Tomado de Cuba por Siempre
Cary Roque, la robusta señora que acompañó a Donald J. Trump en la firma de la nueva directiva presidencial para Cuba, fue una activa suministradora de explosivos para actos terroristas en La Habana y de armas para las bandas contrarrevolucionarias que se alzaron en el Escambray, al triunfo de la Revolución.
Fue detenida en 1961 y sancionada a 20 años de privación de libertad por terrorismo y sabotaje. Cumplió 16. Emigró a Estados Unidos y allí se unió a la facción terrorista de la emigración organizada por Jorge Mas Canosa en la Fundación Cubano Americana.
Reconocida asalariada de la USAID en las campañas contra Cuba, fue muy activa en la cruzada para crear un clima psicológico adverso durante el juicio de nuestros 5 Héroes desde su programa en radio WCMQ, titulado: “Hablando con Cuba”, por lo que recibió $51 975.
Mantiene estrechos vínculos con los connotados terroristas Ángel de Fana y Luis Posada Carriles. Un mes antes del vergonzoso show del teatro Manuel Artime, Cary Roque fue condecorada junto a Fana y el delincuente-mercenario Jorge Luis García, Antúnez, por el gobernador de la Florida, Rick Scott, con la medalla “Freedom Award”.
Lógica juntamenta, raro “privilegio”.