Ahora no se trata solo de parar el ajuste sino también de frenar la represión y de la lucha por la aparición con vida de Santiago Maldonado.


Fuente: Rebelión

Entrevista al economista de izquierda Claudio Katz por Mario Hernandez

M.H.: Me gustaría que compartas con nosotros cuál es tu análisis sobre el caso Maldonado.

C.K.: Creo que el caso Maldonado ha sido el tema dominante de las PASO y es un retrato acabado del gobierno de Macri. En primer lugar porque ilustra la intención represiva del gobierno ya que la desaparición de Santiago se consumó luego del desalojo de una ruta y se ensañaron con un simpatizante de la causa de los mapuches y después, en los últimos 50 días emitieron una cantidad de mensajes de intimidación con allanamiento de locales políticos, provocaciones, infiltrados, cacería de manifestantes, actas fraguadas, detenciones sin pruebas.

Yo creo que el gobierno quiere asustar, evitar una marcha aún más masiva por la aparición de Santiago e incluso instalar el fantasma de un enemigo interno mezclando todo, mapuches, ISIS, ETA, RAM, cualquier cosa. Lo cual demuestra que Macri no es una dictadura, pero intenta forjar un régimen autoritario de represión siguiendo el modelo de Santos en Colombia o de Peña Nieto en México.

Argentina no se parecía a Venezuela durante el kirchnerismo pero pretende asemejarse a México con Macri, por eso salen a flote tantas analogías con los pretextos que usaba la dictadura, el gobierno difunde una historia oficial de excesos con un gendarme que se le fue la mano, o despliega la teoría de los dos demonios: la RAM y la Gendarmería. Creo que el gobierno nos está mostrando cómo actúa al servicio de los capitalistas más retrógrados porque desalojó la ruta para expropiar tierras de los pueblos originarios porque en noviembre vence la Ley que impide el desalojo de las comunidades y en Diputados acaban de rechazar la prórroga de esa Ley. Por eso es muy interesante que el gobierno acuse a los mapuches de querer fundar otro país cuando la Patagonia ya es otro país al servicio de las empresas extranjeras. Con Benetton de hecho funciona un Estado con la Gendarmería al servicio de las empresas y el amigo del presidente, Lewis, se adjudicó la entrada a un lago e impide la libre circulación por tierras públicas.

Me parece que el caso Maldonado está demostrando el total servilismo de la justicia al poder. Lo que hace el juez Otranto es un escándalo, ya no tiene justificativo, dejó pasar los días claves de la investigación sin investigar nada, permitió que la Gendarmería se auto investigue, convalida la adulteración de la documentación, el lavado de camionetas, inventa nuevos rastrillajes. Su última hipótesis que afirma que Santiago se ahogó es completamente ridícula.

Y junto con la justicia estamos viendo nuevamente cómo actúan los medios hegemónicos sembrando pistas falsas, ellos son los verdaderos artífices de la distracción culpabilizando a las víctimas, tomando la información que le brindan los servicios de inteligencia, difundiéndola para que después los jueces actúen sobre esa base y además han lanzado hasta una caza de brujas contra los maestros que difundieron el caso Maldonado.

En esta campaña me parece que sobresalen ex progresistas como Jorge Lanata o Alfredo Leuco que se dedican a hacer un verdadero periodismo de Gendarmería. Me parece que lo interesante de este caso y de lo que estamos viendo son ciertas analogías con lo que pasó con la AMIA. Hay muchos puntos en común del encubrimiento del gobierno de lo hecho por la Gendarmería y el encubrimiento que hizo Menem del atentado de la AMIA. Es la misma inacción, el mismo desvío de pruebas, Otranto reproduce exactamente lo que hizo Galeano, Macri actúa como Menem, Bullrich como Corach, los servicios de inteligencia plantan evidencia con gente parecida a Telleldín, el rol que tuvo la Policía bonaerense en la época de la AMIA es lo mismo que hace Nocetti en el caso de Santiago, la complicidad de los medios es la misma, Clarín repite a Clarín, la tesis del gendarme loco es el mismo artificio que se utilizó antes para borrar pruebas de la conexión local.

La mayoría social no está dispuesta a que haya nuevamente un desaparecido

Hay muchos puntos en común en cuanto a la continuidad de un gobierno apoyado en la justicia y en los medios de comunicación para encubrir un acto de este tipo. Creo que la diferencia, y esto sí es importante, es la reacción popular. En la época de la AMIA tardaron años las víctimas en denunciar a los cómplices y ahora la familia de Maldonado ha hecho la denuncia inmediata del encubrimiento oficial. En ese momento las marchas masivas tardaron mucho en empezar, ahora irrumpieron de entrada y también hay un cambio con las tecnologías porque los videos, las fotos y los celulares obstruyen el encubrimiento oficial.

Estamos en medio de un caso clave. Yo creo que el gobierno está muy enredado porque le están fallando todas las coartadas y las últimas mentiras son muy poco creíbles. El gobierno abusó de pistas ridículas y hasta a los periodistas más oficialistas ya les cuesta repetir las tonterías. Hay que ver cuál es la próxima maniobra. Yo creo que hasta en un momento de locura pueden intentar plantar un cuerpo en la zona de los mapuches, pero sería tan macabro como inverosímil. A lo que apuesta el gobierno es a que pase el tiempo y con eso poder hacer un cambio de la carátula y convertir la desaparición forzada en un homicidio. Pero para eso necesita un gendarme que sea un perejil, necesita que haya una condena manejable para alguna víctima y eso es muy complicado porque Gendarmería no quiere entregar a ningún gendarme porque tiene miedo de que después el entregado denuncie para arriba.

Estamos en medio de una situación muy complicada, hay niveles de desaprobación muy altos a la actitud oficial y por eso pasaron de ningunear el caso a mostrarse hiperactivos. Apostando ahora a ensuciar la investigación pero están complicados porque están divididos. Creo que hay un ala Bullrich-Otranto que quiere cubrir a toda costa a la Gendarmería pero hay otra, la de Garavano quizás, que prefiere culpar a algún gendarme porque sabe que se está metiendo en una causa que a la larga puede afectar al propio Macri. No te olvides que una causa judicial por encubrimiento en una desaparición forzosa es una causa imprescriptible con pena de prisión perpetua.

El caso es complicado para el gobierno, se ha instalado con fuerza en la sociedad, domina la agenda oficial, está en los medios de comunicación y ahí hay otra diferencia con el menemismo; en la época de Menem hubo indulto, impunidad en el caso AMIA, ahora en cambio hubo una marcha masiva que le puso un límite muy fuerte al gobierno, que le impuso una derrota, la misma del 2×1 y por eso creo que el tema Maldonado va a seguir porque ha tocado una fibra muy sensible de la sociedad, que sacude a varias generaciones, que es un límite que la mayoría social no está dispuesta a traspasar, es un hecho que remueve la conciencia de todo el país porque nadie está dispuesto a que haya nuevamente un desaparecido.

Entonces hay una gran sensibilidad frente al tema, que al mismo tiempo es retroalimentada con el impacto internacional del caso y como ya ocurrió en México con Ayotzinapa, la familia pide una investigación internacional y creo que estos temas, investigación, búsqueda de la verdad, renuncia de Bullrich, desplazamiento de Otranto, van a ser temas que van a seguir, que se van a introducir en la campaña electoral. Ahora no se trata solo de parar el ajuste sino también de frenar la represión y de la lucha por la aparición con vida de Santiago Maldonado.

Por REDH-Cuba

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