Bezmenov, periodista soviético de 36 años y colaborador de la KGB estaba designado en la India de donde desertó en 1970 para dedicarse el resto de su vida a revelar un supuesto plan del Kremlin para desestabilizar a los Estados Unidos desde dentro en una versión anticipada, pero al revés de las “Revoluciones de Colores” que se desarrollarían medio siglo después contra gobiernos incómodos para Washington y sus aliados.

El desertor se graduó en el Instituto de Lenguas orientales de Moscú y fue reclutado por la KGB y enviado como agente de propaganda en la embajada soviética en Nueva Delhi, en 1968-69 para atender a políticos, periodistas, escritores, artistas y hombres de negocios locales a quienes atiborraba de vodka en comidas y recepciones para convencerlos de las bondades del sistema soviético.

Según relató Bezmenov, preparó con antelación su fuga para Occidente que realizó en la noche del 8 de febrero de 1970 cuando cambió su traje de cuello y corbata, vistió un gastado vaquero, se puso collares de hueso, peluca y bigote y se diluyó entre la comunidad de hippies estadounidense quienes varados en Nueva Delhi disfrutaban de la cultura hindú, su música, el yoga, y la marihuana, mientras evadían el reclutamiento para ir a la guerra de Vietn Nam.

Lo que no pudo ni imaginar Bezmenov, fallecido  el 5 de enero de 1993 a los 54 años, que su teoría  que debía ser considerada una pintoresca reliquia de la Guerra Fría nunca  demostrada, será promovida como argumento de la nueva  saga de juego de guerra Call of Duty: Black Ops Cold War  presentado en agosto último.

Así volverán a sus andadas en el espacio virtual los agentes rusos presentados como continuadores de la KGB. que manipulan las elecciones presidenciales, chantajean al presidente estadounidense y socavan la seguridad nacional del país, como antes lo hizo el “imperio del mal”, como se refería Ronald Reagan a la URSS.

Moscú y su “república bananera”

Una conferencia del ex KGB acompañará el juego bajo el precepto de “desconocer la historia es correr el peligro de volver a vivirla” que deberá inspirar a millones de usuarios, la inmensa mayoría jóvenes, para  que “dispararen ” contra de los invasores en defensa de EEUU.

Bezmenov repitió en libros, conferencias y entrevistas los principales argumentos sobre los pretendidos planes de “invasión silenciosa” de la URSS a los Estados Unidos de agentes de influencia dirigidos un gigantesco aparato de “subversión ideológica” y de “medidas activas” que consumía más del 70 por ciento de los recursos del espionaje soviético.

En su teoría precisó que esas acciones se desarrollarían en cuatro etapas para alcanzar la desmoralización del país en 15-20 años por medio del cual se adiestrarían a estudiantes, intelectuales, políticos, dirigentes sindicales y políticos para convertirlos en activistas de la ideología marxistas para enfrentarlos al gobierno junto a organizaciones y movimientos públicos secretamente apoyados por los soviéticos.

Así se dañarían los valores norteamericanos y la “columna vertebral espiritual del país: la religión” al eliminar su carácter sagrado y reducirla a una especie de vía de entretenimiento y confraternización social.

Ante tal situación el gobierno eliminaría los valores tradicionales estadounidenses, como la democracia y la división de poderes con lo que se asumiría un sistema político parecido al soviético.

Según la narrativa del ex KGB este sería el momento de los extremistas de izquierda  manipulados por el Kremlin para tratar de “tomar el poder de la manera más rápida y despiadada posible” que podría llegar a la guerra civil, circunstancia que facilitaría la intervención militar soviética o de otro tipo a petición de la Casa Blanca que ganaría como aliado indispensable a su antiguo antagonista.

En esa etapa los dirigentes del Kremlin eliminarían a la ya incómoda e inútil izquierda y sus dirigentes considerados “tontos útiles”, utilizados en la etapa inicial del plan, además de ejecutar a sus propios agentes y convertir a los Estados Unidos en una especie de zona de influencia y de control al estilo de una república bananera o estado satélite.

Estas fueron las ideas centrales del desertor expuestas en diferentes variantes durante más de 20 años y que además de realizarse como propaganda, sirvieron como especie de cortina de humo para ocultar las reales operaciones subversivas de los EEUU contra la URSS y el socialismo.

Esta estrategia, aplicada exitosamente a lo largo de la Guerra Frí,a tuvo éxito al convertir la cultura en un campo de batalla que dominaron más que  la URSS, lo que  contribuyó  a la derrota de esa primera experiencia socialista.

