“Desde sus días iniciales, la Revolución Cubana ha sido una fuente de inspiración para todos los pueblos amantes de la libertad.”
Palabras del Presidente Nelson Mandela que encabezan el libro titulado “CUBA ¡Palabra a la defensa!”. Autor: Salim Lamrani. Conversaciones con Mariela Castro, Ricardo Alarcón, Max Lesnik, Miguel Barnet, Eusebio Leal, Abel Prieto, Alfredo Guevara, Wayne S. Smith, Jean-Pierre Bel, Álvaro Colom.
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Los cubanofóbicos pasan sus días tejiendo trampas urdidas en memorandos. La última, la que hierro a hierro ha compuesto el trumpismo, la ha hecho sobre el precipicio que ha causado reventando todos los acuerdos mundiales, entendimientos que sostenían un mínimo orden de paz, que contra Cuba ha disparado 243 proyectiles y alguno más: impiden la llegada de remesas, impiden la llegada de turistas, impiden la llegada de compras e intercambios, impiden la llegada de alimentos, medicinas, combustible, comunicaciones, ¿qué pasaría si eso mismo se lo hiciesen los restantes gobiernos del mundo a EEUU?, ¿qué dirían sus medios de propaganda que disparan desde los túneles en los que se oculta la clase dirigente imperial, los megamillonarios?
Quedaban los últimos hilos de paz y los han cortado las manos de un conjunto pequeño de odiadores hasta tambalearse como borrachos, son el poder imperial, que viejo, desequilibrado y tronante de soberbia, se agarra al cuello de Cuba y del resto del mundo. EEUU es un barril de pólvora y metralla con mecha encendida, es un barril hinchado de despojos y sangre y sangre y sangre, océanos de sangre embocada desde los ríos continentales a parar a su tripa, océanos de sangre esclava, explotada, sangre de la que se hace rico con el rompe, roba y rueda en caída a sus arcas, ahora por el recto de Rubio, el “Narco”.
El imperio, que ya ha cruzado las puertas de aplanadora, el mismo que conocemos habitante de 800 bases, empezando por la de Guantánamo, al que las masas quieren aceitar su camino de bajada, empujemosle y reventará en su matriz.
Está escrito el primer memorando del criminal Lester D. Mallory: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro, (hoy Díaz Canel), … el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales, (los colaboracionistas europeos van detrás del reguero de destrucción imperial encubriéndola), hay que emplear todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba, (impedir el desarrollo y la transmisión del socialismo, y borrar de la vista de los pueblos con la propaganda lo que ocasiona el bloqueo, además de culpar al gobierno popular de lo que el bloqueo ocasione), una línea de acción habilidosa y lo más discreta posible que logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
El fin imperialista es el dominio de los pueblos para que no puedan liberarse, para que sometidos trabajen para él, cercando países, ciudades, casas, hambre para los pueblos, es genocidio, … pero el criminal ahora que se hunde sin vuelta atrás, tiene en sus tripas la privación a su población obrera, el debilitamiento de su vida económica, y cada día que pasa dispara más y más la propaganda, desgastada, al día siguiente el vocero grita otra cosa, menos creíble, la engañosa propaganda, que lo digan los emigrantes, los que se llevan de cabeza a las prisiones del monstruo racista, … y Cuba y el mundo a resistir, a recomponer, a resolver, a rendir cuentas, a rescatar, a reponer, a reflexionar, a ramificar y a recordar remontando BRICS a BRICS. Un gran 26 de Julio de 1953 se pusieron los cimientos para el cambio, Moncada y Vayamo son centros que hablan en la Historia, y la Granja Siboney les de la voz verdadera del nacimiento revolucionario.
El barrigón de drogas, armas y prostitución, el cubanofóbico esclavista, el corrupto que pierde valor del dólar, lo vemos en declive, un día dice una cosa, al siguiente la contraria, y roba, engaña y mata, de lo que da lección en las universidades racistas, después de tanto golpe como el borracho ha descargado contra todos en su vida, de tanto torcer brazos, de tanta repetición de pisar cuellos, y de tanto alardear gritando con voz aguardentosa “América primero”, ha hecho ver a más de 150 gobiernos del mundo que se presenta el momento crear lazos fuertes que salven y permitan prosperar en igualdad.
El monstruo herido se tira a la yugular de Cuba. ¿Qué le importa el Derecho Internacional, las normas de convivencia entre naciones? ¿Cuánto de grande es el odio del “estado profundo” estadounidense como para salirse del entendimiento mundial y cometer su delito? Su acto criminal lo acompaña con un tsunami de propaganda antimoral, antipatriota, individualista, frustrante, antisocialista, la mano de la CIA que inunda las redes sociales desacreditando los hechos escritos en la Historia, … encubriendo su bloqueo económico, financiero, político, … bloqueo que hay que romper con naciones y pueblos, establecer puentes, abrir cauces, apartar gobiernos proimperiales, no hay que esperar.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.