En el país en el que su clase dominante capitalista se impone al mundo, ésta va a celebrar una fiesta electoral: quiere que la gente de su país eche papeletas en una caja con uno de los dos nombre que presenta, y darle así como aceptable su mandato. En el mundo, sus periódicos cantan, bailan, se cimbrean y dan gritos alarmantes, quieren atraer toda la atención, dicen que es democracia lo que hacen en las 58 elecciones que han realizado. (Para que elijan a quien elijan, luego siga matando, conquiste, robe, y defeque en el derecho del resto del mundo).

El vendedor de crecepelo de las películas del Oeste, el conocido como Tío Sam con el sombrero alto y la chaqueta con las barras y las estrellas, Superman, Holliwood, el complejo industrial-militar, Wall Strett, los trampantojos super ricos han sacado a dos hombres multimillonarios de la 3ª edad y les han animado a insultarse para que el pueblo se desentumezca y mire hacia ellos, (¡fake news! ¡fake news! ¡fake news! ¿y qué?) con la intención de hacerle apostar por un animal viejo o por otro animal viejo. Pero ya sabes, a caballo regalado no le mires el diente. También podríamos decir que en su club han votado (ellos son mucho de votar) que salgan a la calle, a la plaza, dos viejos insultándose, en público, aunque sin lanzarse ni una mano para arañarse. Las uñas, los puños, los puñales, las balas, las bombas, los bloqueos, los robos, los asesinatos selectivos, el terror y el hambre, la droga, las farmacéuticas, las armas, el petróleo, los frutos de la tierra, del trabajo esclavo, todo, todo … lo reservan para ese pueblo aplastado mentalmente ¡ jaaajaajaajaja ! ¡ maldito sea ! que vive a su servicio en el territorio donde dan a elegir entre sus dos rijosos candidatos, ¡ fake elecciones democráticas ! ¡ fake ! ¡ fake ! ¡ fake ! Ante la elección de Trump ya dije que cada cuatro años, periodo de gestación, el monstruo paría.

El gran escritor Julio Cortázar en su libro Ultimo Round nos dejó un magnífico ejemplo para la ocasión que entonces tituló Elecciones insólitas, aquí se lo dejo:

No está convencido.

No está para nada convencido.

Le han dado a entender que puede elegir entre una banana, un tratado de Marcel, tres pares de calcetines de nilón, una cafetera garantida, una rubia de costumbres elásticas o la jubilación antes de la edad reglamentaria, pero sin embargo no está convencido.

Su reticencia provoca el insomnio de algunos funcionarios, de un cura y de la policía local. Como no está convencido, ha empezado a pensar si no habría que tomar medidas para expulsarlo del país.

Se lo han dado a entender, sin violencia, amablemente.

Entonces ha dicho “En ese caso elijo la banana”.

Desconfían de él, es natural.

Hubiera sido mucho más tranquilizador que eligiese la cafetera, o por lo menos la rubia.

No deja de ser extraño que haya preferido la banana.

Se tiene la intención de estudiar nuevamente el caso.

Dan ganas de soltarse el resuello y gritar los peores insultos, pero ni los insultos valen nada en el oído desierto del vendedor de crecepelo, el tío sam, superman, holliwood, el complejo industrial-militar, wall strett, los trampantojos super ricos. Solo puedo nombrarlos en minúscula. Pregúntese cualquiera para qué sirven los insultos al monstruo contra el ahogamiento al que someten al pueblo cubano, a una nación como Cuba cuyos médicos están propuestos para el Premio Nobel de la Paz, un Pueblo, una Nación que ayer mismo por 5ª vez ha entrado a formar parte, por elección mayoritaria de las Naciones Unidas del mundo, miembro del Consejo de Derechos Humanos, ¿qué saben los imperialistas del mundo de Derechos Humanos? ¿qué saben cuando toda su historia la han edificado sobre matanzas y llegan al siglo XXI matando, y hoy mismo fomentan la guerra, la tortura, el terrorismo en el mundo, los golpes de Estado, las presiones políticas y económicas, los bloqueos de todo tipo hasta prometerse, ellos mismos los imperialistas, matar de hambre al pueblo cubano?: no saben nada, por eso agreden a quien le dice no.

Y con respecto a Cuba: Es un orgullo para el mundo humanitario, solidario, es la prueba de que otro mundo, de justicia social, entendimiento y paz, es posible. Todos sabemos que si dejasen tranquila a Cuba, como a otros países, llámense Venezuela, Nicaragua, Palestina, Siria, Yemen, … la esperanza del mundo se haría más real.

Dar rienda suelta a los insultos no vale para nada. Elecciones en EEUU el 3 de noviembre, el vendedor de crecepelo, el tío sam, superman, holliwood, el complejo industrial-militar, wall strett, los trampantojos super ricos, quieren que la gente vea como fiesta a dos acémilas con mataduras bailando, y además quieren que les aplaudan, como expresa el escritor Julio Cortázar: Se lo han dado a entender, sin violencia, amablemente.

Entonces ha dicho “En ese caso elijo la banana”.

Desconfían de él, es natural. ¿Qué pasaría?

Conociendo la historia de EEUU, yo, prefiero la declaración del Presidente Miguel Díaz-Canel con motivo del nombramiento de Cuba como miembro de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas:

A pesar de las mentiras y patrañas imperiales, el mundo reconoce a Cuba, le admira y respeta por la firmeza de sus convicciones y su ejemplo. Contundente victoria.

Por REDH-Cuba

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