Cuba se ha propuesto avanzar en la informatización del país y viene siendo un hecho toda vez que cuenta con 2296 áreas de navegación Wifi, casi 7 millones de líneas móviles, más de 189 mil hogares conectados a internet, más de un millón 250 mil conexiones a internet por acceso fijo y un informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones del 2012, registró a Cuba en el quinto lugar a nivel mundial en cuanto a habilidades en las TICs. La necesidad imperiosa de acudir a las tecnologías de la comunicación para trabajar, estudiar, relacionarnos, informarnos e incluso divertirnos, convirtió a este sector (infocomunicaciones) en un sector estratégico clave para nuestro desarrollo económico, social y cultural.
En marzo de este año 2021 el presidente cubano tuiteó: “Soñar y continuar un país: Educación Superior a distancia, nuevas facilidades de conectividad para el acceso a plataformas virtuales para el nuevo curso académico”2 Este tuit unido a las declaraciones del ministro de Educación Superior cubano: “… existen 70 portales en todas las universidades del archipiélago libres en el acceso, sin pago alguno, desde una infraestructura fija, utilizando la wifi, el nauta hogar e, incluso, los datos móviles (26 portales libres de costo para estudiantes y profesores)…, más tres horas libres de costo diarias por estudiantes en los Joven Club para acceder a las tecnologías”.
Sin embargo, la agresión sistemática y sistémica de los gobiernos de los Estados Unidos desde hace más de 60 años contra nuestro país está convirtiendo a Internet, con base en sus redes sociales digitales, en el canal más priorizado de su agenda de subversión político-ideológica.
El 14 de febrero de 2006, la entonces secretaria de Estado del gobierno de George W. Bush, Condoleezza Rice, conformó un Grupo de Tarea para monitorear el uso de internet en China, Irán y Cuba. Por su parte Hilary Clinton, como secretaria de Estado del gobierno de Obama, habló en 2011 de la pertinencia del uso de Internet, sobre todo con las redes sociales de Facebook, Twitter, You Tube y Flickr para hacer llegar allí y desde allí las “voces de los Estados Unidos”.
A partir del año 2007 la CIA consideró como asunto de primera importancia garantizar el acceso a internet en Cuba. Agentes y contratistas viajaron a la Isla con el objetivo de investigar el funcionamiento de las redes ilegales para la conexión a la televisión satelital y, a partir de estudios realizados en el terreno, proponer la forma de convertirlas en redes de acceso a internet. Como parte del programa ordenaron poner en operación diez equipos BGAN (Broadband Global Area Network) en territorio cubano. El BGAN permitía establecer redes ilegales de comunicación para la transmisión de datos que enlazarían a su agente con teléfonos celulares y laptops en diferentes lugares de La Habana. En tal sentido el Gobierno de EE. UU., decidió garantizar el acceso a la red de redes, no para facilitar el desarrollo sino para afianzar el control, mediante el dominio tecnológico y de los contenidos, los estudios de Big Data, entre otros, así como desarrollar con éxito campañas mediáticas contra Cuba.
En el año 2018, el presidente Donald Trump, aprobó la creación de un Grupo de Fuerza de Tarea de Internet para Cuba, con el objetivo de influir desde la Red de redes en la destrucción de la Revolución cubana.
Ante la singularidad del caso cubano la prioridad de todas las instituciones que tributan a la educación y cultura de su pueblo debe ser preparar política, ideológica y culturalmente a los sujetos que interactúan en las redes sociales digitales, de manera que las influencias de la guerra cultural, de símbolos y la subversión político-ideológica, encuentren un valladar de invulnerabilidad ideo-político-cultural. Y a su vez, aprovechar las ventajas, fortalezas y oportunidades de estos sitios para convertirlos en ambientes educativos-formativos
El documento programático-partidista “Ideas, Conceptos, y Directrices” se definen principios validantes de esta visión: “Enfrentar de manera sistemática y previsora la subversión político-ideológica en todos los escenarios y formas; optimizar el empleo de los recursos y las fuerzas; en particular fortalecer el activismo revolucionario en las redes sociales digitales…”.
En otra directriz se enuncia: “Insistir en la necesidad del monitoreo permanente de los temas que se abordan en el escenario digital…” Una tercera reafirma con vigencia: “Es hora de comprender y emplear todos los recursos de la comunicación social, particularmente el trabajo en redes para tratar los temas que estremecen a la sociedad, para intercambiar y dar respuesta oportuna… para mostrar los ánimos que mueven al país”.