Mientras Bezmenov recrea Sharp diseña

La época escogida por Bezmenov para cambiar su vida fue un periodo en que el filósofo, politólogo, profesor y escritor Gene Sharp, (1928-2018), considerado el padre intelectual de las actuales “Revoluciones de Colores” y  muy vinculado a los tanques pensantes estadounidenses ponía a punto su más relevantes obra «La política de la acción no violenta» aparecida en 1973.

Sharp  despliega en su texto un programa alternativo para derrocar poderes estatales definidos como dictatorial por ser opuesto a la democracia representativa al estilo estadounidense y casi siempre afectados por contradicciones internas por errores del gobierno o crisis económicas.

Según el científico, los movimientos insurreccionales aplicarían una metodología que acuñó como “política jiu-jitsu” que consiste en derribar a su oponente al lograr la ingobernabilidad del país, con acciones de guerra cultural que abrieran el camino a la desestabilización violenta y la guerra con el apoyo directo de Estados Unidos al “bando democrático”.

El libro recoge un cronograma de consejos para que los supuestos revolucionarios escojan el mejor momento para las protestas y las acciones políticas contra esos estados, utilicen las negociaciones con el régimen para ganar tiempo y representatividad, seleccionen alianzas con movimientos populares ganados por la propaganda liberal y apoyados por EE.UU y países occidentales  lleguen al poder.

Sharp se convertiría en el autor de un programa exitoso llevado a la práctica sobre las experiencias de las acciones subversivas de Estados Unidos durante la Guerra Fría que con un empaque académico  a inicios del presente siglo tuvieron y tienen éxito auspiciado por los servicios especiales y agencias oficiales estadounidenses, esencialmente en el espacio pos soviético para ir seccionando a Rusia de su histórica área de influencia.

Muchas de esas iniciativas fueron tomadas de verdaderos movimientos revolucionarios y anti colonialistas, como el método de la no violencia y de la unidad del pueblo indio frente al colonialismo inglés que con tácticas de huelgas, protestas y boicot a la economía colonial llevó a la independencia de la India liderado por  Manhatta Ghandi.

La irrupción con fuerza las redes sociales y las nuevas tecnologías de la información a finales del siglo pasado e inicios del presente, perfeccionaron el proyecto de las Revoluciones de Colores al multiplicar su alcance y efectividad como nunca antes en la historia tuvo la propaganda y la subversión como arma de un estado contra otros para ganar la mente y los corazones de la gente.

El control, la manipulación y el engaño, ahora personalizado sobre los usuarios de las redes sociales basados en logaritmos de inteligencia artificial para el fisgoneo de los ciudadanos, hacen posible fundamentar proyectos de dominación mundial para las grandes potencias imperialistas encabezadas por Estados Unidos.

Así se aplicaron las estrategias de las Revoluciones de Colores con mayor o menor intensidad en las repúblicas del Báltico, en Armenia y Ucrania y hoy se intenta en Bielorrusia para llevar al poder gobiernos favorables a EE.UU y a la OTAN a las fronteras de Rusia.

Contra Venezuela se desarrollan parecidos procedimientos junto a la tradicional  guerra económica total y acciones subversivas de todo tipo que evidencian que  los supuestos métodos blandos más “civilizados” cuando no tienen los  resultados esperados  no se excluyen la violencia de la guerra convencional.

Principales fuentes:

1.- Las Torturas mentales de la CIA. Gordon Thomas.Ediciones B Grupo Zeta. España 2001.

2.-La CIA y la Guerra Fría Cultural. Frances Stonor Saunders.Ediciones Ciencias Sociales. La Habana.2003.

3.-Legado de Cenizas La Historia de la CIA. Tim Weiner.Random House Mondadori. S.A. Barcelona. España.

4-La CIA contra la URSS. Nikolai YáKovlev. Editorial Progreso. Moscú 1984.

5.-“Los perfectos idiotas útiles para Eugene Sharp”,  Periódico Granma . Autor 26.3.19

http://uselessdissident.blogspot.com/2008/11/interview-with-yuri-bezmenov.html

http://cubaessurtidor.blogspot.com/2016/09/el-embajador-los-pioneros-y-la.html

http://cubaessurtidor.blogspot.com/2016/03/los-perfectos-idiotas-utiles-para.html

Por REDH-Cuba

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