Solo nuevas elecciones podrán garantizar la legitimidad del resultado electoral. Ya han habido muertos en el país hermano por defender el derecho al sufragio por el que los orientales tenemos devoción.


Fuente: Uruguay Press

Las elecciones de Honduras del 26 de noviembre pasado eran algo más que la elección de autoridades por el voto ciudadano.

Debían terminar con un régimen iniciado con el vicio de un golpe de Estado en contra el Presidente Zelaya en el 2009. A las 4 de la mañana el entonces Jefe de Estado, es sacado de su casa en pijama y enviado en un avión a Panamá. Los primeras anuncios entonces eran los clásicos. «No fue Un Golpe.» Luego vino algo raro, cuando quedó demostrado que sí lo fue, el segundo acto suele ser «Yo no no tuve nada que ver». Sin embargo en Honduras Parlamento, Corte de Justicia y FFAA , ninguna de la cuales estaba autorizado/a a destituirlo sumariamente, reivindicaban a coro «Fuimos Nosotros.» Las elecciones, por ahora lejos de legitimar la democracia todavía parece empantanarla más.

Desde el desarrollo al cierre, el funcionamiento electoral, el traslado de actas, la información sobre el conteo… todo fue irregular.

La diferencia a favor del virtual ganador proclamada por el Supremo Tribunal Electoral (el dictador suplente) gana por menos un 1 %. El anunció no fue fruto de proyecciones computados más del 50 o 60 % de los votos, sino mucho después de culminado el conteo. Con el 100% de los votos en sus manos el Tribunal guarda silencio durante días. Con un agravante al que nos referiremos enseguida. Después de proclamado el ganador aceptan revisar y volver a contar 1.000 actas cuyos resultados no coinciden  con los datos de las mismas que tienen los observadores de la oposición. Pero la oposición cuestiona cuatro mil actas cuyos resultados no coinciden  y no llevan la firma de originales.

Nos quedamos esperando cómo iba a hacer el Tribunal Electoral para desmentir esto, pero no  lo hizo. Proclama. Se retracta. Acepta contar primero mil y luego las 4.000 argumentando que hubo que sustituir algunas actas porque cayó el «sistema». Cualquier pronunciamiento oficial en esta situación podrá tener relativo valor legal, seguro que sin aceptación de la comunidad internacional. Pero legitimidad pública para encaminar el país a la democracia, seguro que no. Hay que volver a votar con otras garantías.

Pero aunque no se pueda creer, hay más:

Mientras que estos tires y aflojes ocurrían, lo más grave de todo, lo dejé para el final del relato. Las Fueras Armadas dan un Golpe de Estado. Bueno en lenguaje internacional así se le  llama. Pero en la idiosincracia tan propia de la dictadura Hondureña a lo mejor tiene otro nombre. Sacan un bando el 29 de noviembre… a ver tres días después de las elecciones:

 1) Que harán respetar el resultado electoral, que según las proyecciones de la autoridad adelantan como ganador al actual Presidente. Por cierto al que llaman «Nuestro Comandante en Jefe» por las dudas no olvide quién lo proclamó porque a esa altura la autoridad electoral no había dicho nada. Por las dudas, reafirman su seguridad sobre  el triunfo porque los oficiales mayoritariamente provienen del interior y «allí todo el mundo dice que ganó Hernández Alvarado» (actual Presidente). Una nueva forma de conteo electoral, el olfato familiar.

2) establecen el Estado de Sitio, el toque de queda, y advierten que todas personas que circulen en grupos de más de 6 serán sometidas a la Ley ante subversiva «con todo rigor.»

3) Exige sin fundamento jurídico a las Misiones de Observación Electoral a que abandonen el Territorio Nacional, a lo que estas hicieron caso omiso ya que las FFAA no tienen competencia para hacerlo ya que habían sido invitados por las autoridades del Estado.

Así se fueron pronunciando estas.

Horas después de que el máximo órgano electoral de Honduras finalizó el escrutinio de las disputadas elecciones presidenciales, la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea aseguró este lunes que «el proceso está lejos de ser terminado».

Así siguieron la COPPAL, la UNSAUR y finalmente la OEA. Ami mismo el periódico Publikita de España me hizo un reportaje como simple analista que tituló: «Juan Raúl Ferreira: Las elecciones han estado plagadas de irregularidades.«

Es cierto que en las redes sociales hubo alguna crítica en Uruguay por la demora de la OEA en pronunciarse. Yo sin abrir juicio de valores sobre los diversos momentos que cada uno haya elegido para pronunciarse, debo decir que la OEA tiene un know how que le lleva a hablar cuando ya haya habido una voz oficial pero, cuando lo hizo fue con gran dureza. «El estrecho margen de los resultados, así como las irregularidades, errores y problemas sistémicos que han rodeado esta elección, no permiten a la Misión tener certeza sobre los resultados

Culmino con un tema no menor. Cómo se nos ha informado de estos hechos. Estoy seguro que muchos lectores se enterarán de algunos de estos problemas por esta nota. Los grandes medios internacionales, que terminan influyendo en cómo informan algunos medios locales:

La CNN el sábado tuvo un programa dirigido por el periodista Fernando del Rincón llamado choque de opiniones. No debió llamarse choque, porque no lo hubo (todos eran partidarios del actual régimen) y menos «opiniones»porque todos tenían la misma . El tema no era si hubo fraude o no, sino cómo las fuerzas «antidemocráticas» habían creado un clima adverso a elecciones ejemplares, El «periodista» dijo que todo era culpa de la oleada de gobiernos populistas de izquierda que deseaban volver al poder. Y lo más grave es que aseguró que «lo más grave es que detrás del candidato de oposición está figura de Mel Zelaya.

Es decir la elección es limpia si le dan el triunfo a su candidato (el dictador) y tramposa si gana la oposición despojada por la fuerza del poder.

Uruguay que vive sus horas negras, no puede olvidar hoy, a sus hermanos hondureños. Solo nuevas elecciones podrán garantizar la legitimidad del resultado electoral. Ya han habido muertos en el país hermano por defender el derecho al sufragio por el que los orientales tenemos devoción.

Por REDH-Cuba

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