La Jornada

Ha muerto en La Habana, a los 78 años, Fernando Martínez Heredia, premio Nacional de Ciencias Sociales, uno de los más notables pensadores surgidos en la fragua de la Revolución Cubana. Combatiente revolucionario desde muy joven en las filas del Movimiento 26 de julio, siempre combinó la práctica con grandes empresas intelectuales, con las que contribuyó a enriquecer el pensamiento revolucionario de Cuba y de nuestra América. Muy ligado a México y a las ciencias sociales en este país, fue importante colaborador científico del seminario Problemas del Mundo Actual del Centro de Investigaciones Científicas en Ciencias Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México. Vinculado a otros importantes centros de pensamiento, fundó y dirigió el Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana y la revista Pensamiento crítico –ambos de fecunda trascendencia–, colaboró como investigador en los Centros de Estudios sobre América y sobre Europa Occidental del Partido Comunista de Cuba y en los últimos años presidía las cátedras Che Guevara y Antonio Gramsci, de la Universidad de La Habana y el Centro de Estudios Juan Marinello, respectivamente.

Nutrido de lo mejor del pensamiento cubano, Fernando bebió de las ideas de Martí, Fidel y el Che, y supo conjugar el desarrollo de un agudo pensamiento crítico con un sólido compromiso revolucionario y un lúcido sentido de la historia. Internacionalista de cepa, tuvo lazos muy estrechos con los movimientos revolucionarios armados en los años 60 y 70, y en las últimas décadas se asoció muy activamente a movimientos sociales, como el MST y el zapatismo, a la vez que defendía con pasión la nueva ola de gobiernos revolucionarios y progresistas surgidos después de la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela, en 1999. Sentía una honda admiración por el chavismo. Fernando deja muchos y muy buenos amigos en la academia y en los ámbitos de la transformación social y política de México. En La Jornada se ha sentido muy profundamente su partida. Nos solidarizamos con su familia y amigos en Cuba, así como con el movimiento intelectual cubano ante esta sensible y dolorosa pérdida. La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida, aseveró Martí.

Pablo González Casanova, John Saxe-Fernández, Héctor Díaz-Polanco, Luis Hernández Navarro, Beatriz Torres, Ángel Guerra Cabrera, Darío Salinas Figueredo, José Escamilla, Teresa Castro y Consuelo Sánchez

Por REDH-Cuba

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