Durante su intervención en el XXI Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), donde se estrecharon relaciones y definieron acciones en respuesta a la coyuntura sanitaria, el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, llamó a defender el derecho a la paz

Cuba urgió este lunes a implementar en la región políticas integrales en las que el ser humano sea prioridad, en vez de las ganancias económicas o las dudosas ventajas políticas. Durante su intervención en el XXI Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), donde se estrecharon relaciones y definieron acciones en respuesta a la coyuntura sanitaria, el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, llamó, además, a defender el derecho a la paz.

El también miembro del Buró Político del Partido saludó la celebración del encuentro, realizado de forma virtual, y agradeció por las muestras de solidaridad y de apoyo recibidas desde los Estados miembros del ALBA, tras la infame decisión del saliente Gobierno estadounidense, de incluir a Cuba en la ilegítima lista de países patrocinadores del terrorismo.

Resaltó que los resultados obtenidos en los diferentes encuentros de autoridades de alto nivel, demuestran la revitalización del ALBA, precisamente en momentos en los que se necesita globalizar la solidaridad y la cooperación. «Ha sido, en estos meses, loable, dinámico y eficaz el trabajo de coordinación que se encuentra realizando la Secretaría Ejecutiva del ALBA-TCP», destacó.

En cuanto al escenario de crisis sanitaria y socioeconómica que enfrenta el planeta, expresó que el orden internacional predominante ha demostrado su total incapacidad para responder, con mínima eficiencia y justicia, de ahí la necesidad de implementar políticas integrales.

Condenó la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra varios países de la Alianza, que dañan las condiciones de vida de nuestros pueblos, afectan el acceso a la salud, obstaculizan las posibilidades materiales para ampliar la cooperación entre nuestras naciones, y provocan lamentables daños humanitarios. Denunció, nuevamente, el bloqueo económico, comercial y financiero de EE. UU. contra Cuba, que se ha hecho sentir con efectos redoblados en el contexto de la pandemia, la autorización para realizar demandas judiciales en cortes estadounidenses bajo el amparo del Título III de la Ley Helms-Burton, y el sostenimiento de acciones subversivas que buscan promover cambios y destruir el orden político, económico y social que nuestro pueblo libremente se ha ganado.

Ratificó el firme respaldo y solidaridad de Cuba a Venezuela y Nicaragua, que valientemente han resistido las amenazas y acciones del gobierno saliente de Estados Unidos, y reafirmó la disposición cubana para contribuir modestamente, según sus posibilidades, en el enfrentamiento a la COVID-19.

Reiteró también, el apoyo de la Mayor de las Antillas al derecho de los países del Caribe a recibir un trato justo, especial y diferenciado, tan necesario para enfrentar los retos derivados del cambio climático, los desastres naturales, el injusto sistema financiero internacional y las nuevas y difíciles condiciones que impone la pandemia.

El canciller cubano invitó al nuevo gobierno de la Casa Blanca a mantener una relación respetuosa con nuestro país y con toda la región, con pleno respeto a la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, una relación basada en la igualdad soberana, la no injerencia en los asuntos internos y con absoluta observancia de la independencia y la autodeterminación de nuestros pueblos.

 

Por REDH-Cuba

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