Una penúltima idea reseña que “no podemos desconocer que los enemigos de la Revolución aplican los conceptos de Guerra No Convencional contra Cuba, una guerra en la que todo lo banal, vulgar, indecente y falso, vale, y, sin embargo, trata de colarse por el flanco de la sensibilidad, de la cultura y del pensamiento”, es por ello que se impone “dinamizar y reforzar la superación política de los militantes y demás miembros de cada colectivo, … una mejor selección de los temas y la utilización creciente de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación…”.
En el excelente documental “La Dictadura del Algoritmo”, uno de sus entrevistados relata: “…y en ese plano de esas batallas, nosotros hemos perdido unas cuantas y, no las hemos perdido porque el enemigo sea más efectivo que nosotros, que lo ha sido, la hemos perdido, porque no hemos sabido enfrentar esas batallas.” Se entiende que “…no hemos sabido enfrentar esas batallas…”, define la carencia de preparación para hacerlo y se tuvo fue insuficiente, deficiente o inefectiva, que es igual a no tenerla.
En otro momento la joven músico y profesora de Enseñanza Artística, Arianna Álvarez enfatiza: “Yo creo que hay que hacer de verdad un análisis y una reforma educacional, porque la formación general, la formación política, no está funcionando, no se ha nutrido de las nuevas formas de comunicación…”. Dos necesidades a cubrir: incorporar la preparación político-ideológica y de cultura general integral a los sujetos que acceden a internet y dotar a esta preparación con las potencialidades que acompañan a los medios y sus novedosas formas de comunicación.
Y por último, el profesor de Física de la Universidad de La Habana, Ernesto Estévez Rams nos alerta con el siguiente razonamiento: “Me asombra muchas veces, estudiantes nuestros, que han pasado toda una carrera y han recibido decenas de horas de Marxismo o Historia de Cuba y entonces, después, tú los ves en las redes repitiendo ingenuidades asombrosas.”
Se distinguen en esas apreciaciones algunas vulnerabilidades de “navegar por internet sin saber nadar o hacerlo sin salvavidas”, desconociendo los peligros que en las redes sociales digitales existen o peor aún, subestimando las influencias negativas y desventajas que para el desarrollo de la personalidad humana y para subvertir a la Revolución cualquiera puede encontrar en estos sitios.
Los que accedemos a los sitios de redes sociales digitales nos exponemos a una avalancha inmisericorde de información, en forma de textos, imágenes y sonidos que nos vulnera con facilidad nuestras identidades y nuestra capacidad de pensar y pensar bien.
El destacado escritor y periodista cubano Raúl Antonio Capote, denuncia que constantemente debemos lidiar con los llamados “influencers anticubanos”, los “cibersicarios” y otros especímenes, que actúan en el ámbito digital, activistas a sueldo de la guerra ideológica, que no son genios de la comunicación ni poseen un carisma especial, simplemente son individuos que trabajan a partir de la información que les brindan los centros de estudio de los servicios especiales, que igualmente emplean las tecnologías para apropiarse de esos datos. Como hicieron contra la URSS, trabajan sobre debilidades y deficiencias, sobre automatismos, miedos y estereotipos identificados. Detrás de ellos está la gran maquinaria de la subversión ideológica.
En los sitios de redes sociales digitales no nos exponemos solo a una guerra de contenidos, sino de impactos emocionales. Esta influencia emocional en las redes sociales ha sido efectiva para el enemigo, porque ha logrado manipular el desasosiego, la desesperación, la irritación, la ansiedad y la desesperanza que se aloja en la psiquis de muchos compatriotas por el impacto de las carencias materiales que agudiza el bloqueo yanqui y la crisis que ha desencadenado la pandemia.
