura política regional y global que expresa el rostro «amable» de este entramado de poder, desde la Organización de Estados Americanos hasta las Naciones Unidas y sus eternas políticas de ocupación, sean cívicas o militares.

Quiénes representamos a «la otra comunidad internacional», la de los movimientos sociales, los intelectuales y artistas comprometidos, las fuerzas de izquierda, populares y progresistas de Nuestra América, queremos expresar no sólo nuestro compromiso, sino también nuestra confianza en que las clases populares haitianas lograrán su cometido, porque no sabe de imposibles el Haití de nuestra revolución primera. Saludamos a las fuerzas organizadas bajo el Foro Patriótico por un Acuerdo Nacional, suscribimos su programa de transición política en clave popular y soberana, y abogamos por su plena implementación, sin injerencias ni tutelas externas. E invitamos, por último, a ejercer la más activa solidaridad, a apoyar y difundir la causa del pueblo haitiano, a desmontar los prejuicios racistas y las falacias coloniales, y a seguir de cerca las luchas de un pueblo que se haya hoy en la primera línea de nuestros combates caribeños y latinoamericanos por la igualdad, la libertad y la felicidad.

Secretaría Ejecutiva de la Red en Defensa de la Humanidad.

20 de octubre de 2019

Por REDH-Cuba

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