Unos 40 proyectos subversivos contra Cuba recibieron en 2020 altas cantidades de financiamiento, según consta en la web de la Fundación Nacional para la Democracia (NED), uno de los brazos económicos de la política injerencista del Gobierno de Estados Unidos para desestabilizar gobiernos que no se alinean con el «deber ser» yanqui.
En 2020 se invirtieron más de cinco millones de dólares (5 077 788), a los que hay que sumarles los recursos aportados a las ONG y a fundaciones que no aparecen en el capítulo de Cuba, pero que actúan contra la Isla y, también, los fondos canalizados a través de la Usaid y de otros organismos similares, reveló el periodista argentino Héctor Bernardo, en un artículo publicado en Diario contexto.
El 23 de febrero de 2021 la NED publicó a quiénes entregó entre 20 000 y 650 000 dólares para intervenir en Cuba durante el año precedente. Su estrategia pública implica que se conozcan sus «esfuerzos» por defender dos de los pretextos imperialistas para entrometerse en asuntos ajenos: los derechos humanos y la democracia. A su vez, es evidente que pretenden motivar a mercenarios y proimperialistas a optar por dinero, a cambio de regalar la Patria.
Larga es la lista de beneficiados sobre la base de generar mentiras y enturbiar la opinión pública sobre Cuba, pero hay una línea común. Se trata de proyectos enfocados hacia sectores concretos de la población cubana (artistas, escritores, periodistas, cuentapropistas, mujeres, la diáspora…) y abordan temas específicos para inducir el disenso, algunos de los cuales hemos sentido «detonar» en redes sociales –especialmente– a lo largo de los últimos dos años (violencia de género, derechos humanos, libertad de expresión y de prensa, entre otros tópicos de su interés).
El acceso a internet, que durante años estuvo entre los principales asuntos objeto de financiamiento, ya no aparece, aunque continúan motivando el empleo de tecnologías que faciliten la circulación de noticias falsas y contenidos difamadores contra la Revolución.
Apuestan al desconocimiento de la institucionalidad cubana, como parte de lo que llaman la «promoción del pensamiento independiente», y recurren a trucos mediáticos para hacerse escuchar en Naciones Unidas.
Hasta los sindicatos, con su concepto profundamente defensor de lo justo, forman parte de la mirilla de la NED, que dedicó $ 230 000 a un grupo que en teoría brindaría asistencia a activistas laborales independientes en Cuba y trabajaría para promover los derechos laborales en el sector informal, algo que ya hace el Estado, y que en 2021 tomó fuerza con la aprobación de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Pero no fue solo Cuba el blanco de la NED en 2020. Como en ocasiones anteriores, durante este periodo también resultaron objeto de sus presiones Nicaragua y Venezuela, en primer lugar; seguidos por Ecuador, Bolivia, Brasil y México.
Como una serie de televisión poco novedosa, esto de la NED contra la Revolución continuará. Esperemos ahora su informe de gastos en 2021 para descubrir qué nuevo capítulo traen sobre el 11 de julio o el 15 de noviembre, episodios en los que seguramente invirtieron más de lo que obtuvieron.
Fuente: Granma