A medida que se extiende por el continente la COVID-19, África ha respondido rápidamente a la pandemia, y hasta ahora el número de casos notificados es menor de lo que se temía. Aun así, es mucho lo que pende de un hilo.

En los últimos años, los africanos han hecho grandes esfuerzos para mejorar el bienestar de los pueblos del continente. El crecimiento económico ha sido fuerte. La revolución digital se ha afianzado. Se ha acordado una zona de libre comercio.

Pero la pandemia amenaza el progreso de África. Agravará viejas desigualdades y aumentará el hambre, la malnutrición y la vulnerabilidad a las enfermedades. Ya están disminuyendo la demanda de productos básicos de África, así como el turismo y las remesas con destino al continente. Se ha aplazado la apertura de la zona de comercio, y millones de personas podrían verse empujadas a la pobreza extrema.

El virus se ha cobrado más de 2.500 vidas en África. La vigilancia y la preparación son fundamentales.

Encomio lo que ya han hecho los países africanos, junto con la Unión Africana.

La mayoría de esos países han avanzado rápidamente para profundizar la coordinación regional, desplegar trabajadores de la salud y hacer que se observen las cuarentenas, los confinamientos y los cierres de fronteras.

También están aprovechando la experiencia de la lucha contra el VIH/sida y el Ébola para desmentir rumores y superar la desconfianza en el gobierno, las fuerzas de seguridad y los trabajadores de la salud.

Expreso mi total solidaridad con el pueblo y los gobiernos de África en la lucha contra la COVID-19.

Los organismos, los equipos en los países, las operaciones de mantenimiento de la paz y los trabajadores humanitarios de las Naciones Unidas están prestando apoyo.

Los vuelos de solidaridad de las Naciones Unidas han entregado millones de estuches de prueba, respiradores y otros suministros, llegando a casi todo el continente.

El informe de políticas que publicamos hoy pone de relieve toda una gama de urgentes desafíos.

Hacemos un llamamiento a la acción internacional para fortalecer los sistemas de salud de África, mantener el suministro de alimentos, evitar una crisis financiera, apoyar la educación, proteger los empleos, mantener a flote a los hogares y las empresas y amortiguar los efectos de la pérdida de ingresos y de beneficios netos de la exportación en el continente.

Los países africanos también deberían tener un acceso rápido, igual y asequible a cualquier eventual vacuna o tratamiento, que deberán considerarse bienes públicos.

He pedido que se ofrezca un paquete de respuesta global que ascienda como mínimo al 10 % del Producto Interno Bruto mundial. Para África, ello significaría más de 200.000 millones de dólares de apoyo adicional de parte de la comunidad internacional.

Asimismo, he seguido abogando por que se establezca un marco de deuda amplio, que comience con una moratoria general de la deuda en favor de los países que no puedan pagar el servicio de la misma, seguido de un alivio selectivo de la deuda y un enfoque amplio de las cuestiones estructurales de la arquitectura de la deuda internacional para evitar la suspensión de los pagos.

También será esencial que los países africanos mantengan sus esfuerzos para silenciar las armas y hacer frente al extremismo violento, y acojo con satisfacción el apoyo de los países de África a mi llamamiento a un alto el fuego mundial. Los procesos políticos y las elecciones de los próximos meses ofrecen la posibilidad de lograr hitos en la estabilidad y la paz.

Las mujeres desempeñarán un papel fundamental en todos los aspectos de la respuesta. Los paquetes de estímulo deben dar prioridad a la necesidad de que el dinero llegue a las manos de las mujeres y a aumentar la protección social.

Debemos potenciar a la juventud africana. Se deben respetar los derechos humanos de todas las personas.

Será necesario adoptar muchas decisiones difíciles a medida que evolucione la pandemia, y será esencial mantener la confianza y la participación de los ciudadanos durante todo el proceso.

Estos son todavía los primeros días de la pandemia en África, y la disrupción podría intensificarse rápidamente. La solidaridad mundial con África es un imperativo, ahora y para recuperarse mejor.

Poner fin a la pandemia en África es esencial para acabar con la pandemia en todo el mundo.

Muchas gracias.

Fuente: https://www.un.org/es/coronavirus/articles/solidaridad-mundial-africa-imperativo

Por REDH-Cuba

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