“En el primer aniversario de la Declaración Balfour, los palestinos se manifestaron en masa contra ella por toda Palestina. A partir de entonces, un consolidado movimiento nacional palestino, liderado por una generación más joven de profesionales e intelectuales urbanos, junto con los jefes tradicionales de clanes rurales y urbanos, dio comienzo a la lucha anticolonialista. Durante nueve años, 1920-1929, su actividad consistió en presentar peticiones y participar en negociaciones con el Gobierno británico, y al mismo tiempo construir una estructura política democrática … La posición consensuada estaba clara: rechazo total a la Declaración Balfour, y oposición a la emigración de judíos a Palestina, a la compra sionista de tierras y a la colonización.”
Párrafo del capítulo titulado “La actividad del lobby sionista en Gran Bretaña durante el Mandato.” Del libro titulado “El lobby sionista”. Autor: Ilan Pape. Editorial Akal.
Cuando apenas faltan 2 meses para que se cumpla el segundo aniversario del comienzo del genocidio sionista en Gaza, el régimen colonial se hunde en una crisis interna, el cuerpo colonial vive en plena confusión, no ha conseguido ninguno de sus dos objetivos, ni ha recuperado a los que capturó la Resistencia tras la rebelión del 7 de octubre de 2023, ni ha derrotado a la fuerza palestina anticolonial.
A éstas alturas el ejército sionista controla el 75 % de la superficie de Gaza, pero los resultados no pueden ser más demoledores, la cúpula militar colonial esta dividida entre si, no encuentran salida pues la falta de resultados de sus operativos no pasan de pisar la tierra y tener que soportar los ataques de los resistentes, con lo que sus bajas van subiendo las cifras de eliminados en combate,. En fuentes extraoficiales se dan cifras de muertos y heridos por encima de los 12.000, entre los que se encuentran 41 militares capturados en aquella fecha de rebelión palestina, y la censura y el secretismo de quienes dirigen son indicadores de su temor a mostrar cifras de cuerpos sin vida, bajas que encubren.
Pero si las diferencias entre los mandos coloniales no dejan de aparecer, las diferencias en el cuerpo político son tan grandes que se habla de que el criminal Netanyahu está enfermo, se ha desmayado en varias ocasiones y se hacen cálculos de cuánto puede durar. ¿Será cierto que hay entre los suyos quien le mira mal? ¿Quién aspira a su sillón? Las peleas por tan malos resultados en el campo de batalla, en el campo popular internacional las manifestaciones y denuncias sitúan a la colonia y sus componentes en el peor momento desde su creación artificiosa, y la crisis económica que ha cavado bajo sus pies le lleva a perder aguas a raudales, han llegado a la parálisis y ahora cubren la ocupación con mercenarios no sionistas, ¿los veremos precipitarse en enfrentamientos internos hasta hace poco inimaginables?
Y bajo los pies de unos y otros, militares y políticos, corre la población colonial que reclama soluciones para no ver como pierden definitivamente a los retenidos por la Resistencia palestina, pero aclárese, los pierde a manos de sus militares colonialistas. Quizás van reconociendo el fondo del pozo por el que se precipitan, ¿será eso lo que les hace volver a sus países?
Tres crisis juntas, sin contar el paquetazo que suma la última derrota frente a Irán, cuyas fuerzas han deshecho gran parte del aparato sionista, el equipo criminal de Netanyahu quería provocar una guerra que le resultase como en Siria, y tras el primer golpe sorpresa empezó a recibir lo suyo. El provocador, el que altera la vida de los pueblos, el que destruye la estabilidad y el progreso en la región, recibió lo suyo hasta descolocar su propio establecimiento sin raíz, y ha tenido que aparecer el régimen trumpista, tan terrorista como los sionazis desean, debido a su influencia en el “estado profundo”, que se ha visto más nítidamente que nunca, donde está “la mano que mueve la cuna”.
La Resistencia palestina sostiene los derechos de los pueblos, e Irán y Yemen son trincheras que cierran el paso al sionazismo, y los grandes Rusia y China tienen sus pasos tras ellos.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.