Claudia Sheinbaum ganó la presidencia de México para el sexenio 2024-2030. Por primera vez en su historia una mujer ocupará el máximo cargo en el país, que es una de las economías más fuertes de América Latina.
Los números que apuntalan la victoria de Claudia Sheinbaum son extraordinarios: más de 35 millones 923 mil 996 mexicanas y mexicanos entregaron su confianza a la candidata morenista, lo cual representa un 59.7 por ciento de los votos. Su principal rival en estas elecciones, Xóchitl Gálvez, que se presentaba como representante de una coalición de partidos políticos tradicionales (PRI, PAN, PRD) alcanzó apenas 16 millones 502 mil 444 votos, para un 27.45 por ciento. Más de 30 puntos porcentuales de diferencia.
La arrolladora victoria de Sheinbaum abre al menos dos interrogantes fundamentales: ¿qué elementos explican una victoria tan arrolladora de Morena y sus aliados frente a una coalición de los partidos que, históricamente, han dominado la política mexicana? ¿Cuáles son los principales retos que deberá afrontar el mandato de la presidenta en un futuro cercano?
Claves de la victoria
Para el que haya estado en México en los días previos a las elecciones un elemento resultaba sumamente interesante: la extraordinaria popularidad del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, AMLO para sus compatriotas. Esta popularidad tenía una de sus formas más simpáticas y visibles en los numerosos souvenirs con su rostro que se vendían en plazas y parques del país. Incluso muñecos inflables y peluches del mandatario, que tenían el nombre cariñoso de “Amlitos”.
“En contraste con los 35 años anteriores, en la etapa de AMLO el poder adquisitivo real prácticamente se duplicó. Más de 5 millones de personas salieron de la pobreza en estos años, la reducción más importante de ese indicador en el país en los últimos 16 años”
Esta extraordinaria popularidad de AMLO, su capacidad de conectar con diversos sectores de la sociedad mexicana, su habilidad para manejar la agenda informativa de los grandes medios mexicanos, cartelizados y corruptos a niveles extraordinarios, es, desde mi perspectiva, la principal baza que decidió la victoria de Claudia Sheinbaum en las elecciones.
Otro factor relevante en la victoria han sido los resultados económicos alcanzados en el sexenio que concluye. El salario mínimo en la etapa ha tenido un sorprendente crecimiento de casi un 120 por ciento por encima de la inflación. En contraste con los 35 años anteriores, en la etapa de AMLO el poder adquisitivo real prácticamente se duplicó. Más de 5 millones de personas salieron de la pobreza en estos años, la reducción más importante de ese indicador en el país en los últimos 16 años.
El gobierno también ha auspiciado numerosos programas sociales con transferencias monetarias directas a la población a base de subsidios, becas, ayudas a la discapacidad, subidas de pensiones, etc, lo cual ha elevado sustancialmente la calidad de vida de las y los mexicanos.
En estos años también se ha fortalecido la moneda, se han logrado captar numerosas inversiones extranjeras, parte de ellas resultado de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, lo cual ha llevado a que la banca y sectores del gran capital mexicano vean con otros ojos la gestión del morenismo. El índice de desempleo, de 2.7 por ciento, es uno de los más bajos de la región.
Estos indicadores económicos ayudan a entender no solo el arrastre logrado entre el proletariado mexicano, sino también entre los diversos estratos de la pequeña y mediana burguesía, la denominada clase media y media alta. Según estadísticas divulgadas por el medio El Financiero (se siguen las denominaciones usadas por este), el 49 por ciento de la clase media alta mexicana votó por Sheinbaum, frente al 41 por ciento que lo hizo por su rival Gálvez. La clase media votó 59 por ciento a favor de Sheinbaum, la media baja 61 por ciento y la clase baja 71 por ciento.
Sumado a todo esto, se puede señalar como otro factor de peso en el éxito arrollador de Sheinbaum la desunión y fractura de los partidos políticos tradicionales que, alguna vez, monopolizaron la totalidad de la política mexicana. La corrupción de sus diversas gestiones, la incapacidad de contener el crimen organizado y el aumento de la violencia, particularmente a partir de la guerra contra las drogas seguida por el gobierno de Calderón, han dejado su prestigio muy dañado y generado el espacio para que una fuerza nueva como MORENA se abriera paso hasta ser el fenómeno electoral y político que es hoy.
Un último factor que se pudiera destacar es la propia candidata Claudia Sheinbaum. Su condición de mujer, en un país donde se cometen en torno a diez femicidios por día, muchos de ellos impunes; su militancia desde sus años estudiantiles, sus resultados académicos como científica, los resultados innegables de su gestión como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México entre 2018 y 2023, son elementos que sin duda pueden y deben haber jugado un papel entre numerosos sectores del electorado
“Estos niveles de delincuencia no solo impactan en las tasas de homicidio, también inciden en la calidad de vida de las comunidades, su acceso a derechos y servicios públicos, la capacidad del Estado de ejercer su soberanía sobre todo el territorio y el consumo de drogas a escala nacional”
México 2024-2030: retos y perspectivas
La primera mujer presidente en la historia de México hereda un país en crecimiento económico y social, pero con grandes contradicciones internas que debe manejar para evitar que evolucionen a puntos críticos.
