Como resultado de lo decidido el 12 de septiembre en el Congreso Mundial contra el Fascismo, el Antifascismo y otras expresiones del Imperialismo y Neocolonialismo, que se celebró en Caracas, nace el Capítulo Italiano de la Internacional Antifascista. La iniciativa, anunciada por Luciano Vasapollo, coincide con la Jornada de movilización en apoyo a la Revolución Bolivariana que hoy, 28 de septiembre, presenta iniciativas en muchas ciudades italianas y en un centenar de países del mundo.
Una participación extensa y bien organizada que de hecho ridiculiza a la oposición venezolana, liderada por la fascista María Corina Machado, quien convocó para el mismo día 28 de septiembre una “gran protesta global para mantener alta la atención sobre la crisis política en el país también en el extranjero”. En realidad, se trata de una campaña de denigración política contra la Revolución Bolivariana, dos meses exactos después de las elecciones del 28 de julio, que otorgaron una innegable victoria al presidente saliente, Nicolás Maduro. Al día siguiente, algunos cientos de matones contratados por la formación fascista de Machado, en colaboración con la Administración de EE. UU., provocaron disturbios y crímenes en Caracas y otras ciudades, incluso intentando un asalto al palacio presidencial de Miraflores para eliminar a Maduro y atacando a las delegaciones extranjeras de los observadores internacionales que habían verificado el proceso electoral: alrededor de 1000 acompañantes internacionales llegados de 100 países, entre ellos también representantes del Capítulo Italiano de REDH, fundado por Luciano Vasapollo y Rita Martufi.
En este video, el testimonio de Vasapollo sobre la votación y el anuncio de iniciativas en respuesta a las movilizaciones (con muy poca participación) organizadas por Machado con la ayuda de los gobiernos de países aliados a EE. UU. que comparten su plan criminal dirigido simplemente a apropiarse de los recursos naturales de Venezuela. El pasado miércoles, Vasapollo, junto con el director de nuestro periódico en línea, Salvatore Izzo, pudieron contar personalmente al Papa su experiencia.
Fuente: Faro di Roma