La Revolución Cubana continúa hoy marcando la transformación cultural en Cuba y Latinoamérica, según expusieron aquí integrantes del capítulo uruguayo de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad.


Fue un conversatorio en la antesala del Senado de la República, en la sede del Palacio Legislativo de esta capital, con presencia de amigos de la isla y miembros del cuerpo diplomático acreditado aquí.

El panel contó con los legisladores Micaela Melgar y Nicolás Viera,  el Coordinador de la REDH – Capitulo Cuba- Periodista y Escritor, miembro de la UNEAC, José Ernesto Novaes (desde Cuba); la historiadora Naguy Mancilla y el recientemente premiado periodista Fabian Cardozo, con la moderación de la economista Gabriela Cultelli, Coordinadora de la REDH, Capitulo Uruguay. En esta Red participan más de 40 países bajo los principios de la paz, en defensa de nuestro planeta, por la integración de los pueblos, por una economía emancipadora y solidaria, por la soberanía y legalidad internacional, la participación popular, la unidad en la diversidad y la cultura y el conocimiento para todas y todos; en defensa de la pluralidad y veracidad en la información, en defensa de la memoria. Este año cumple sus 20 años, surgida como iniciativa de Fidel Castro y Hugo Chávez, aunando fuerzas por un mundo mejor.

El encuentro recordó el asalto al cuartel Moncada por un grupo de revolucionarios comandados por Fidel Castro el 26 de julio de 1953, que los cubanos conmemoran como el Día de la Rebeldía Nacional.

La diputada Micaela Melgar, del Frente Amplio, recordó el rol de Haydée Santamaría, una de las dos mujeres que participaron en esa gesta, tanto en la lucha revolucionaria como en la conducción de la Casa de las Américas, punto de encuentro de intelectuales y artistas del continente.

Melgar refirió el rol protagónico en Cuba de las féminas, hoy a la vanguardia entre los graduados universitario y esenciales en los sectores de salud, educación y ciencia, entre otros.

En video grabado para la ocasión desde La Habana, el coordinador del capítulo cubano de la Red, José E. Novaes, significó que el ataque al Moncada, segunda fortaleza militar de la dictadura batistiana en Cuba, resultó la alborada de la revolución cultural en la isla, que irradió hacia otras latitudes.

La historiadora Naguy Marcilla rememoró el aporte de la otra heroína del Moncada, Melba Hernández, quien, subrayó, encarnó los valores solidarios e internacionalistas del proceso revolucionario cubano.

Por su parte, el diputado frenteamplista Nicolás Viera destacó la impronta de la Nueva Trova cubana en Uruguay, y también del aporte de personal médico de la isla que desde el Hospital de Ojos «José Martí» han recuperado la visión a miles de sus compatriotas.

Y el periodista Fabián Cardoso refirió el discurso de odio que prima en la agresión mediática y virtual contra la ínsula caribeña, donde -remarcó- la penetración de las redes sociales van acompañada de discursos para la desestabilización ideológica y campañas de difamación y mentiras.

Muchas son las y los compañeros que llevaron adelante esta proeza. El incansable liderazgo de Fidel asoma primero. Pero sin dudas el espíritu de Haydee Santamaría, aquella combatiente del Moncada y mil batallas, gestora de la Casa de las Américas, una especie de embajadora cultural de Cuba, que abriría puertas cuando ante el bloqueo y la agresividad mentirosa del imperio, como hoy, todo se cerraba.

Fueron y son, los grandes de las artes y la cultura, siempre con y construyendo revolución. Impulsando y siendo impulsados. La lista sería incansable, pero como no nombrar la Nueva Trova, Leo Brouwer, y tantos otros músicos maravillosos; o los geniales artistas plásticos Portocarrero, Lam, Víctor Manuel.Del teatro y del cine actrices y actores como Deysi Granados, Sergio Corrieri, y aquellos directores que hicieron historia como Titón, Pastor Vega, Ernesto Daranas. En la cultura cubana y en las letras muchos hicieron historia; Carpertier, por ejemplo, creador de lo “real maravilloso” que resignificó las letras de la patria grande. Fue representante cultural de Cuba y su Revolución en su embajada en Francia.

Pero en julio, hablar de la cultura cubana es hablar del poeta Nicolás Guillén, nacido un 11 de julio de 1902, en la provincia de Camagüey, en Cuba. Fue creador y representante de la poesía negra, “Considerado el principal representante de la poesía negra, afrocubana o -como él prefería- «mulata», Nicolás Guillén es también ejemplo paradigmático del viraje hacia la rehumanización y el compromiso que caracteriza el proceso poético del periodo postvanguardista. Poeta Nacional de Cuba, agudo periodista y destacado activista político, su figura y su obra, marcadas siempre por la implicación en el contexto social y político de su país, transcienden no obstante esa circunstancia para convertirse en referencias imprescindibles de la poesía latinoamericana contemporánea”, citamos de la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.

“Motivos de Son” es el libro que lanza al poeta a la fama en 1930 y en 1937 se encontraba en la España Republicana, en plena Guerra Civil para participar en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, celebrado en Barcelona, Valencia y Madrid, dónde se relaciona con Machado, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Rafael Alberti, Cesar Vallejo, León Felipe y todos aquellos gigantes. Ya con el triunfo revolucionario en su país, fue fundador y presidente de la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba). Fallece también en julio, el 16 de 1989, en La Habana.

Es que Cuba en julio es el Moncada, es de la cultura y es Guillen. Revolución y Cultura, que regaron su empuje ferviente por toda la América Latina, retroalimentándose en ricas épocas de empuje de masas y creatividad desatada.

Por REDH-Cuba

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