1-
De la ONU retornaba
el Comandante aquel día
y una fuerte algarabía
en las calles se observaba.
Mientras el pueblo escuchaba
al héroe firme y gallardo
cada palabra era un dardo
de luz, verdad y humanismo.
Por eso el imperialismo
mandó a poner un petardo.
2-
Pero el petardito aquel
no provocó ningún susto,
y hasta podría ser justo
darle las gracias a él
porque al oírlo, Fidel
tuvo una nueva razón
para, desde aquel balcón,
fundar, ante tanta ofensa,
los Comités de Defensa
de nuestra Revolución.
3-
Con la misma intrepidez
hoy cumplen 65
multiplicando el ahínco
que existe en los comités.
Es verdad que ya no es
el tiempo de los sesenta
mas el barrio se reinventa;
la historia sigue, no hay cierre
porque en cada CDR
Fidel convoca y alienta.