Declaración a la prensa ofrecida por Rafael Dausá Céspedes, Embajador de la Republica de Cuba en el Ecuador, sobre las afectaciones económicas y sociales que ocasiona la aplicación del criminal bloqueo económico, impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba.


El próximo 1ro. de noviembre de 2017, en la Asamblea General de las Naciones Unidas se votará por vigésimo sexta ocasión consecutiva, la resolución presentada por Cuba “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.

A pesar del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos y de la reapertura de embajadas hace más de dos años, se mantienen en vigor el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba, así como las leyes que lo sustentan y continúan aplicándose las restricciones que de éste se derivan.  El bloqueo constituye un obstáculo esencial en el proceso para la normalización de las relaciones entre ambos países y constituye el sistema de   sanciones unilaterales más injusto, severo y prolongado que se ha aplicado contra país alguno.

Después del arribo a la Presidencia de los Estados Unidos del Sr. Donald Trump, el gobierno de los EEUU ha agudizado sus acciones agresivas contra Cuba, el derecho de los pueblos a la libre determinación, al desarrollo y a la paz.  El “Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba“, firmado el 16 de  junio último por el presidente Donald Trump, establece una nueva política, que proclama, entre sus principales objetivos, recrudecer el bloqueo. Las medidas fundamentales que incluye este Memorando son:

1.- Prohibición de las transacciones económicas, comerciales y financieras de compañías y entidades estadounidenses con empresas y entidades cubanas vinculadas a las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior.

  1. Eliminación de los viajes individuales bajo la categoría de intercambios pueblo a pueblo.
  2. Aplicación estricta, mediante una vigilancia reforzada, de la prohibición de viajar a Cuba fuera del marco de las 12 categorías autorizadas por la ley de los Estados Unidos, que excluyen los viajes de turismo.
  3. Oposición de los Estados Unidos a las acciones que promuevan el levantamiento del bloqueo en las Naciones Unidas y otros foros internacionales.
  4. Ampliación de la lista de funcionarios del gobierno y de ciudadanos cubanos que no podrán recibir visas, remesas o involucrarse en transacciones con entidades estadounidenses.
  5. Derogación de la Directiva Presidencial de Política “Normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba”, emitida por el presidente Obama el 14 de octubre de 2016.

Estas nuevas disposiciones ejecutivas revierten medidas adoptadas por el gobierno de Obama, quien había reconocido por primera vez, desde la promulgación del bloqueo contra Cuba, que esta política era fallida, obsoleta y debía ponérsele fin, e instó al Congreso estadounidense a eliminarlo.

Para el logro de este propósito, el presidente Trump anunció nuevas medidas coercitivas contra Cuba y dispuso la revocación de otras, adoptadas por su antecesor, que habían modificado la aplicación de algunos aspectos del bloqueo en la esfera de los viajes y el comercio. Asimismo, el Presidente Trump proclamó que los Estados Unidos se opondrán a los reclamos a favor del levantamiento del bloqueo en la Organización de las Naciones Unidas y en otros foros internacionales, en franco desafío a la abrumadora posición de la comunidad internacional, del sentir de la mayoría de la opinión pública, e incluso, de amplios sectores de la sociedad estadounidense.

Hoy podemos afirmar con total seguridad que el bloqueo contra Cuba continúa vigente y se aplica con todo rigor.

El incremento de la retórica agresiva contra Cuba y las medidas anunciadas generan mayor desconfianza   e incertidumbre en las instituciones financieras y en los propios proveedores internacionales y estadounidenses debido al temor y al riesgo real de ser penalizados por relacionarse con Cuba. Se mantienen las dimensiones financiera y extraterritorial del bloqueo, con la imposición de multas a compañías foráneas que tienen relaciones comerciales con Cuba, y el rechazo o negativa de bancos e instituciones financieras internacionales a realizar operaciones con la Isla por el temor de ser multados

Estados Unidos continúa prohibiendo la exportación a Cuba de productos y equipos dirigidos a los principales sectores de la economía, y en virtud del bloqueo, Cuba continúa sin poder exportar libremente productos y servicios hacia los Estados Unidos; no puede tener relaciones bancarias directas con ese país, ni recibir inversiones norteamericanas.

