El profundo periodista pregunta:

“-¿Ha creído siempre en Fidel?”

El interpelado responde:

“- No siempre confié en Fidel”.

“-¿Por qué?”, insiste el periodista.

“Pensé que era una locura lo del Moncada[1]. Él tuvo razón. Estimé que la lucha contra el ejército era imposible[2] para un grupo de jóvenes. Él tuvo la razón. Consideré que era una locura intervenir las empresas yanquis[3]. Él tuvo razón. Di por cierto lo que dijo Adlai Stevenson, el embajador norteamericano en las Naciones Unidas, cuando afirmó que eran aparatos cubanos los que bombardearon las bases aéreas cubanas horas antes de la invasión por Playa Girón. Fidel dijo que eran aviones yanquis. Él tuvo razón. Cuando la Crisis de Octubre[4] valoré que Fidel debía ser más flexible para evitar una confrontación nuclear. Fidel se mantuvo en la línea de dignidad. Él tuvo razón”. 

“-¿Y ahora?”, concluye el periodista. 

“A partir de entonces prefiero que sea él quien piense. Es lógico que tenga más razón que quien, como yo, se ha equivocado tantas veces”[5].

Esa conclusión no la dijo un “seguidor imantado” de la personalidad del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, sino un profundo y veterano escritor y periodista cubano, que por su formación burguesa no siempre simpatizó con el proceso revolucionario ni con su líder histórico. A fuer de objetividad, sentido común, pensamiento dialéctico y racional, y una raigal cubanía, cambió la lógica “seducción” que experimentaron no pocos intelectuales ante la talla cultural y revolucionaria del Jefe de la Revolución cubana, por profundas convicciones acerca de las capacidades de estadista y líder de masas que “envolvían” la figura de Fidel.

Otro de su tamaño intelectual, revolucionario y antimperialista, el Guerrillero Heroico, Ernesto “Che” Guevara, sobre sus dotes de conductor y líder valoró:

“(…) Fidel es un hombre de tan enorme personalidad que en cualquier movimiento donde participe, debe llevar la conducción”. “Pero tiene otras cualidades importantes, como son su capacidad para asimilar los acontecimientos y las experiencias, para comprender todo el conjunto de una situación dada sin perder de vista los detalles, su fe inmensa en el futuro, y su amplitud de visión para prevenir los acontecimientos y anticiparse a los hechos, viendo siempre más lejos y mejor que sus compañeros (…)”[6]

¿Y de dónde emanaba tal autoridad en Fidel?, sería el propio Che quien se encargaría de revelarlo mejor que nadie:

“(…) si nosotros estamos hoy aquí y la Revolución Cubana está aquí, es sencillamente porque Fidel entró primero en el Moncada, porque bajó primero del Granma, porque estuvo primero en la Sierra, porque fue a Playa Girón en un tanque, porque cuando había una inundación fue allá y hubo hasta pelea porque no lo dejaban entrar (…), porque tiene como nadie en Cuba, la cualidad de tener todas las autoridades morales posibles para pedir cualquier sacrificio en nombre de la Revolución”[7].

Eso explica porqué causó tanto impacto el discurso de Fidel el 17 de noviembre de 2005, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana:

“Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo…”[8]

“¿Es que las revoluciones están llamadas a derrumbarse, o es que los hombres pueden hacer que las revoluciones se derrumben? ¿Pueden o no impedir los hombres, puede o no impedir la sociedad que las revoluciones se derrumben?… ¿Creen ustedes que este proceso revolucionario, socialista, puede o no derrumbarse?”[9] 

“¿Puede ser o no irreversible un proceso revolucionario?, ¿cuáles serían las ideas o el grado de conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario? Cuando los que fueron de los primeros, los veteranos, vayan desapareciendo y dando lugar a las nuevas generaciones de líderes, ¿qué hacer y cómo hacerlo? Si nosotros, al fin y al cabo, hemos sido testigos de muchos errores, y ni cuenta nos dimos”[10].

“Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra”[11].

La contundencia de los juicios emitidos acerca de errores cometidos, conocidos y sufridos en sus consecuencias y que eran amortiguados por la formación ideológica de la ciudadanía y por la tradicional resistencia revolucionaria ante los embates del imperialismo norteamericano, sacudieron la conciencia de todos. El líder revolucionario emitía una señal nunca antes dicha públicamente por nadie. Cuanto se decía sobre la posibilidad de desaparición de la Revolución cubana, era a partir de la criminal y agresiva política de los gobiernos norteamericanos, nunca a partir de la dimensión: autodestrucción.

“Con razón, el querido amigo Bouteflika[12]… expresó que Fidel poseía la extraordinaria capacidad de viajar al futuro, regresar y explicarlo”[13]. ¿Había ido al futuro el líder guerrillero y por lo que vio sobre Cuba vino a alertar o vaticinar?