Como revela el analista en medios y contenidos audiovisuales Javier Gómez Sánchez, para dar credibilidad a esos contenidos oportunistas, se posiciona como «líderes de opinión», a músicos, humoristas, actores y todo tipo de figuras públicas, siempre y cuando sus publicaciones sean lo suficientemente superficiales, agresivas y supuestamente contestarías, logrando cierta descomposición de debates legítimos y críticas necesarias a esas posiciones,
El Teólogo y fraile dominico Frei Beto describe con transparente crudeza la realidad que se amplifica en las redes sociales digitales y fuera de esos ámbitos también: “Toda la presión de los medios de comunicación, publicidad, películas, telenovelas va dirigida a evitar que la gente quiera cambiar el mundo17. En otro momento denuncia: “Ya no son paradigmas altruistas, solidarios, como el Che, Camilo, Fidel, Raúl. La gente quiere imitar a los consumistas, sus cantantes, deportistas, porque son las imágenes que el capitalismo proyecta y los jóvenes quieren una razón de vivir, todos nosotros la queremos, y es una disputa permanente entre quienes quieren llevar a los jóvenes a su redil. Pero no es fácil vivir en un mundo en el que el neoliberalismo proclama que la utopía está muerta, que la historia ha terminado, que no hay esperanza ni futuro, que el mundo siempre va a ser capitalista, que siempre va a haber pobres, miserables, y ricos, y que, como en la naturaleza, siempre va a haber día y noche y eso no se puede cambiar”. Según esos postulados, usted puede cambiar de camisa, de cabello, de anteojos, de carro o de cerveza, pero jamás cambiar su realidad política.
En otro momento ironiza: “Y es que el consumidor sueña con “alcanzar el estatus del producto”, porque increíblemente ʻla mercancía tiene marca, estatus, agrega valor a quien la llevaʼ. Y en los grupos de adolescentes se imponen las mercancías como señal identitaria. Si el sujeto se niega a ostentar estos objetos, “corre el riesgo de ser excluido (…) del círculo social que establece como código de identificación cierto nivel mínimo de patrón de consumo”. Concluyendo: “(…) los jóvenes ponen en su vida cuatro cosas: dinero, fama, poder y belleza (…)”
Para enfrentar este novísimo y complejo escenario, el destacado intelectual Atilio Borón propone el vínculo del trabajo intelectual con las prácticas emancipatorias de las fuerzas sociales que luchan por construir un orden social más justo, con un sujeto que no sea solo “bienpensante”, sino que tenga la valentía de nadar a contracorriente y decir que el capitalismo –al igual que el imperialismo, su necesario corolario– es un sistema histórico y que su desaparición, si bien no inminente, es inexorable. Por eso es que le parece urgente y necesario entablar una discusión en torno a la situación actual de las universidades y su capacidad, o no, de fomentar el desarrollo del pensamiento crítico22.
Para los profesores españoles de Psicología Carlos Saíz Sánchez y Silvia Fernández Rivas las respuestas a estos complejos escenarios están en desarrollar una didáctica, que desde la disciplina de Psicología del Pensamiento, permita a los estudiantes dominar las habilidades de razonamiento, de toma de decisiones y de solución de problemas, sentenciando que la enseñanza debe orientarse, necesariamente, hacia el manejo de los diferentes modos de razonar y decidir para resolver.
El profesor mexicano de Filosofía Juan Diego Ortiz Acosta, aprecia que la contribución a la solución está en “convertir el saber teórico en un saber práctico de utilidad para la gente, pero no en una utilidad hedonista y pragmática, sino de recuperación de lo humano, de lo que nos hace reconocernos como iguales, de lo justo, de recuperar capacidades para darle sentido social a la vida. Uno de los retos de la filosofía es pensar y hacer pensar a los estudiantes desde fuera del capitalismo y fuera de la democracia formal occidental para, precisamente, crear nuevas teorías y prácticas que nos conduzcan a otros modelos de bienestar social… pero esto sólo puede ser viable cultivando un pensamiento crítico que posibilite nuevas alternativas”.
En nuestro criterio un sujeto portador de un pensamiento crítico, tiene que estar dotado de determinadas habilidades cognitivas como valorar, interpretar, definir, argumentar, explicar, sintetizar, describir y comparar; lo que de seguro lo convierte en un sujeto discernidor de lo bueno y lo malo; lo positivo y lo negativo; lo correcto y lo incorrecto; lo justo y lo injusto; lo útil y lo banal; lo feo y lo bello; lo decente y lo indecente; lo delicado y los grotesco; lo amable y lo grosero; lo sensible y lo cínico; entre otros pares dialécticos.
Pero no solo desde la dimensión cognoscitiva se proyecta el pensamiento crítico, sino lo imprescindible de portar determinados valores y cualidades, que lo convierten en un sujeto consciente, responsable y comprometido con los valores morales de la Humanidad, de la sociedad cubana y con la defensa de su proyecto revolucionario y socialista. Todo ello, a partir del refuerzo a esa personalidad que supone la influencia de recursos axiológicos, políticos, éticos, estéticos y simbólicos.
