Cuba es la isla de la solidaridad proverbial. A esa solidaridad empeñada en inumerables ocasiones por los cubanos, se le enfrentó la ya trágica costumbre de 59 años del criminal bloqueo económico, a ella y su revolución, capitaneado e impuesto por los EE UU. Tantos años como cuenta el bloqueo, cuenta el repudio internacional al mismo. En el marco de la pandemia mundial, que hace aún más alevosa esta política, intelectuales, políticxs, artistas y referentes de todo el mundo firmaron una nueva Carta Abierta exigiendo el levantamiento del bloque. Conversamos con José Antonio Nováez Guerrero, Coordinador del Capítulo Cubano de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad,  sobre las causas y consecuencias al día de hoy del bloqueo.

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Desde 1962, año del comienzo del bloqueo, el mundo ha atravesado cambios, en algunos casos dramáticos. Una cosa que sin embargo se sostiene inmutable, como si no se hubiera dado la caída del bloque soviético o la mutación del capitalismo, es el bloqueo. ¿Qué cree que explica esta sostenida y criminal política para con la isla?

La explicación principal, aún cuando las circunstancias sociohistóricas que la determinaron en un primer momento se hayan modificado, reside en el peligro potencial que representa la insurgencia cubana para la dominación norteamericana a escala continental. Para nadie es un secreto que enero de 1959 en Cuba representó el inicio del cuestionamiento activo, militante y armado, de lo que hasta ese momento había sido el irrestricto dominio del capital norteamericano sobre América Latina. Es por eso que cada vez que los pueblos reaccionan indignados contra los desastres del capitalismo neoliberal, implantado por sus oligarquías.. Lo hemos visto a finales del 2019 en varios países sudamericanos y hoy mismo en Colombia, vemos que enseguida buscan la explicación en supuestos agentes cubanos que están infiltrados. El gran riesgo que implica Cuba reside en el ejemplo de rebeldía, de que es posible construir una sociedad más justa -aún en medio de sanciones sin precedentes en la historia de la humanidad-, que es posible lograr altos niveles de desarrollo humano si se invierten racionalmente los recursos de la sociedad. Además es posible tener resultados científicos verdaderamente significativos en tiempo récord, como resultado de una política orientada hacia el desarrollo del hombre, la medicina , la ciencia, y hacia el país en última instancia.

¿Cuál cree que es el ejemplo que Cuba da al mundo?

Es el ejemplo de la posibilidad de construir una sociedad más justa en medio de las más adversas condiciones. No nos estamos enfrentado a un pequeño país hostil, sino al mayor poder político y militar de la historia. Y aún en medio de esas circunstancias hemos logrado enfrentar la pandemia, con profundas restricciones materiales, resultado del bloqueo y de dependencias externas a la economía que no hemos logrado resolver. Pero también, con índice de  seguridad social muy altos, con un grado de protección ciudadana, a todos los niveles de salud muy alta, con la esperanza que se sintetiza en 5 candidatos vacunales, con la capacidad de prestar ayudas solidarias a más de 50 países de todos los continentes. Desde países muy empobrecidos como Haití, hasta economías altamente desarrolladas, como son las sociedades del norte de Italia y hacerlo de forma altruista y demostrar con ello la vocación de solidaridad de la Revolución Cubana. Creo que ahí reside el principal ejemplo de Cuba. Me gusta siempre recordar una hermosa frase el profesor Luis Britto García de Venezuela, quien concluye un artículo que le dedicó a celebrar los 62 aniversarios de la Revolución Cubana: «Si Cuba es posible, un mundo mejor es inevitable».

Por último, ¿cuáles cree y/o son las estrategias a darse que podrían conducir al levantamiento del bloqueo?

Para combatir el bloqueo, debe existir un permanente proceso de concientización y movilización de la opinión pública internacional en contra de lo absurdo, lo extraterritorial e inhumano que es este conjunto de medidas, cuyo único objetivo es rendir y reducir un pueblo al hambre y a las enfermedades. Desde el punto de vista político, Cuba hace todo lo que está a su alcance, que pasa por denunciar por los organismos internacionales el costo humano y económico del bloqueo, pero además dejar abierta permanentemente la disposición y los canales de diálogo para normalizar, en lo posible, las relaciones con los EEUU. Pero no debemos perder de vista que el bloque es unilateral. No existe nada que Cuba pueda hacer -salvo ceder en cuestiones de soberanía e independencia nacional, que es un precio inadmisible-, que pueda llevar a quitar el bloqueo. El mismo se debe levantar de la misma forma en la que se estableció. Es resultado de una política unilateral que afecta a Cuba y a terceros países, por parte del gobierno norteamericano y debe retirarse como una premisa indispensable para normalizar cualquier tipo de relación con Cuba. Las relaciones entre ambos países no son simétricas, no son dos potencias en paridad estratégica, estamos hablando de una pequeña isla del Caribe que hace más de 60 años resiste a brazo partido, y por el otro lado una potencia imperial con bases militares en todos los continentes, incluso una en territorio cubano, con capacidades nucleares y que ha decidido, además, acosar y rendir por hambre al pueblo cubano. Entonces para que el levantamiento del bloqueo sea posible, debe darse esta denuncia internacional y conjugarse una voluntad política por la parte norteamericana. Por la parte de Cuba ha estado, y estará siempre, la voluntad de diálogo. Se demostró cuando el relativo relajamiento de la etapa de Obama, que Cuba accedió gustosa a dialogar sobre temas de asunto de interés común y hubo un mejoramiento relativo de las relaciones de ambos países y las condiciones de vida aquí en la isla.

 

 

Fuente: Trilce Radio

Por REDH-Cuba

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