El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, pidió hoy a sus compatriotas que no bajen la cabeza nunca ni se desanimen y advirtió que hay quienes creen erróneamente que prendiéndolo a él terminará la lucha.
Quieren quitarnos el derecho a soñar, a ser felices, a tener esperanza, dijo el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) a unas 50 mil personas congregadas en la Plaza de la República de la populosa urbe de Sao Paulo, en un acto en defensa de la democracia y del derecho de Lula a contender en las próximas elecciones presidenciales.
Refiriéndose a la decisión del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4), que hoy aprobó por unanimidad mantener e incluso aumentar la condena dictada contra él en julio pasado por el juez Sergio Moro, aseveró que ‘nunca tuve ninguna ilusión’ con la decisión de ese órgano y con el comportamiento de los tres jueces actuantes.
‘La decisión la respeto porque es de ellos; pero lo que no acepto es la mentira en la cual se basaron para tomarla’, dijo y exigió que digan cuál fue el delito que cometió.
Como antes desafié al Ministerio Público de la operación Lava Jato, a la policía federal y al juez Moro, ahora estoy desafiando a esos tres jueces a que presenten un único delito que yo haya cometido, remarcó.
Lula afirmó asimismo que aun cuando quien estaba sentado hoy en el banquillo de los acusados era él, quien ya fue condenado es el pueblo brasileño con el golpe (perpetrado contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff) y que está acabando con las conquistas de los gobiernos petistas, sobre todo en el área educacional.
El exmandatario sostuvo también que el manifiesto interés de las élites brasileñas por apartarlo de la contienda presidencial de octubre próximo constituye una provocación de tal envergadura ‘que ahora sí quiero ser candidato’.
Vamos a regresar para probar una vez más que el pueblo pobre no es un problema, sino la solución para este país, manifestó el líder histórico, quien reclamó además que no se preocupen por él, sino por lo que está sucediendo con los millones de brasileños que viven de su salario.
Las cosas, advirtió, van a empeorar si se aprueba la reforma del sistema de pensiones; el trabajo con contrato desaparecerá y será suplido por el trabajo intermitente y mal remunerado.
Por último, adelantó su decisión de continuar recorriendo el país en la que definió como una caminata por la libertad, la democracia y los derechos del pueblo trabajador.
Fuente: PL