El Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MASCUBA) repudia la llegada
a Argentina del secretario de estado norteamericano Rex Tillerson.
Lo rechaza porque el jueves 1, a punto de iniciar su gira por cuatro países
latinoamericanos, se dedicó a atacar a Venezuela en su intervención en una
universidad de Texas. Explicó que en su periplo iba a reclamar a los países
más sanciones contra el país bolivariano, que suponen más agresión y más
dificultades económicas para Venezuela y también tuvo expresiones
típicamente imperialistas contra las relaciones de la región con China y
Rusia.
El ex CEO de la Exxon Mobil no quiere entender que América Latina y el
Caribe es una zona de paz, según se definió en la cumbre de 2014 de la CELAC
en Cuba. Él cree que sigue siendo su patio trasero, y viola la soberanía de
nuestros países, que tienen todo el derecho del mundo de agruparse entre sí,
por ejemplo en la aquella comunidad, en el ALBA, el Mercosur, etc. y en
consecuencia, mantener relaciones de mutuo beneficio con todos los países
del mundo que respeten su soberanía, cosa que no hace el imperio.
Blandir nuevas amenazas y sanciones contra Venezuela, sin descartar la
intervención militar que también agitó Trump en su momento, supone querer
retomar la fracasada ofensiva de la derecha venezolana que tantos muertos
costó entre abril y julio pasado, conjurada por el gobierno de Nicolás
Maduro y la aparición de la Asamblea Nacional Constituyente.
La gira del hombre del Departamento de Estado procura volver a tomar
ofensivas contra Caracas, contra la que ya se ha estrellado varias veces y
salió derrotado. Como no hace autocrítica, Tillerson quiere rearmar con Peña
Nieto, Macri, PPK y Santos, más la obediente OEA, una alianza que vuelva a
atacar a Venezuela y desconozca sus legítimas y limpias elecciones
presidenciales recientemente convocadas.
Su incursión en Argentina también tiene un sentido regresivo y peligroso
para el pueblo de nuestro país. Es que antes de partir para la gira
Tillerson elogió las reformas (léase el ajuste brutal) realizado por el
presidente Macri en contra de los argentinos. O sea que su presencia servirá
para convalidar y apoyar esos ajustes previsionales, laborales y de quita de
conquistas a los trabajadores y demás sectores populares, en beneficio de
las multinacionales y grupos concentrados.
Obviamente que el enviado imperial no viene a dar una mano para encontrar al
submarino ARA San Juan, de cuya búsqueda se retiraron los navíos
norteamericanos, ni menos aún a expresar solidaridad con los derechos
argentinos de soberanía en Malvinas. Tampoco a hablar de la posibilidad de
empezar a cerrar las numerosas bases militares estadounidenses que existen
en la región, de las que la de Mount Pleasant en Malvinas es una destacada
de la OTAN. El fascista de Trump ya ha manifestado que mantendrá abierta la
cárcel de Guantánamo y no piensa devolver la zona a su legítima dueña: Cuba.
Por estas razones propias y nacionales, pero también por las de carácter
continental, el MASCUBA repudia la presencia en el país y la región de
míster Tillerson y reitera su apoyo a Venezuela, a Cuba, Bolivia y demás
países agredidos por la administración Trump.
Nuestro petróleo no es suyo, míster Tillerson. Nuestra América Latina y el
Caribe no son su patio trasero. Como se decía en los ‘70, “Yanquis, go
home”.
MASCUBA, Coordinación Nacional
4 de febrero de 2018.