Pesaba mucho en el imaginario popular y en los laboratorios de la Inteligencia Imperial los “vaticinios” de Fidel, algunos verdaderamente insólitos:

  • 18 de diciembre de 1956. Después de prácticamente aniquilado el destacamento de 82 expedicionarios, que trece días antes habían sufrido un golpe demoledor en los alrededores de “Alegría de Pío”, mermado a dos pequeños grupos de apenas doce hombres y siete fusiles, Fidel le dice a su hermano Raúl, que son suficientes para “Ganar la Guerra” y 24 meses y 13 días después de ese encuentro triunfa la Revolución Cubana.
  • Un jefe guerrillero contó cómo Fidel le dio la orden de preparar una emboscada con siete días de antelación, en un sitio escogido y detallado por él. El guerrillero ciegamente fue hasta el lugar ordenado, su sorpresa fue tal, porque era como lo había descrito Fidel, pero su asombro fue mayor, cuando después de una semana exacta de espera, por ese preciso lugar apareció la fuerza militar adversaria prevista por Fidel y el Jefe guerrillero pudo cumplir con éxito la misión. La celebridad de Fidel como “adivino” creció entre las tropas y la población campesina.
  • En el año 1973, Fidel ofreció una conferencia de prensa sobre los resultados e impresiones de su visita al Chile de Allende[14], un periodista británico le preguntó, cuándo Estados Unidos y Cuba normalizarían las relaciones diplomáticas y Fidel respondió: “Cuando en Estados Unidos exista un Presidente negro y en el Vaticano un Papa latinoamericano”. El 17 de diciembre de 2014, los presidentes de Cuba y EE.UU., Raúl Castro Ruz y Barack Obama, respectivamente, anunciaban al mundo el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, exactamente 41 años después de la predicción de Fidel.
  • “El 26 de julio de 1989, en la ciudad cubana de Camagüey, Fidel predijo, con dos años y medio de antelación, la desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista, y aseguró ante el mundo que si se dieran esas circunstancias, Cuba continuaría defendiendo las banderas del socialismo”[15], esta última predicción también se ha venido cumpliendo.
  • Otras se han venido consumando, la destrucción de las condiciones naturales de vida de la especie humana, en donde el orden económico injusto del Mundo y los patrones irracionales de consumo que el Capitalismo desarrollado le impone a los países menos desarrollados está provocando que sea casi irreversible el deterioro del Medio Ambiente; que el saqueo, las guerras, las sanciones económicas no son el camino de la paz ni de la solución de los graves problemas de la humanidad; que la Deuda Externa es impagable; que el Mundo es ingobernable por una o grupo de potencias imperialistas… y que otro Mundo Mejor es Posible, pero hay que construirlo con solidaridad, internacionalismo, justicia social y humanismo.

El politólogo y periodista franco-español Ignacio Ramonet, quien le conoció bien, con relación a esta cualidad de Fidel señala: “(…) Una autoridad que le confiere su cuádruple carácter de fundador del Estado, de teórico de la Revolución, de jefe militar victorioso y de conductor, desde hace 46 años, de la política de Cuba, a lo que muchos añaden otro rasgo distintivo: su condición de principal crítico y opositor de lo mal hecho”[16].  Por tanto, lo que dijera Fidel era verdad incuestionable.

La formación rebelde y estoica del niño, adolescente y joven Fidel Castro, templaron las cualidades revolucionarias que definieron al Comandante en Jefe; eso le llevó a incorporar a su personalidad el rigor de análisis, la precisión en los juicios y decisiones, y la debida atención a los detalles. De ahí que sea comprensible su ejercicio de la crítica como recurso educativo de los defectos humanos, como instrumento político para la corrección de hechos y conductas desviadas y como mecanismo de alerta temprana a posibles fracasos o desastres en las vidas individuales o en los procesos sociales.

Ese día Fidel no vaticinó, sino que alertó a su pueblo y sobre todo a las generaciones futuras de cuadros dirigentes del país. Ese día Fidel habló con el mismo optimismo y fe en la victoria que le caracterizaba, aun más en los momentos más difíciles. No hubo desaliento ni derrotismo, sino objetividad, serenidad y análisis, ante los colosales desafíos que enfrentaría la nación.

En el plano individual el desafío más difícil es superar los propios errores y defectos que se poseen y los vicios que se adquieren. En el plano social y nacional, los retos mayúsculos son los de derrotar la herencia capitalista que todavía lastra una parte de la cultura económica y organizacional del trabajo, de algunos funcionarios y trabajadores, que lo expresan en actitudes burocráticas y corruptas. Es grande el obstáculo a vencer y que supone “exorcizar” los valores, símbolos y modos de vivir, pensar, sentir y hacer de las sociedades de consumo que por instinto, reflejos condicionados o elección mimética comienzan a incorporar y reproducir no pocos jóvenes en nuestra sociedad.

“Debemos estar decididos: o derrotamos todas estas desviaciones y hacemos más fuerte la Revolución destruyendo las ilusiones que puedan quedar al Imperio, o podríamos decir: o vencemos radicalmente esos problemas o moriremos”[17], dijo Fidel esa noche a los jóvenes.

