
Históricamente uno de los principales errores que han cometido los líderes políticos occidentales ha sido la subestimación de las capacidades de resistencia y el coraje del pueblo ruso, ese fue el principal error de Adolf Hitler hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, quien cegado por los éxitos fáciles que había alcanzado el nazismo en Occidente, subestimó significativamente el potencial militar de la Unión Soviética (URSS), llegando en medio de su delirio de poder a convencerse de la inminencia del colapso soviético.
Industria de la guerra
El Ejército Rojo había derrotado a la Wehrmacht (Fuerzas Armadas nazistas) en Moscú y Stalingrado, solo con sus propias fuerzas y capacidades. A finales de 1942, solo el 5% del equipamiento del Ejército Rojo1 era importado, las fábricas soviéticas produjeron ese año cantidades de armamento, con la fabricación de 24.500 tanques y 21.700 aviones de combate2. Con facilidad se olvida, o se obvia adrede, que la ayuda militar angloamericana tenía que ser transportada a los puertos rusos, ensamblada, y transferida por ferrocarril a los frentes aliados, con las estaciones de trenes bajo la presión nazi. Pero además de las implicaciones logísticas, se tenía que entrenar a las tropas para su utilización, construir depósitos y almacenes antes de poder utilizar los medios proporcionados por los ingleses y norteamericanos.
Para 1943 el nazismo, había invadido casi toda Europa contaba con los vastos recursos de los países ocupados a su disposición; de hecho aumentaron sustancialmente la producción y fabricación de tanques, municiones, rifles de asalto y aviones en grandes cantidades, pero no sabían que estaban siendo desplazados por los trabajadores rusos.
La Unión Soviética continua a desarrollar su industria de la guerra, logrando en ese mismo año superar a la maquinaria nazista en producción y equipamiento de mayor calidad que las fuerzas occidentales, todo ello gracias al poder de la economía planificada. En 1944, la industria soviética produjo 29.000 vehículos blindados contra los 17.000 producidos por las fábricas del Tercer Reich, los norteamericanos habían producido 17.500 y ese mismo año los ingleses produjeron solo 5.0003.
Aunado al equipamiento soviético, se debe subrayar la determinación del Ejército Rojo, cuyo espíritu guerrero se había consolidado a raíz del sitio de Stalingrado, y el hecho de derrotar al nazismo ya formaba parte del orgullo patrio. Stalin había comprendido perfectamente que el ejército soviético podía avanzar sobre Alemania sin temor a ser derrotado por los nazis.
Batalla de Berlín
El 16 de abril de 1945, los soldados soviéticos avanzan sobre las posiciones enemigas en la batalla final de la Segunda Guerra Mundial en Europa; en la Conferencia de Yalta en febrero se decidió que Berlín sería ocupada por los soviéticos.
Hitler ordena la construcción de sistemas de defensa, en un desesperado intento de bloquear a los soviéticos con campos de minas y trincheras, barricadas y posiciones de artillería deben cubrir todas las calles. Debido a las limitaciones de tiempo, solo podrán construir la mitad de estas defensas, y en las guarniciones habrá solo 40.000 hombres, en su mayoría personas mayores, policías locales y adolescentes, de las Juventudes nazistas, verdaderos fanáticos.
Después de pocos días de resistencia, Berlín comienza a caer y los soldados alemanes se dispersan en grupos mientras son empujados hacia el centro de la ciudad. Al sur, las tropas soviéticas se acercan al búnker de Hitler, al norte, las tropas de asalto se dirigen a los puentes sobre el río Spree que conducen al Reichstag.
El 30 de abril continúa la defensa del escondite de Hitler, pero el Führer sabe que ha llegado su momento, se suicida con un disparo junto a Eva Braun, su esposa desde hacía 24 horas. Sin saber de la muerte de su líder, las tropas de las Juventudes Hitlerianas siguen luchando, pero por la tarde los soviéticos llegan finalmente a la Cancillería del Tercer Reich, y en la noche izan la bandera roja de la victoria en el techo del palacio.
Los enfrentamientos no se detienen, el 1 de mayo llega la impactante noticia de la muerte de Hitler; sin el Führer los oficiales alemanes quieren llegar a un acuerdo con las fuerzas soviéticas para negociar el armisticio; pero el ejército rojo exige una rendición incondicional, sin la cual Berlín será arrasada.
En la mañana del 2 de mayo de 1945, Berlín se rinde y los soldados alemanes reciben la orden de deponer las armas. Seis días después, el 8 de mayo en la noche , 9 de mayo para la Unión Soviética por la diferencia de horario, se celebra la rendición tanto en Oriente como en Occidente. En Europa, la Segunda Guerra Mundial ha terminado y el Reich de Hitler está completamente destruido; la espectacular victoria de la URSS en la guerra transformó por completo la situación.
Nuevo orden mundial
Estados Unidos nunca sufrió los bombardeos que devastaron las economías de Europa; el dólar al final de la Segunda Guerra Mundial valía literalmente tanto como el oro. Esta fortaleza económica permitió a los estadounidenses proporcionar una enorme ayuda económica a Europa, en forma del Plan Marshall, que creó las condiciones materiales para un auge económico y la restauración del equilibrio social y político. Por su parte la Unión Soviética perdió 28 millones de vidas en la guerra y pagó el precio más alto en el campo de batalla, el cual también se reflejó a nivel económico.
En estas circunstancias, el mundo entero pasó a estar dominado por dos gigantes: el imperialismo estadounidense y la poderosa Unión Soviética; este acuerdo se conoció como la Guerra Fría y duró décadas.
Hoy, la gran rueda de la historia ha dado un gran vuelco; el poder del imperialismo estadounidense está siendo desafiado por una Rusia que resurge, que nuevamente fue subestimada, que se ha recuperado del colapso económico que sufrió después de la restauración del capitalismo en la década de 1990, pero que renace fortalecida, pese a las recientes sanciones a las cuales ha sido sometida por el conflicto ucraniano.
El antiguo equilibrio inestable ha sido destruido; están surgiendo nuevos polos de poder, pero sobre todo Europa está pagando las consecuencias de una política de intimidación a la Federación rusa por unos Estados Unidos cada vez más incapaces de hacer frente a un mundo multipolar. La Unión Europea ha confirmado que es una nulidad geopolítica, que prefiere seguir servilmente las directrices estratégicas de Washington, aun a costa de perjudicar gravemente sus propios intereses. Los países del Sur Global han demostrado que pueden ejercer su soberanía y autodeterminación conformándose como un bloque de poder en el concierto internacional. Este es el nacimiento del mundo multipolar del cual podemos ser espectadores o protagonistas.
Referencias bibliográficas
- Overy, R. (2000). Russia in guerra.(p. 205).Milano: I Saggiatore.
- Glantz, P., House J. (2000). When titans clashed. (p.306). Edinburgo:Birlinn.
- Kennedy, P. (1989). Ascenso y declive de las grandes potencias. (p.487). Milano: Garzanti.