Maggie Haberman, la corresponsal de The New York Times en la Casa Blanca, ha escrito: “Bannon será un problema más grande para el personal de la Casa Blanca estando afuera que estando adentro”.
Fuente: Cubadebate
Tras salir por la puerta de atrás de la Casa Blanca, Steve Bannon regresó a su guarida en la ultraderechista publicación Breitbardt News y ha comenzado a disparar a diestra y siniestra contra políticos del stablishment, medios de comunicación y componentes de la actual administración.
Pese a la melosa despedida que Trump le dio a través de uno de sus ya famosos tuits, Bannon no ha tardado en espetar en una entrevista con la Weekly Standardque “la presidencia de Trump por la que batallamos, y ganamos, está terminada”.Para añadir “…yo me sentía enjaulado….ahora estoy libre. Tengo mis manos de vuelta en mis armas…Definitivamente voy a aplastar la oposición. No hay duda alguna. Yo construí una “fucking” maquinaria en Breitbart. Y ahora…vamos a revitalizar esa maquinaria”
Las ideas ultraderechistas de Bannon marcaron los primeros siete meses de la presidencia de Donald Trump y sirvieron como un estrecho vínculo entre la administración estadounidense y sus seguidores de la extrema derecha. Pero los traspiés más recientes de la Casa Blanca y la enorme controversia en la que cayó Trump tras los sucesos de Virginia, pusieron a Bannon directamente en la línea de fuego dentro de la administración y en la opinión pública.
Su salida, confirma el creciente poder e influencia en la Casa Blanca que han logrado un prominente trío de militares de alto rango: el jefe de Gabinete, John Kelly, el consejero de Seguridad Nacional, H. R. McMaster, y el secretario de Defensa, Jim Mattis. Sus opiniones, al parecer, fueron decisivas para que Trump tomara la decisión de desprenderse del abrasivo Bannon.
Pero este no se da por vencido tan fácilmente. Ya el mismo viernes de su despido, Bannon fue directo para la sede de Breitbart y dirigió la reunión editorial del medio. Allí puso al tanto al staff de las batallas que están por venir. Su propósito declarado es servir de cancerbero del ultranacionalismo económico y las ideas más conservadoras, para que la administración Trump no sea secuestrado por lo que ellos llaman “West Wing Democrats”.
“En la Casa Blanca, yo tenía influencia. En Breitbart, yo tengo el poder“, acaba de declararle a The Economist.
Pero sus planes de dar batalla desde los medios de comunicación no quedan allí.Bannon ha revelado que planea abrir una televisora que esté aun más a la derecha de Fox News, el canal de Rupert Murdoch que ha sido apoyo de Trump en estos meses, pero que Bannon y su pandilla consideran como muy moderado para su gusto, sobre todo desde que el hijo de Murdoch ha tomado el control diario de la televisora, reporta la web Axios.
A ello se añade que, se dice en Vanity Fair, fue Rupert Murdoch quien convenció a Donald Trump de despedir a su consejero, cumpliendo un pedido de Jared Kushner, el yerno del presidente.
Bannon se ha aliado al multimillonario Bob Mercer, empresario de fondos buitres y donante relevante de las fuerzas conservadoras, del presidente Trump y del propio Breitbart News, para abrir la nueva televisora extremista, que pudiera ser en un primer momento con transmisión en streaming por internet.
Según los analistas y lo que se ha desprendido de la batería de entrevistas que Bannon ha dado en estos día a diversos medios de prensa, el exconsejero de Trump se propone no sólo abrir fuego contra demócratas y liberales, así como la prensa sino contra el círculo presidencial que ellos denominan “globalistas” y que incluye a Ivanka Trump y su marido Jared Kushner, a quienes nombraba a sotovoce como “Javanka”, al consejero jefe de asuntos económicos e, al Secretario del Tesoro Steve Mnuchin, al Consejero de Seguridad Nacional H.R. McMaster y la subasesora de Seguridad Nacional Dina Powel.
También se dice, estarán en la linea de fuego los líderes republicanos en el Congreso Paul Ryan y Mitch McConnell, a los que Bannon culpa del fracaso de la agenda de Trump en temas como el muro fronterizo y la derogación del ObamaCare.
El primero en sufrir el embate Bannon ha sido el Consejero de Seguridad Nacional McMaster, a quien un artículo de Breitbart hace una semana calificaba de débil ante el islamismo y el terrorismo, en medio de las conmociones por los recientes atentados terroristas en Europa.
Más recientemente arremetieron desde las páginas de Breitbart contra el Secretario de Estado Tillerson y el consejero económico Gary Cohn, aduciendo que recientes declaraciones de ambos arrinconan y ponen en entredicho a Trump, sin que este reaccionara contra estos dos que ellos sitúan en el bando de los globalistas.
Habrá que ver quién es el próximo objetivo. Un amigo de Steve Bannon dijo a la publicación The Atlantic: ” Steve está ahora desencadenado. Se va a poner nuclear. Tú no tienes idea….”
Maggie Haberman, la corresponsal de The New York Times en la Casa Blanca, ha escrito: “Bannon será un problema más grande para el personal de la Casa Blanca estando afuera que estando adentro”.
¿Será Bannon vs. White House´s West Wing la próxima pelea del siglo? Habrá que preguntarle quizá a Floyd Mayweather.