“… aprendimos a pensar, aprendimos a crecernos, aprendimos a multiplicar nuestras fuerzas para estar a la altura de la colosal dimensión del adversario”[18]. También señaló con el proverbial optimismo y confianza que tenía en los jóvenes y en las futuras generaciones de  cubanos

Otra alerta nos regaló: “No hay que confiar nunca en el imperialismo, es traidor y capaz de cualquier cosa: torturas en Guantánamo, torturas en las prisiones de Iraq, cárceles de torturas en países ex socialistas, usa fósforo vivo, y después afirma: Es la más inocente y legítima de las armas”[19]. No es casual que coincida con el vigente llamado guevariano de “no confiar en el imperialismo yanqui, ni tantito así: ¡NADA!”.

 

Notas:

[1]Antiguo cuartel “Moncada”, hoy Ciudad Escolar 26 de Julio. Asaltada por un grupo de 95 jóvenes encabezados por Fidel Castro Ruz, el 26 de julio de 1953. Constituía la segunda fortaleza militar en importancia de la dictadura de Fulgencio Batista.

[2] En la llamada “Ofensiva de Verano” del año 1958, la dictadura batistiana concentró en el firme de la Sierra Maestra (mayor macizo montañoso de Cuba, que abarca todo el sur-sureste del país) un total de 10 mil efectivos sólidamente armados y asegurados logísticamente desde la Base Naval Yanqui, que usurpa ilegalmente una porción del territorio cubano en la Bahía de Guantánamo. Ejército que desplegó unidades de la Marina, la Fuerza Aérea, la Artillería, unidades blindadas, paracaidistas, infantería ligera; todas agrupadas en 14 batallones, desplegados en un área de 25 kilómetros cuadrados y enfrentando un ejército guerrillero de alrededor de 300 efectivos (incluyendo una pequeña unidad de mujeres: “Las Marianas”) y con poco parque y armamento.

[3] Nacionalizaciones en Cuba. Conjunto de medidas emprendidas en 1960, como parte del plan de desarrollo económico de Cuba, reafirmación soberana y obtención de la independencia económica.  La Revolución Cubana nacionalizó las empresas norteamericanas a fines de 1960 y, como consecuencia de esta medida y anteriormente (el 19 de mayo de 1959 Fidel Castro Ruz firmó La Ley de Reforma Agraria), se agudizó el diferendo EE.UU.-Cuba, que llega hasta la actual fecha.

[4] Crisis de Octubre. Conocida internacionalmente como Crisis de los misiles y en la Unión Soviética como Crisis del Caribe (Карибский кризис). Es dentro de la confrontación histórica entre los Estados Unidos y Cuba, y en opinión de especialistas de todas las relaciones internacionales contemporáneas, el incidente más peligroso por el que atravesaron ambos países y el mundo durante el período de la Guerra Fría. De la larga lista de agresiones del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, reviste singular importancia lo ocurrido en la semana comprendida entre el 22 y el 28 de octubre de 1962. Limitada en sus posibilidades de manifestación militar a la toma de algunas medidas que dieran cierta capacidad de respuesta a los planes agresivos de Washington y mantenida al margen del proceso de negociación entre la URSS y los Estados Unidos, el papel protagónico de Cuba durante la crisis de octubre se centró en el terreno político y diplomático. Demostró la Dignidad del Pueblo cubano y la elevada estatura estadista del joven Fidel Castro Ruz.

[5] Luis Báez. “Los que se fueron. Los que se quedaron”. Casa Editora Abril. La Habana. 2008. Fragmentos de entrevista al escritor Enrique Núñez Rodríguez. p. 312.

[6]  “El Che sobre Fidel”. Edición Especial. Agosto 2016. Sábado 13. Periódico Granma. p.3.

[7] Ídem.

[8] Fidel Castro Ruz. “Discurso pronunciado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana”. 17 de noviembre de 2005. Sitio “Fidel Soldado de las Ideas”. Cubadebate. www.fidelcastro.cu

[9] Ídem.

[10] Ídem

[11] Ídem

[12] Abdelaziz Bouteflika. Militar y político argelino. Presidente de la república Argelina Democrática y Popular desde 1l 27 de abril de 1999 hasta su renuncia el 2 de abril de 2019. Falleció el 17 de septiembre de 2021.

[13] Raúl Castro Ruz. Discurso pronunciado en el acto político en homenaje póstumo al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel castro Ruz, el 3 de diciembre de 2016. Periódico Granma. 13 de diciembre de 2016. P. 26.

[14] Salvador Allende. Presidente de Chile desde 1970 hasta su derrocamiento y asesinato por el Golpe de Estado, orquestado por la CIA y ejecutado por Augusto Pinochet.

[15] Raúl Castro Ruz. Discurso pronunciado en el acto político en homenaje póstumo al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel castro Ruz, el 3 de diciembre de 2016. Periódico Granma. 13 de diciembre de 2016. P. 26.

[16] Ignacio Ramonet. “Cien Horas con Fidel”. Introducción. p. 7. Editorial de Ciencias Sociales. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. La Habana. 2018. Cuarta Edición.

[17] Ídem

[18] Ídem

[19] Ídem

Por REDH-Cuba

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