Escenario adverso

El 20 de mayo de 2018 pasará a la historia como el día de la resistencia contra el más letal enemigo de la humanidad: Estados Unidos. El presidente obrero Nicolás Maduro Moros, el estratega de la dignidad, logró un contundente triunfo en el peor de los escenarios que pueblo alguno haya padecido. 68% de los votos contra el 21% de Henri Falcón implica una diferencia porcentual de 47%: la mayor de la historia venezolana. La revolución bolivariana sufre una agresión que la desestructura con un ataque dirigido a la psique colectiva, al cerebro reptiliano y a la familia; una táctica caracterizada por el uso de la hiperinflación, el dolartudei y una estrategia enfocada a crear desesperanza en la juventud y en desarticular las doce e:

esencia, endogeneidad, espiritualidad, esotérica, economía, energía, educación, erótica, episteme, épica, estética y ética. ¿Podrá entender alguien no venezolano que la inflación al momento de las elecciones estaba en el 2000% y que ese día hubo un paro nacional de transporte (incluso los buses yutong que el gobierno otorgó a particulares) y aún así ganó Nicolás Maduro?

Nuestra esencia es la solidaridad, el trabajo, el humor y el amor; nuestra endogeneidad radica en los poderes creadores del pueblo; nuestra espiritualidad es la filigrana con la que orlamos nuestro destino, no ser bachaquero, ni malandro, ni pran, ni raspacupo, ni pimpinero, ni paraco, ni contrabandista, ni matraquero, ni corrupto; nuestra esotérica es la magia de lo real maravilloso que habita en Sorte, pero también en Macondo y transmuta como Mackandal; sobre nuestra economía ya lo dijo Kléber Ramírez Rojas “producir alimentos, ciencia y dignidad”; la energía no sólo es la hidráulica que nos provee Guayana, sino el impulso vital del día a día; la educación popular de Simón Rodríguez es nuestro abecedario; nuestra erótica son muchas media naranjas que esperan la poesía para encontrarse, no las letras que ofenden a nuestras mujeres; nuestra episteme es la sabiduría sintetizada en la perfecta geometría de la abuela cuando hace una arepa; nuestra épica es la gesta independentista galopando con un ejército negro, zambo, indio; nuestra estética es la armonía perfecta de la sensibilidad y nuestra ética es la brújula de la conciencia de clase.

¿Abstención?

Las transnacionales de la desinformación tenían la primera plana montada. Si ganaba Maduro con alto índice de abstención: GANÓ LA ABSTENCIÓN, si ganaba Maduro con poco índice de abstención: FRAUDE y si ganaba Falcón CAYÓ LA DICTADURA. ¿Sabrán estas empresas que Santos Ganó en Colombia con una abstención del 60% y que sólo 6 millones 325 mil 858 chilenos de 14 millones 308 mil 151 sufragaron cuando ganó Piñera con una abstención del 55,79%? ¿O que Temer es presidente de Brasil con un 100% de abstención electoral? ¿Conocerán estos emporios que los niveles de abstención en Eslovenia es del 57,6%, Mali 54,2%, Serbia 53,7%, Portugal 53,5%, Lesoto 53,4%, Lituania 52,6%, Bulgaria 51,8% y Suiza 50,9%? ¿O que México, Paraguay, Panamá, Brasil, Argentina y Ecuador están en la lista de países con mayor índice de abstención a pesar de que el voto es obligatorio? ¿Sabrán que el padrón electoral en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de

2016 era de 231 millones 556 mil 622 votantes de los cuales votaron sólo 137 millones 53 mil 916 personas, es decir, el 44,6% no votó? ¿Y que de ese 55,4% sólo 62 millones 984 mil 825 votaron por Donald Trump, es decir, el 27,2% del padrón electoral y 65 millones 853 mil

516 votaron por Hillary Clinton, 28,44% aunque Ganó Trump porque obtuvo 304 votos electorales ya que Clinton obtuvo sólo 227?

Betancourt y Andrés Velásquez

Hay dos capítulos de nuestra historia electoral que vale la pena recordar. En las elecciones internas de Acción Democrática de 1967, el imperialismo saca al maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa de su juego electoral como queda evidenciado en estas palabras de Rómulo

Betancourt: “Pero es que Prieto se ha vuelto loco, ¿es que acaso él podría gobernar sin el consentimiento de Washington? Él no entiende acaso que quienes determinan el poder no lo quieren para nada: la iglesia lo odia, en las Fuerzas Armadas no lo tragan, en los medios de comunicación lo muestran horriblemente feo, sin ninguna gracia personal, los empresarios lo harían papilla a las primeras de cambio creándole desabastecimiento y una espantosa especulación” y culmina preguntándose “qué se ha creído, que los americanos lo dejarían gobernar; es que ya me lo han dicho: “al negro no lo queremos”.

En 1993 votaron 5 millones 829 mil 216 personas. Ganó Andrés Velásquez con 1 millón 710 mil 772 votos. Sin embargo, y previo acuerdo con Washington, el candidato de La Causa R, en una actitud obediente y reverencial ante sus amos norteños declinó. Tamaña decisión tuvo lugar en Venevisión. Gustavo Cisneros, hizo un alto en las negociaciones con el grupo Morgan, para cuadrar el orden de los cuatro puestos ya que el existente: Velásquez, Caldera, Álvarez Paz y Fermín no podría ser anunciado. Claudio Fermín sólo hizo una petición: no quedar cuarto.

Después de unos whiskies, acordaron el orden: Rafael Caldera, Claudio Fermín, Oswaldo Álvarez Paz y Andrés Velásquez.

¿Por qué ganó Maduro el 20M?

Porque el pueblo quiere vivir en paz; porque vinimos al mundo a entreayudarnos, no a entredestruirnos; porque optamos por el Estado Comunal (Confederación de toparquías) y no por el Estado Liberal Burgués; porque nuestro modelo es el Bolivarianismo y no la doctrina Monroe; porque la Revolución Bolivariana “produce la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política”; porque nuestra moneda es el Bolívar, no el Dólar.

¿Por qué el pueblo salió a la calle a votar? Por nuestra ancestralidad, por nuestra africanidad, por nuestra historia comunera, por la resistencia cultural, por la autodeterminación, por nuestra identidad, por nuestra abuela Kueka, por Apacuana, Guaicaipuro, el Negro Miguel de Buría y Guiomar, José Leonardo Chirino, Matea, Hipólita, Juana Ramírez “La Avanzadora”, el Negro Primero, Miranda, Rodríguez, Bello, Bolívar, Piar, Urdaneta y Sucre; por la formación del corazón del pueblo para la libertad, la justicia, lo grande, lo hermoso y definitivamente por el hombre que encaminó el siglo XXI:

Hugo Chávez.

Los ojos de la esperanza del sur del mundo veían a Venezuela el 20M.

Sepa el mundo que más de 6 millones de mujeres y hombres del bravo pueblo, ese de los movimientos sociales, de las comunas y de los cumbes, se vistieron de gloria el 20M porque saben que sólo desde la revolución solucionaremos nuestros problemas y concretaremos nuestra utopía. Porque los pobres del mundo se mueren de dolor, esas heroínas y héroes de a pie dijeron: ¡hay que acudir corriendo a votar!, “pues se cae el porvenir y hay que quemar el cielo si es preciso por vivir”.

Por REDH-Cuba

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