El 20 de octubre de este año, en Bolivia se desarrollaron las elecciones generales, con una amplia participación de la población que acudió pacíficamente a las urnas, y que contó con el acompañamiento de delegaciones de observadores internacionales. Los resultados oficiales de las actas computadas dan como resultado una contundente victoria popular. El Movimiento Al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) ha obtenido el 47,07% de la votación, 648.180 votos por encima del segundo (10,56%). Con esto obtiene mayoría absoluta en diputados y senadores, y gana en 242 municipios (85%).

En este sentido, celebramos la gran victoria del MAS-IPSP, que también se constituye en una importante victoria para los pueblos de la Patria Grande y del mundo. Felicitamos al presidente Evo Morales Ayma y al Vicepresidente Álvaro García Linera, seguros de que seguirán trabajando como lo vienen haciendo al servicio de toda Bolivia, conduciéndola junto a los movimientos sociales por el camino de la justicia social.

Por otro lado, lamentamos que esta indiscutible victoria, no sea reconocida ni aceptada por la oposición boliviana, que antes de que haya concluido el cómputo oficial, y ante la clara tendencia de que Evo Morales consolide su triunfo en primera vuelta con los votos del área rural, puso en marcha un golpe de Estado, montando a nivel nacional e internacional, la matriz del fraude.

En ningún caso la oposición sediciosa ha demostrado preocupación por el detalle de los resultados electorales ni respeto por el procedimiento electoral legalmente establecido. Por el contrario, horas antes de conocer los resultados del cómputo oficial de las actas, optaron por desatar la violencia e incluso anunciar una posesión de facto de un nuevo presidente, dando luz verde para la quema de dependencias públicas y ataques al pueblo en general en distintas ciudades del país, donde grupos opositores incluso están impidiendo el derecho a la libre circulación.

El flagrante intento de usurpación del poder político a indígenas, campesinos, trabajadores, tiene el objetivo de detener y borrar todos los logros conseguidos y reconocidos durante los últimos años por el Proceso de Cambio boliviano, los que el pueblo ha demostrado respaldar en reiteradas ocasiones.

La OEA, que hasta el momento no ha convocado a reuniones especiales para tratar graves violaciones a los derechos humanos como las que se están suscitando en Chile, sí ha convocado a una sesión de emergencia por las elecciones de Bolivia y ha emitido un insidioso comunicado indicando que aun cuando los resultados de las elecciones en Bolivia dieran por vencedor a Evo Morales con más del 10%, se debería convocar a una segunda vuelta, lo cual se constituye en una clara violación al derecho internacional desconociendo la propia legislación electoral boliviana y la voluntad de la mayoría expresada en las urnas. Pese a esto, en un gesto sin precedentes, las autoridades bolivianas han pedido una auditoría de las actas por parte de la OEA, con el fin de que testifique la transparencia del ejercicio electoral.

Ante esta situación, en la que una vez más algunos grupos fascistas y racistas de Bolivia y la región, quieren convulsionar un país para impedir que pueblos libres decidan sobre su propio destino, expresamos nuestro apoyo firme al pueblo boliviano y al presidente Evo Morales, así como a la democracia, la dignidad, la vida y la paz con justicia social. Finalmente, alertamos a la comunidad internacional y convocamos a pronunciarse a todos los pueblos del mundo sobre el intento de golpe de Estado que se está gestando en Bolivia.

Secretaría Ejecutiva de la Red en Defensa de la Humanidad.

24 de octubre de 2019

Por REDH-Cuba

Shares