El 1 de enero de 2023 se cumplirán exactamente 65 años desde que los rebeldes cubanos dirigidos por Fidel Castro lograron la victoria sobre el dictador Batista, apoyado por Estados Unidos. Fue el comienzo de 65 años de construcción de una utopía, una sociedad nueva y mejor, y otros tantos años de resistir los continuos intentos de liquidar la revolución por parte de la superpotencia imperialista del Norte.
En una entrevista que le hicimos una vez a Roberto Fernández Retamar, uno de los grandes intelectuales de la revolución cubana y entonces presidente de la Casa de las Américas, éste contaba cómo la victoria sobre la tiranía el 1 de enero de 1959 emocionó a toda la población y la impresión inolvidable que causó la entrada de Fidel y sus combatientes en La Habana una semana después. « Sabíamos que íbamos a tener muchas dificultades por delante. No había que ser muy sagaz para saberlo. Pero también sabíamos que era una extraordinaria oportunidad de cambiar la sociedad y la vida.»
La joven Revolución consiguió mantener fuera a los Estados Unidos. La invasión de Playa Girón, financiada, organizada y dirigida desde EEUU, condujo el 19 de abril de 1961 a lo que los cubanos llamaron con orgullo y razón “la primera derrota del imperialismo en América Latina”.
Pero mientras tanto, se pusieron en marcha todo un engranaje de medidas puestas para llevar al pueblo cubano a través del agotamiento el hambre y la escasez para así rebelarse contra sus líderes revolucionarios. El memorando del Subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos Lester Mallory de abril de 1960 es elocuente. Dado que está claro que la mayoría de la población apoya a Castro y no hay oposición interna, “la única manera posible de extraer apoyo interno es a través de la desilusión y el disgusto basado en el descontento económico y las privaciones”.
Esto condujo a un bloqueo financiero, económico y comercial que ha trastocado por completo la economía cubana hasta el día de hoy. Además, el ex presidente estadounidense Trump incluyó a Cuba en su arbitraria lista de países patrocinadores del terrorismo, con el resultado de que las transacciones financieras internacionales con Cuba son casi imposibles.
Cuba, como país pequeño, una isla de 11 millones de habitantes, y pobre, está luchando contra la mayor superpotencia de todos los tiempos, y esa no es una lucha fácil. Pero a pesar de estas difíciles circunstancias, la resiliencia del pueblo cubano asegura que a través de todos estos años y hasta hoy se construya la utopía de un mundo mejor. Por nombrar sólo algunos elementos: la isla tiene uno de los mejores sistemas educativos de América Latina, un sistema sanitario gratuito y accesible de alta calidad, así como un nivel de vida digno sin sobrecargar el planeta. Esto último fue reconocido en 2006 por WWF y la Global Footprint Network. Hoy, Cuba tiene un plan climático llamado “Tarea Vida”, que puede servir de modelo para el mundo. La solidaridad internacional de la revolución cubana en los países del sur global, así como en Europa durante la pandemia de Covid y hasta hoy, es impresionante.
Por supuesto, también se cometieron errores y hubo fracasos significativos. Los propios cubanos son los primeros en reconocerlo. Quizás la dirigencia cubana sea la única que alguna vez designó oficialmente un período de su política como: ‘Proceso de rectificación de errores y tendencias negativas’.
En los últimos años, desde que la pandemia paralizó el turismo internacional a la isla y desencadenó una crisis económica mundial soportada principalmente por las clases trabajadoras de todo el mundo, el pueblo cubano se enfrenta a enormes problemas en su vida cotidiana. Alimentos, medicinas, combustible, vivienda digna, todo está bajo presión. Sobre todo jóvenes intentan emigrar, temporal o permanentemente, en un intento de construirse un futuro personal mejor.
Sin embargo, a lo largo de estos 65 años, nuevas generaciones de jóvenes se han comprometido a seguir trabajando por la utopía. Retamar declino en 1959, a los 29 años, una cátedra en la Universidad de Columbia Nueva York, para ello. Hoy son muchos los jóvenes que no se marchan, sino que siguen trabajando en condiciones a menudo difíciles. Como los jóvenes científicos que trabajan en el CIM (Centro de Inmonología Molecular), donde desarrollaron las cinco vacunas cubanas contra la covid.
O como los jóvenes Randy, Deborah y Danilo, los tres de 31 años, que siguen trabajando cada uno en su campo para superar las dificultades y hacer de Cuba un lugar mejor. Lo hacen, desde la constatación de que aún queda mucho por hacer y mejorar para alcanzar que la utopía, la apuesta de la revolución cubana, se haga realidad. Dan testimonio de ello en el conmovedor documental “Donde están los girasoles”, del joven documentalista Sergio Eguino Viera y la plataforma informativa Resumen Latinoamericano que se convierte así en un emotivo y a la vez motivador regalo de cumpleaños para el pueblo cubano.
Los mismos imperialistas que llevan más de seis décadas tratando de destruir el sueño cubano, hoy están asesinando al pueblo palestino, con la ayuda de sus acólitos sionistas. Gracias Cuba, por ser, en este mundo terrible, un ejemplo de compromiso y resiliencia. Gracias, por seguir trabajando por un mundo mejor, a pesar de todos esos grandes problemas en la vida cotidiana de cada familia cubana. Gracias por demostrar al mundo que sí existe una alternativa contra la destrucción del ser humano y del planeta en interés del despiadado capital.