Indiscutiblemente, los médicos cubanos han salvado la sanidad pública en Calabria, donde los 170 sanitarios enviados desde la isla caribeña han evitado el cierre de cuatro hospitales y garantizado el acceso de los ciudadanos a la sanidad pública en numerosas guarniciones que habrían tenido que cerrar sus puertas por falta de personal especializado. Y lo mismo está ocurriendo en Cerdeña, donde, de forma similar, la sanidad pública corría el riesgo de ser clausurada.
Fuente: Faro di Roma
“¡Médicos, no bombas!”, recuerda el prof. Luciano Vasapollo, decano de Economía en La Sapienza de Roma y fundador de la Escuela de Economía Antropológica y Decolonial de la misma Universidad, así como, con Rita Martufi, del Capítulo Italiano de la REDH – es el eslogan lanzado por Fidel Castro para transmitir el espíritu de la iniciativa de las Brigadas Médicas, que es en realidad lo contrario del envío de armas que venimos observando con consternación en los últimos meses, constatando la bajeza de la política exterior italiana y europea respecto a la guerra de Ucrania y el asedio a Gaza, que se está convirtiendo en un genocidio, y para detener el cual estaremos en la plaza el sábado 27 de enero a pesar de la prohibición de manifestarse impuesta por este gobierno cómplice de las masacres. Mientras Occidente exporta instrumentos de muerte (y a menudo instructores militares y mercenarios) Cuba ha aumentado el número y tamaño de estas Brigadas, enviando unos 3000 nuevos médicos a 26 países (entre ellos Italia). En total, en los últimos 59 años, las misiones de médicos cubanos en el extranjero han comprometido a más de 400.000 trabajadores de la salud en 164 países”.
‘Más de 4 millones de casas populares, una enorme inversión en la educación de los jóvenes a través de escuelas y universidades, pero también el sistema de orquestas juveniles que no tiene igual en el mundo, y la cohesión social en el territorio gracias al desarrollo de una economía y agricultura comunitarias, representan’, continúa Vasapollo, ‘los logros del gobierno bolivariano en Venezuela, donde a pesar de la oposición de los grandes terratenientes y oligarcas, avanza el proyecto de construir el socialismo bolivariano con la comuna como “su célula básica”. Se trata de un cambio de perspectiva con respecto a las experiencias anteriores de transición al socialismo vividas, por ejemplo, en Europa del Este, en el sentido de que privilegia la humanidad como valor fundamental. Y es este espíritu el que inspira también a la Red de Artistas e Intelectuales en Defensa de la Humanidad, la REDH, que fue deseada por Fidel Castro y ahora está extendida por muchos países, entre ellos Italia, donde Vasapollo y Martufi, pero también este periódico digital, llevan a cabo sus batallas.
Su objetivo declarado es salvaguardar a la humanidad de las guerras criminales alimentadas por la producción y venta de armas y la imprudente gestión capitalista de la economía, que pisotea la dignidad de las personas y la integridad del medio ambiente. En 2009, el mismo año en que lanzó el proyecto de la UE en Venezuela, Hugo Chávez asistió a la cumbre climática COP15 en Copenhague. Allí habló brillantemente, bromeando que si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado. Recordando ligeramente a Karl Marx y Frederick Engels, señaló que había un virus infestando la conferencia y era el capitalismo. También mencionó que uno de los mejores eslóganes que había escuchado en las protestas callejeras era “¡No hay que cambiar el clima, hay que cambiar el sistema!”. En su discurso, que fue recibido positivamente por activistas de todo el mundo, Chávez nunca mencionó que se había lanzado en verano, pero el hecho es que el proyecto de socialismo comunitario que estaba surgiendo en Venezuela en ese momento es precisamente el tipo de cambio de sistema que podría salvar el clima y el Sistema Tierra en general”.
Profesor Vasapollo, ¿es actual esta propuesta inspirada en los ideales marxistas, en un mundo que parece haber dado la espalda a todo ideal de bien común?
El socialismo es un proceso en ciernes, la construcción de una nueva sociedad. En la construcción del socialismo, es evidente que es siempre la actualización contextualizada en la realidad la que debe guiar la práctica del ideal; si no hubiera una especie de representación de la planificación en términos contextuales económicos, sociales y políticos, es decir, la capacidad de cambiar a las condiciones cambiantes nacionales e internacionales, no sería socialismo, sería dogma.
Los dogmas son dogmas religiosos. El socialismo, en cambio, existe porque los hombres lo construyen en los diferentes contextos en que nos encontramos. No es casualidad que Bolivia lo implemente de una manera, Venezuela de otra y Cuba de otra.
