A la conferencia asistieron periodistas, fabricantes de vacunas, expertos en salud pública y representantes políticos de otros países, quienes recibieron una explicación y formularon preguntas a los representantes cubanos. Además de los precios solidarios para países de bajos ingresos, Cuba reiteró que también realizará transferencia de tecnología para producción local en aquellas naciones donde existan condiciones, como ha hecho ya en los casos de Vietnam e Irán. De igual forma, considerando que hay países donde no existe suficiente personal calificado ni infraestructura para realizar una vacunación masiva, La Habana ofrece enviar allí, o ampliar, sus brigadas médicas del contingente Harry Reeve ya existentes en esos lugares, para ofrecer formación y asesoría al personal que llevará a cabo las campañas de vacunación en los estados y territorios asociados a esta iniciativa. Esto es muy importante, pues tanto la organización humanitaria CARE como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han alertado sobre las vacunas que no pueden llegar a los brazos de sus destinatarios en ciertos países pobres por no existir la organización y la capacidad necesarias para el despliegue y aplicación de los inmunógenos. En lo referente a la transferencia de tecnología, ya Cuba está en conversaciones con más de 15 países para producir vacunas en sus instalaciones. Las vacunas cubanas están basadas en plataformas de subunidades de proteínas ya probadas a lo largo de los años, lo que hace muy fácil su almacenamiento, pues no requieren de temperaturas de congelación.
En esta actividad, Cuba tiene una exitosa experiencia. Por ejemplo, en 2014 y 2015, médicos cubanos, a solicitud de la ONU y la OMS, trabajaron contra el ébola en Guinea, Sierra Leone y Liberia, donde redujeron la mortalidad de los pacientes de 50 a 20 por ciento e introdujeron un eficaz programa de educación preventiva para impedir la propagación de la enfermedad. En enero de 2015, Cuba había entrenado a alrededor de 13 mil personas para enfrentar el ébola en 28 países africanos, además de 68 mil en América Latina y 68 en el Caribe. Desde el comienzo de la pandemia unos 40 países y territorios en cinco continentes han recibido brigadas médicas cubanas para combatir el mal.
En su turno en la conferencia, David Adler, coordinador general de la IP y jefe de su delegación a Cuba, expresó: Los anuncios realizados hoy por científicos cubanos deberían marcar un punto de inflexión en la historia de la pandemia del covid-19. Este paquete que salva vidas marca la pauta del internacionalismo de las vacunas y el camino hacia un nuevo orden internacional de la salud, en el cual la salud pública y la ciencia se sitúan por encima del beneficio privado y el nacionalismo mezquino
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Hace unos días la IP, que agrupa a miles de activistas de izquierda en el mundo, denunció que el banco holandés ING, plegándose a la aplicación extraterritorial del bloqueo a Cuba por Washington, había bloqueado los fondos destinados al viaje de su delegación a la isla. Este es un buen ejemplo del contraste entre la tradicional política solidaria de Cuba con los pueblos y el criminal cerco estadunidense contra la isla que Washington, en un acto de cinismo sin límites, aduce que su objetivo es defender los derechos humanos y castigar a los líderes cubanos. Es evidente que no conforme con su intento de matar por hambre y enfermedades a la población de la isla, también busca impedir que sus vacunas protejan la salud de millones de personas y salvar infinidad de vidas en el planeta.