Pero ese sujeto crítico-pensante tiene que formarse en instituciones educativas en estrecha responsabilidad con la familia y otros actores sociales. A la vida nueva debe corresponderle una escuela nueva, capaz de transformar los sitios de redes sociales y digitales en ambientes propiciadores de la educación y la reafirmación político-ideológica y de cultura general de quienes accedan a ellos.
Una primera respuesta para lograrlo está en la sentencia martiana de que: “Se pelea cuando se dice la verdad… Se pelea cuando se organizan las fuerzas para la victoria. Se pelea cuando se demora el pelear hasta que los ejércitos están en condición de aspirar a vencer”. Para conquistar el Cosmos, los profundos océanos, desentrañar el mundo microscópico y adentrarse en los secretos, misterios y desafíos del Universo, la Naturaleza, la Sociedad y el Pensamiento, en sus más de 10 milenios de existencia como homo sapiens, el ser humano encontró un modo: prepararse y prepararse bien para triunfar.
Por ejemplo, desde nuestras instituciones educacionales, con énfasis en las universidades del país, se pudieran diseñar políticas de trabajo (buenas prácticas) para el uso de los sitios de redes sociales digitales por parte del personal docente, no docente y estudiantes, también promover programas de estudio o curriculares que proyecten cursos y/o asignaturas sobre estos contenidos y realidades. Tenemos que posicionarnos en internet con páginas y sitios web (se incluyen los blogs personales) de los directivos, docentes, departamentos, facultades, direcciones, grupos estudiantiles, las organizaciones políticas y el Sindicato.
En las redes más usadas (Facebook, Twitter, WhatsApp…) se debe intencionar (evitar improvisaciones) y dirigir (no dejar las iniciativas e ideas a la espontaneidad y voluntarismo de entusiasta activistas) publicaciones, comentarios, opiniones sobre noticias sobre el acontecer nacional, internacional, territorial, local e institucional.
Los espacios de debates como los foros On Line, el intercambio con especialistas en los tópicos más diversos y de interés de los cibernautas y otras iniciativas de este tipo, con énfasis en brindar respuestas y esclarecimientos a dudas, inquietudes, lagunas cognoscitivas, y la oportunidad para las réplicas y contrarréplicas a opiniones contrarias, falacias, manipulaciones, o noticias falsas serían exitosos antídotos contra la desinformación, la tergiversación y la subversión política e ideológica..
Somos un país víctima del terrorismo, organizado, financiado y ejecutado en la mayoría de los casos desde los Estados Unidos. Continúan las campañas de subversión e intoxicación ideológica promovidas por agencias y entidades de los Estados Unidos, dirigidas a desprestigiar a Cuba, a calumniar la Revolución, a tratar de confundir al pueblo, a fomentar el desánimo, la desidia, la inconformidad, exacerbando las contradicciones internas.
Están concebidas para aprovecharse de la escasez material incuestionable, de las dificultades que enfrenta nuestra población, como consecuencia del efecto combinado de la crisis económica global, la pandemia de la COVID-19 y del reforzamiento del bloqueo económico.
Esa realidad encuentra el oportunista y manipulado reflejo en sitios de redes sociales digitales. Para interactuar dentro de ellas, no perder las batallas ideológicas y culturales, se impone formar y desarrollar sujetos con pensamiento crítico y fomentar ambientes de educación y reafirmación político-ideológica y cultural general.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS EMPLEADAS
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- C. Ernesto Estévez Rams. “La Dictadura del Algoritmo”. Programa Mesa Redonda. 4 de junio de 2021.
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- Frei Betto: “Consumo, luego existo”.http://www.especienpeligro.net/index.php/consumismo/322-consumo-luego-existo.
- Javier Gómez Sánchez | internet@granma.cu “Guerra mediática: de la racionalidad a la emotividad”. 28 de julio de 2020.
- Javier Gómez Sánchez. “La Dictadura del Algoritmo”. Programa Mesa Redonda. 4 de junio de 2021.
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- Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Twiter del día 19 de marzo de 2021. Periódico Granma. 19 marzo 2021.
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- Karima Oliva Bello | internet@granma.cu. 8 de junio de 2021