«Por supuesto que se puede hablar de un incremento de la hostilidad, de un estado de abierta hostilidad, este gobierno se ha empeñado y se ha comprometido, como Gobierno de Estados Unidos, a tomar acciones extremas para ponerle fin a la Revolución Cubana, para derrocar a nuestro Gobierno».


Por Raúl Capote

Fuente: Granma

Con esas palabras respondió el director general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, a la primera de las preguntas que le haría la prensa, en horas de la mañana de este miércoles en la Cancillería cubana, durante el encuentro que medios de comunicación nacional sostuvieron con el diplomático cubano.

Cossío hizo énfasis en la forma de actuar de la presente administración de la Casa Blanca. Parte de lo que ha hecho el Gobierno de ee. uu. es incrementar la agresividad verbal, usar sin recato una alta dosis de falsedades, de mentiras, pero además, ha estado tomando acciones de gran impacto, entre ellas el recrudecimiento del bloqueo, un aumento de la persecución de las transacciones comerciales de Cuba en cualquier parte del mundo, de las transacciones financieras de las que depende nuestro comercio exterior, de las que depende el funcionamiento de nuestra economía, explicó el funcionario cubano.

Cossío expuso cómo se ha incrementado la acción negativa hacia terceros países, al comprometerse la actual administración con una aplicación extrema de la ley Helms-Burton.

«Este Gobierno, además, ha tomado medidas tan extremas, como la de intentar impedir la llegada del combustible que requiere nuestra economía para funcionar, y si no ha tenido éxito es por la solidez, por la fortaleza de nuestro país», subrayó.

La administración Trump se ha propuesto reducir al mínimo los intercambios bilaterales oficiales entre los dos países; esa cooperación bilateral, que llegó a existir  en temas tan sensibles como la aplicación y cumplimiento de la ley en el combate contra el narcotráfico, contra el terrorismo, pero además ha puesto la mayor cantidad de obstáculos posibles para los intercambios que no dependen directamente del gobierno: los académicos, culturales, religiosos, deportivos y científico-técnicos, y en materia de salud. Ha puesto trabas a los vínculos entre los cubanos que vivimos a ambos lados del estrecho de la Florida mediante la suspensión del tráfico aéreo y de los vuelos a diversas partes de Cuba, y ha incrementado la persecución contra la cooperación de Salud de Cuba, expresó Fernández de Cossío.

Sobre la intención de imponer la matriz de opinión de que el bloqueo contra nuestro país no afecta el comercio con terceros países, el diplomático respondió afirmando: «Es verdad que hay quienes dicen eso, y es verdad que hay una matriz de opinión que están tratando de imponer, y quienes están tratando de hacerlo están mintiendo deliberadamente, es un acto deliberadamente deshonesto».

Se conoce  la motivación para la aplicación del bloqueo, está escrita por funcionarios del gobierno de ee. uu. desde principios de la década de los 60, existió el famoso memorándum del subsecretario de Estado Lester Mallory, en el que se define  el propósito de su Gobierno de crear penuria, de crear escasez, de crear una situación económica insostenible en nuestro país, para tratar de extraer concesiones políticas de Cuba. «Y como si eso no fuera suficiente, es algo que está escrito en la ley

Helms-Burton, que dice que el bloqueo está dirigido a crear dificultades en Cuba y a privar a Cuba de recursos económicos».

La Ley establece claramente que el bloqueo no es solo la prohibición del comercio entre Cuba y Estados Unidos, el

Título i dice explícitamente que es «obligación del Gobierno», obligación mandatada por ley, procurar frenar y obstaculizar las relaciones comerciales de Cuba con cualquier parte del mundo, al punto de que exige que el Departamento de Estado tiene que reportar cada año al Congreso sobre los resultados del cumplimiento de esa medida del bloqueo, que le cuesta anualmente más de 4 000 millones de dólares a nuestro país.

«Es conocido que Cuba no puede importar nada de Estados Unidos, Cuba no puede importar de ningún lugar del mundo, si ese producto tiene más de un 10 % de componentes estadounidenses», explicó Fernández de Cossío.

«En una economía tan globalizada como la actual es muy difícil encontrar productos que no tengan hasta un 10 % de fabricación estadounidense…Quien alegue que el bloqueo económico no es real, incluso quien alegue que es solo una prohibición de comerciar entre Cuba y Estados Unidos, es alguien que está actuando deshonestamente de modo deliberado», resaltó.

Como una acción inverosímil calificó el diplomático cubano la agresión de la Casa Blanca contra nuestra colaboración médica. Uno de los instrumentos fundamentales del Gobierno de EE.UU. contra Cuba es el propósito de desacreditar a nuestro país y desacreditar a la Revolución, tratar de demostrar que este país pequeño, de escasos

recursos y bloqueado económicamente, no es capaz de tener ningún tipo de éxito.

«Pero Cuba tiene un sistema de Salud tan vigoroso que no solo puede atender los problemas de Salud de Cuba, sino que la colaboración médica internacional es capaz de prestar servicios a millones de personas en el mundo», dijo Cossío.

Esto para Estados Unidos es inaceptable, su propósito con esta campaña es desacreditar a Cuba, tratar de sostener la idea de que somos un país inviable y restarle los recursos económicos «que legítimamente, que diáfanamente», recibe como resultado de los servicios que prestamos a nivel internacional.

Garantizar los insumos que requiere el país para enfrentar la pandemia de la covid-19 ha tropezado con las sanciones de Washington, que ha argumentado, tratando de ocultar la barbarie, la posibilidad de solicitar una licencia del Departamento del Tesoro.

En tiempos de emergencia, explicó Cossío, contar con la voluntad del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para tramitar una licencia que puede durar meses, incluso un año, es un absurdo.

Han impedido la compra de ventiladores pulmonares producidos por subsidiarias estadounidenses, de donaciones provenientes de amigos de la Mayor de las Antillas, que han dependido de medios de transporte de la nación norteña.

Por último, el Director General del Minrex se refirió a las próximas elecciones presidenciales en ese país, en las cuales el tema Cuba ha aparecido particularmente en el sur de la Florida, aunque «es difícil pronosticar qué peso real va a tener en los comicios de noviembre, incluso en ese Estado».

Encuestas realizadas en EE.UU. en los últimos años demuestran que, hasta para los votantes cubanoamericanos, el tema de la relación con Cuba no es tan sustancial. «En su lista de prioridades ocupa el cuarto o quinto lugar; más importantes para ellos son los asuntos relacionados con la salud, el empleo, la seguridad ciudadana y la vivienda», añadió.

«Es difícil pensar que la mayoría de los cubanos respalde una campaña comprometida con entorpecer las relaciones con sus familiares, lo que nos hace pensar que la maquinaria política, sobre todo del Partido Republicano en la Florida, no toma demasiado en cuenta el criterio o la opinión de los cubanos, sino que los utiliza», apuntó Fernández de Cossío.

 

Por REDH-Cuba

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