El dinamismo político del socialismo cubano es reconocido históricamente; incluso en el período en que existió un fuerte vínculo con la Unión Soviética, Cuba siempre ha mantenido la independencia de su propio proceso de planificación. Cuba nunca ha abandonado su propia configuración basada en la independencia, su propia autonomía, su propia búsqueda autodeterminada, a pesar, por supuesto, de los vínculos con otros países socialistas o antiimperialistas. Analicemos también las contradicciones y diferencias de enfoque, que sin embargo llevan a que los procesos de transición al socialismo se hacen construyéndolos, como dicen los latinoamericanos: “¡Se hace camino al andar!”. No entender esto, lo mucho que nos afecta directamente aquí y ahora, significa ni siquiera tener una comprensión del juego que está en juego, de cómo salir de la crisis del capitalismo convirtiéndola en una oportunidad para la clase que vive del trabajo. No comprender que la mariposa socialista sigue volando. ¡Bate sus alas y se enfrenta resueltamente a la tormenta de la crisis sistémica del capital! Sin embargo, vuela, ¡como si volara!
A finales del siglo pasado, por tanto, se dio por muerto al socialismo, con su fuerza propulsora del cambio, como si se hubiera desvanecido de la noche a la mañana con la caída de la URSS…
No fue así, y el Movimiento de Resistencia Global Internacional, que tiene sus raíces en América Latina, da testimonio de ello. Observando cómo este movimiento se articula diferencialmente según las contingencias históricas, podemos reconocer esta tendencia y trabajar por la construcción de un bloque articulado de resistencia antiimperialista y anticapitalista que viva en la dinámica de las transiciones y la práctica revolucionaria del socialismo.
De hecho, lo único que podemos hacer es seguir promoviendo, organizando y apoyando todo tipo de iniciativas políticas antiimperialistas que exijan, por ejemplo, el fin inmediato del bloqueo que asfixia a Cuba y exalten la libertad de los revolucionarios cubanos, defendiendo el proceso socialista revolucionario… Cuba, con la crisis económica internacional, está llevando a cabo una resistencia decididamente heroica, una resistencia y defensa del socialismo en la que participan el pueblo y el gobierno dirigidos por un partido comunista fuerte y dinámico.
El cierre de una época quizás demasiado asistencialista, la necesidad en la fase actual de dar un gran impulso a la productividad del trabajo y a la eficiencia socialista para lograr no sólo una mejor redistribución de la renta sino una redistribución más justa de la riqueza social producida, las reglas no sólo no se desvían sino que se mueven en los edificios de las condiciones actuales en la dirección de la voluntad de lograr uno de los principios básicos del socialismo: donde cada uno según sus capacidades a cada uno según su trabajo.
Para aquellos que trabajan en los procesos de transformación radical y real, la convención de la importancia fundamental que la experiencia de los comunistas cubanos representa en términos de ejemplo y sacrificio para todos los revolucionarios, los antiimperialistas vienen los viejos capitalistas en todo el mundo, para el relanzamiento de la iniciativa de toda la clase y el movimiento comunista internacional. La sigla de Cuba nos muestra lo que es en las condiciones ideales de hoy también nuestra práctica concreta de la propuesta política para construir los caminos aquí y ahora que se dirigen a la superación del modo de producción capitalista estamos seguros de que todo esto es suficiente en este momento para dejar claro en contra de las divagaciones
Como economista, ¿crees que es realista que un proyecto anticapitalista pueda resistir las guerras militares y económicas emprendidas irresponsablemente por Occidente?
Todo el sistema del modo de producción capitalista sólo entrará en crisis si las fuerzas negativas del movimiento obrero y de clase se orientan en el largo proceso de superación de la crisis económica en el terreno de la política, con los elementos constitutivos de la transformación definitiva de otro modo de producción con un sistema de relaciones socialistas. Por eso el marxismo es una verdadera y completa ciencia al servicio de la humanidad para leer e interpretar los fenómenos sociales políticos y económicos, sus tendencias para transformarlos en un movimiento capaz de superar radicalmente el actual estado de cosas, en la construcción del socialismo del y para el siglo XXIII.