La primera que viene a la mente de cualquiera cuando se habla de México es el crimen organizado. Los cárteles mexicanos han alcanzado dimensiones extraordinarias, operando como verdaderas transnacionales del crimen. Tienen recursos que desafían no pocos veces a los del Estado y muchos han adoptado dinámicas y práctica de disciplina militar, como es el caso del Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los más fuertes e influyentes del país hoy.
Para tener una idea de la dimensión del problema de seguridad que afronta el país en la actualidad resulta útil apuntar que el promedio de víctimas diarias en México, en el primer semestre de 2024, ronda las 80 personas. El 81 por ciento del territorio mexicano, según algunas fuentes, registra algún tipo de presencia del crimen organizado. Se estima que en el país operan unas 175 organizaciones y bandas delincuenciales.
Estos niveles de delincuencia no solo impactan en las tasas de homicidio, también inciden en la calidad de vida de las comunidades, su acceso a derechos y servicios públicos, la capacidad del Estado de ejercer su soberanía sobre todo el territorio y el consumo de drogas a escala nacional. Generan otras dinámicas delictivas secundarias que también tienen incidencia en las estadísticas de seguridad y el día a día de las y los ciudadanos.
La creación de la Guardia Nacional, una de las medidas más polémicas del gobierno saliente, es otro problema sin resolver, relacionado con el anterior. No solo no ha tenido el impacto deseado, sino que sus funciones no están del todo claras, hay acusaciones de corrupción contra sus miembros y no tiene claros resultados que mostrar. Este cuerpo de seguridad se suma a los ya numerosos cuerpos que operan al interior del país, entre federales y estatales, todos con niveles equivalentes de eficiencia.
La migración es otro de los problemas con los cuales debe lidiar la mandataria. La migración de los nacionales mexicanos desde estados y zonas más pobres a otras más ricas, generando una desigual distribución poblacional en el país y la migración hacia el exterior, Estados Unidos fundamentalmente, que llegó en 2023 a los 2.5 millones de mexicanos, frente a 1.7 millones en 2021. Pero México también es territorio de paso para los millones de migrantes provenientes de América Latina y otras latitudes que llegan al país buscando continuar camino rumbo al sueño americano.
“A pesar de los temores de sus enemigos políticos, el gobierno de AMLO mostró una gestión política moderada, inspirada por valores de austeridad republicana, lucha contra la corrupción y redistribución de parte de la riqueza nacional. Sin embargo fue condescendiente con los procesos por fraude abiertos contra mandatarios anteriores”
Los efectos combinados de la pandemia y la crisis económica global han llevado a aumentar los números de esta migración, generando un problema de seguridad nacional para México y para Estados Unidos. De darse un hipotético retorno de Trump a la Casa Blanca, es previsible un aumento considerable de la presión por parte del vecino norteño para que México cierre aún más su frontera sur al paso de migrantes o maneje policial o militarmente la situación.
La naturaleza política de Morena es otro de los factores con los cuales la presidenta puede tener que lidiar. Al ser una coalición de fuerzas heterogéneas, Morena puede llegar a verse afectado por conflictos internos en torno a posiciones del ejecutivo o por aspiraciones al poder, algo que ya ha sido motivo de rupturas y conflictos en el pasado.
A nivel nacional la victoria de Sheinbaum abre la puerta para continuidad de las políticas sostenidas por el ejecutivo saliente, continuando y profundizando algunas de ellas. A pesar de los temores de sus enemigos políticos, el gobierno de AMLO mostró una gestión política moderada, inspirada por valores de austeridad republicana, lucha contra la corrupción y redistribución de parte de la riqueza nacional. Sin embargo fue condescendiente con los procesos por fraude abiertos contra mandatarios anteriores.
A nivel internacional México jugó un importante papel en el avance de mecanismos de integración regional, como la CELAC, apoyó decididamente a Cuba y brindó asilo a funcionarios bolivianos cuando el golpe de estado al presidente Evo Morales. Su política ha sido de apoyo consistente a los proyectos de izquierda y a la creación de vínculos políticos de respeto mutuo y colaboración con los países de la región y con potencias relevantes como Rusia y China, aunque sin tomar distancia de los Estados Unidos.
La continuidad del mandato de Morena en la figura de Sheinbaum augura una continuidad en las principales de estas líneas políticas.
Aunque acusada por sus adversarios de carecer del carisma de AMLO y adversada por los medios de comunicación masivos, lo cierto es que Claudia tiene la experiencia política para abrirse su propio lugar en el corazón de las y los mexicanos. Aunque siguiendo muchas de las pautas de su predecesor debe realizar su propia gestión, manteniendo el crecimiento económico y el aumento de la calidad de vida del pueblo como premisa fundamental. Una arrolladora mayoría de la nación le mostró su apoyo, estamos convencidos que sabrá estar a la altura del encargo popular.
Fuente: Blog Huele a Azufre