A pesar del anuncio realizado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos el 15 de marzo de 2016, de permitir a Cuba utilizar el dólar estadounidense en sus transacciones internacionales y de que bancos estadounidenses ofrecieran créditos a los importadores cubanos para adquirir los pocos productos estadounidenses autorizados, hasta la fecha Cuba no ha podido realizar ninguna operación internacional de envergadura en esta moneda.

Se ha producido un retroceso en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Cuba, como se puede ver claramente en el discurso inaceptable y agresivo del presidente Trump el pasado 19 de septiembre en las Naciones Unidas. La disposición de Cuba al diálogo con los Estados Unidos es invariable, pero no haremos ninguna concesión en materia de nuestra soberanía y autodeterminación.

Los daños humanos y económicos que provoca el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba son extraordinarios y crecientes; en casi seis décadas de aplicación, alcanzan la cifra de 822 mil 280 millones de dólares. El costo en vidas humanas, sufrimiento a nuestro pueblo y afectaciones sensibles a la calidad de vida de la población cubana es inconmensurable.

El bloqueo impuesto por los Estados Unidos afecta los programas cubanos para asegurar una educación de calidad, universal y gratuita en todos los niveles. El sector de la educación en Cuba ha sufrido pérdidas durante el último año,  de 2 millones 832 mil 830 dólares . Las pérdidas estuvieron mayormente asociadas al encarecimiento de los fletes para la importación al país de los insumos escolares desde terceros países, por la imposibilidad de comprarlos en los Estados Unidos.

El propósito de rendir por hambre y enfermedades al pueblo cubano ha hecho que los sectores de la salud pública y la alimentación se mantengan entre los objetivos de la aplicación del bloqueo por parte de los Estados Unidos. Durante el último año, la afectación monetaria por la aplicación de esta política en la salud pública cubana es de más de 87 millones de dólares.  Esta cuantificación, sin embargo, no contempla el daño real sobre la integralidad de la salud humana, incluido el impacto psicológico, que por su naturaleza jamás podrá ser calculado.

El bloqueo económico, comercial y financiero que aplica Estados Unidos ha obstaculizado por más de 55 años el desarrollo del sector de la Alimentación en Cuba. Las afectaciones que registraron los sectores de la Industria Alimentaria y de la Agricultura durante la etapa que analiza este informe ascienden a 347 millones 598 mil dólares.

Cuba se opone a todas las medidas coercitivas unilaterales contra cualquier país, las que son incompatibles con el Derecho Internacional, dañan a los pueblos y contravienen los fundamentos del sistema multilateral.

El bloqueo constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todo nuestro pueblo, de los ciudadanos estadounidenses e incluso de nacionales de terceros países. A su vez califica como acto de genocidio a tenor de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948. 

Las recientes medidas  para reforzar el bloqueo, afectan y dañan no solo al pueblo cubano, sino también a los ciudadanos y entidades del mundo y de EE.UU., cuyas posibilidades de concertar negocios con personas y empresas en Cuba y de ejercer su derecho constitucional de viajar libremente se verán aún más restringidos.

El gobierno de EE.UU. debe eliminar totalmente el bloqueo a Cuba, de forma unilateral e incondicional, en consonancia con el reclamo abrumador de la comunidad  internacional y con la opinión ampliamente mayoritaria de muchas y variadas voces que dentro de ese país norteño piden el cese de esta injusta política.

No puedo terminar esta declaración sin antes agradecer profundamente al gobierno del Ecuador, a la Asamblea Nacional, al movimiento de solidaridad, a la ACURE, al querido pueblo ecuatoriano, por el valioso apoyo a Cuba en su larga y dura lucha contra el criminal bloqueo norteamericano y también ante las recientes afectaciones causadas por el paso devastador del huracán Irma por nuestro territorio.

Por REDH-Cuba

Shares