Devemos agir pensando que se outro mundo é possível porque é necessário, é se formos capazes não apenas de reorganizar a sociedade, ou seja, de profundas transformações socioeconômicas, mas de uma profunda revolução política, como ocorreu durante o século XX. Um reinício que deve ser implementado nas várias maneiras e formas possíveis, dadas pelo contexto histórico atual, capaz de fornecer respostas às questões que foram colocadas na tentativa de construir uma sociedade fora das leis do capital nos caminhos de transição e que se tornaram ainda mais urgentes e dramáticas desde a queda do Muro de Berlim. A noite dos povos do Oriente Médio e os processos em andamento de transição para o socialismo na América Latina fazem parte do movimento de resistência global, e é nesse contexto que a ação dos comunistas e anti-imperialistas na Europa e nos países capitalistas avançados deve ser colocada. Hoje, certamente temos a necessidade de iniciar e manter um diálogo e um confronto abertos com todas as organizações de classe, precisamente porque nos sentimos parte da dimensão internacional do movimento de classe na resistência global. Fica claro que há uma ofensiva real e não apenas um confronto de forças de classe contra o capitalismo. E na construção da dinâmica da transição para o socialismo no século XXI, a América Latina tem um papel muito importante a desempenhar, onde não apenas um processo de integração para um caminho de autodeterminação está em andamento, mas hoje é precisamente a Nuestra América de Martí, de Bolívar, de Che Guevara que está jogando o jogo no mais alto nível do conflito internacional capital-trabalho.
Qual é o papel da classe trabalhadora nesse conflito? E qual é o papel dos intelectuais reunidos na REDH?
LA victoria de importantes procesos revolucionários en curso não tem apenas conotações antiimperialistas e antiliberalistas, mas tienen una caracterización fuertemente clasista e con todos los conteúdos diversificados e contraditórios própios de transicion socialista, ou seja, vem do âmbito do papel de vários movimentos dinâmicos de classe e de alguns partidos comunistas a partir da referência fundamental representada pelo cubano.
Debemos recuperar el sentido de la história, sabiendo que el socialismo es una política, é um modelo de organização econômica e social que não pode e não deve ignorar o curso dos acontecimentos históricos. Sempre diante de nós, devemos ver a lição histórica que Marx e Engels nos deixaram ao enfatizar que “para nós, o comunismo não é um estado de coisas que deve ser implementado de acordo com promessas imaginárias ou um ideal ao qual a realidade deve se submeter. Chamamos de comunismo o movimento real que cancela e supera o atual estado fechado das coisas”. Essas são frases históricas com diferentes contextos internacionais e, portanto, com condições econômicas produtivas típicas do momento, mas que determinam um caminho notável para a transição e que só podem ser interpretadas dentro da dinâmica de um contexto e, certamente, não como válidas sempre e, em todo caso, não devem ser associadas a diferentes contextos espaço-temporais. Os companheiros cubanos nunca apoiaram o socialismo de mercado, pois sabem muito bem, como demonstraram em 60 anos de resistência revolucionária, que a construção do socialismo e de seus princípios básicos, como a liberdade, a igualdade, o direito ao trabalho e a cobertura social, a educação e a saúde para todos, implica – durante um período mais ou menos longo de transição – a necessidade de coexistir, como aconteceu historicamente, com o mercado e com as formas capitalistas de dinheiro e, portanto, é essencial fortalecer as relações políticas, econômicas e comerciais internacionais.
Mas o capitalismo atual também se tornou sanguinário em sua conotação internacional, levando o Ocidente a um novo massacre…
A atual crise internacional do capitalismo deve ser estudada e abordada como uma crise sistêmica. É uma crise global, ou seja, uma crise econômica e financeira que também se evidencia como uma crise não apenas ambiental, convivendo com uma acentuada escassez de alimentos e de energia, mas também como uma crise de ideologia e civilização e, portanto, é essencial um forte renascimento da cultura e da prática da luta de classes. A começar pela afirmação mesmo em países onde a transição para o socialismo está em andamento, pois somente com o desengajamento da luta de classes é que se reafirmará uma iniciativa política cultural socialista e um planejamento econômico sociopolítico, com a expressão da dinâmica social que coloca em primeiro lugar o papel do Estado na realidade de classe do socialismo. Mas, para isso, o tipo de alianças internacionais deve ser valorizado como um instrumento de revitalização que pode ocorrer de maneira diversa dos importantes processos de mudança nos vários países da Alba.
Obviamente la forma y modalidad de las transiciones venezolana es diferente a la boliviana, y la boliviana es diferente a la cubana, primero por cómo se construyó históricamente el proceso revolucionario, y luego por las condiciones económicas objetivas. A pesar de la diversidad de experiencias, en nuestra opinión el período de transición debe ser concebido como una etapa más o menos larga, durante la cual se pasa de la transformación revolucionaria de las viejas relaciones de producción capitalistas, al nuevo mundo que queremos construir.