Entrevista de  Roberto Malaver a Marcos Teruggi

¿Por qué Estados Unidos –Donald Trump- impulsa un conflicto con Venezuela violando el Derecho Internacional?

 Estamos frente a un intento de derrocamiento dirigido, financiando y planificado desde Estados Unidos. El derecho internacional es una herramienta que pueden utilizar en caso de que les sea útil para su estrategia, o de la cual pueden tratar de prescindir en caso de que se les transforme en un obstáculo. Ya han dado muestra de esto en la historia, utilizan lo que les sirve, descartan aquello que no, importa los objetivos, en este caso los de concretar el golpe de Estado, despedazar el país, avanzar en una revancha que reformatee la sociedad, borre al chavismo. John Bolton, uno de los estrategas designado al frente de las operaciones contra Venezuela, afirmó: “Los EEUU hacen que la ONU funcione cuando quieren que funcione, y cuando podemos hacer que otros sigan nuestro dictado. Y así es precisamente cómo deberían ser las cosas porque la única pregunta que debe importar a EEUU es ¿qué conviene a nuestros intereses nacionales?”. Bolton era entonces, entre el 2005 y 2006, representante permanente de EEUU ante la ONU. La diferencia es que el orden mundial no responde a la unipolaridad norteamericana de esos años.

Siempre se dice que la verdad es la primera víctima de la guerra, ¿por qué asesinan la verdad?

En una guerra no gana quien tenga la verdad -suponiendo que exista así a secas- sino quien logra convencer de tener la razón y hace de esa razón la matriz predominante, el sentido común. EEUU tiene una serie de matrices que instalar para justificar y darle legitimidad a sus actos y palabras en el caso de Venezuela: la existencia de una crisis humanitaria, una dictadura, un proceso político que ha perdido el respaldo popular, entre otros puntos. Su maquinaria comunicacional-política está en marcha para instalar esas “verdades” que son las que sirven a los intereses norteamericanos. En segundo lugar, sería una excepción que EEUU hiciera un intento de golpe de Estado invocando su verdadero plan, el de muerte, saqueo y apropiación. Cada golpe que han dado ha sido en nombre de la libertad, la democracia, la gente sufriente, los derechos humanos. Es la pelea por los sentidos, por el discurso que invierte los términos y presenta a la víctima como victimario y viceversa, para que nadie se ponga del lado de la víctima ahora convertida en culpable.

El viernes 22 se anuncian dos conciertos en la frontera Venezolana, uno en Colombia, en favor de la ayuda humanitaria para Venezuela, y otro en Venezuela, a favor de la paz y la no intervención, ¿tiene alguna otra lectura de esos conciertos?

El 22 veremos en Cúcuta la puesta en acción de la maquinaria cultural de EEUU, con el objetivo de ampliar consensos internacionales, y el 23 será el día que han anunciado como intento de quiebre de la actual situación con el ingreso de la “ayuda humanitaria”, que es un ariete para entrar en el territorio nacional. En ese marco pueden crear escenarios que sean trampas, con el objetivo de fabricar situaciones de alto impacto que catalicen hacia asaltos mayores. La iniciativa por parte del gobierno venezolano de llamar a un concierto de este lado de la frontera parece acertada, ya que permitirá construir una imagen diferente a la que los grandes medios internacionales parcializados a favor del asalto necesitan. Serán días, horas de mucha tensión, en la cual el objetivo del chavismo será lograr que no exista desborde, ni confrontación, ni episodios montados para los objetivos de quienes planifican el golpe de Estado.

Si Obama firmó un decreto diciendo que Venezuela era una amenaza inusual y extraordinaria para Estados Unidos, ¿Por qué ahora Estados Unidos la quiere ayudar humanitariamente?

El mecanismo planteado por EEUU es cínico: crea una situación de dificultad material, a la cual le pone el título de crisis humanitaria, y en base a eso plantea activar acciones de “ayuda”. La misma lógica aplica a Guaidó: EEUU monta un presidente interino para luego afirmar que lo reconoce y a partir de ahí darle legitimidad a sus ataques.  La ayuda humanitaria planteada por EEUU es un caballo de Troya, es decir un operativo que en superficie parece una cosa pero que dentro carga otra, en este caso la intención de ingresar a Venezuela para derrocar a Nicolás Maduro. No existe el derecho a la inocencia, nada de lo que hace EEUU es por el bien de Venezuela, de su gente, por una preocupación por la situación de dificultad económica que ellos mismos buscan acelerar con los ataques pasados, presentes y los que están por venir.

¿Por qué hay que demostrarle al mundo, a través de videos en las redes, que Venezuela está en paz?

Existe una distancia grande entre la correlación de fuerzas que la estrategia golpista construye en las redes sociales, con las agencias internacionales de noticias y los discursos de funcionarios, y lo que realmente sucede. Es parte de la arquitectura del golpe de Estado, y es necesario revertirla para mostrar que no existe ni crisis humanitaria, ni represiones masivas, ni una sociedad clamando por Guaidó. Por eso las imágenes de la tranquilidad en Venezuela han sido importantes, para poner en cuestión ese discurso, demostrar que se trata de una construcción que busca justificar la violencia armada que está por venir si no se logra desmontar su plan. Porque la única forma de sacar a Maduro del Palacio de Miraflores, y luego mantener el poder, es a través de la violencia física, armada, la que Guaidó anticipa cuando habla de la posibilidad de una intervención armada, o la que se desprende del intento desesperado de quebrar la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Eso es lo que realmente buscan hacer, lo que se debe evitar a toda costa, y eso pasa, entre otros puntos, por la imprescindible unidad y movilización del chavismo.

Fuente: Ciudad Caracas

Por REDH-Cuba

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