Luis Almagro, tiene las manos manchadas de sangre de los pueblos originarios –aymaras, quechuas, guaraníes- asesinados por los fascistas tras el golpe de estado urdido en Bolivia con la activa complicidad de la OEA. Pero él es también culpable por las muertes, torturas y desapariciones de estudiantes y trabajadores chilenos, colombianos y ecuatorianos víctimas de una brutal represión que no cesa y frente a la que el ente interamericano no ha formulado ni una queja.

Ignora lo que ocurre y estremece a esos países mientras acaricia otros planes. Quiere hacer derramar también sangre caribeña. Sueña con repetir en la pequeña isla de Dominica su “hazaña” fascista en Bolivia.

Hace ya varias semanas algunos grupos de la oposición isleña salieron a las calles a alborotar reclamando modificar las normas electorales que allí rigen y hacerlo antes de los comicios que deben efectuarse el 6 de diciembre y cuya realización sería prácticamente imposible si se emprendiese tal proceso a estas alturas.

Inmediatamente, en declaraciones públicas recibieron el apoyo de Almagro que ofreció además a la OEA para asesorar y supervisar el proceso que según él era indispensable para la democracia.

Su desvergonzada injerencia en asuntos que no le incumben fue vigorosamente condenada ante el Consejo Permanente de la Organización por la jefa de la diplomacia de Dominica y desde la isla el Primer Ministro Roosvelt Skerrit denunció: “La OEA y Luis Almagro asesoran a la oposición para desestabilizar el país” y rechazó la pretensión de la OEA.

La solidaridad caribeña no se hizo esperar y el Gobierno del territorio promovió el compromiso entre los partidos contendientes para evitar la violencia y asegurar unos comicios ordenados y justos.

El 27 de noviembre, invitada por el gobierno de Dominica arribó a su capital una delegación oficial de la Commonwealth para observar todo el proceso desde ahora hasta el escrutinio final después que concluya la votación. Preside el grupo de observadores la señora Zainab Bangura, ex Canciller de Sierra Leona y ex subsecretaria de la ONU. La acompaña un grupo de destacadas personalidades que incluyen a Assad Shoman, uno de los fundadores y ex Canciller de Belice y otros juristas y expertos en cuestiones electorales de Uganda, Barbados, Reino Unido, Kenya, Jamaica, Antigua y Barbuda y Malasia. Los nombres y trayectoria de todos ellos fueron publicados desde ese día en medios de prensa caribeños.

Un grupo semejante de notables no los podría reunir la desprestigiada OEA. (Por cierto ¿conoce alguien a los que conformaron la misión que envió Almagro a Bolivia? ¿Por qué no publican todavía el informe que utilizaron aviesamente los golpistas?)

A la espera de los acontecimientos en Dominica recordemos la advertencia de Ralph Gonzalves, Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas: “La OEA y Luis Almagro son enemigos de las fuerzas democráticas del Continente”.

Por REDH-Cuba

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