Nosotros, los puertorriqueños en nuestra larga lucha por la descolonización de nuestro país hemos tenido muchas batallas, políticas, económicas, de ideas con los que quieren mantener el régimen colonial. Hemos ganado muchas, mantener nuestra cultura, nuestra bandera, idioma, idiosincrasia, el ser puertorriqueño. Y dentro de esas luchas y batallas hemos ganado una sumamente importante, haber convencido a la mayoría de nuestro pueblo que Puerto Rico es una colonia.

No siempre fue así, en los años 60, 70 hasta los noventa grandes sectores del país negaban esta realidad. Sin embargo todos los sectores que antes lo negaban, los colonialistas insertados en el PNP y PPD se han visto obligados a aceptarla. No le queda más remedio, el proceso educativo de los puertorriqueños que creemos en la descolonización e independencia los ha obligado. A esto se suma que el propio régimen colonial estadounidense lo ha admitido en las últimas decisiones de sus cortes. Además, ahora se han quitado la máscara por completo del cuento de gobierno propio imponiendo sin tapujos su política y la Junta Imperial. Ya todos aceptan que somos una colonia.

Ganada esa batalla, tenemos el deber de llevar a cabo la segunda fase de este proceso educativo y de lucha, explicarle a nuestro pueblo lo que es la descolonización y lo que no es.

Empezamos con una parte de la ponencia presentada ante las Naciones Unidas por nuestra organización Movimiento Ñin Negrón el año pasado.

“En el 1960 las Naciones Unidas aprobaron la Resolución 1514(XV) conocida como la Carta Magna del proceso de Descolonización. Este proceso claro, preciso y sencillo es el camino que muchos países han tomado para el logro de su independencia, y debe ser el único vehículo para la descolonización de Puerto Rico. Citamos al patriota Juan Mari Brás, “La Resolución 1514(xv) parte de las premisas muy categóricas: el colonialismo no tiene justificación alguna; el derecho a la soberanía es inalienable, no puede renunciarse. Por tanto, los requisitos son igualmente categóricos: transferencia de todos los poderes a los pueblos coloniales, para permitirles gozar una libertad y una independencia completa. Por primera vez se hace claro que la independencia es requisito previo a la libre determinación. La independencia no es un posible resultado de la libre determinación, sino su causa. Un pueblo no puede auto determinarse si primero no se la ha reconocido plenamente su independencia.”

Aquí se define claramente en la Resolución 1514(xv) que para que un proceso sea realmente descolonizadora se necesita completar unos pasos, que son:

· Total transferencia de poderes al pueblo de Puerto Rico,

· La obligación del Congreso de Estados Unidos a renunciar, sin condiciones y reservas, una autoridad sobre nuestro pueblo,

· Desmantelamiento del aparato burocrático, represivo y militar que Estados Unidos ha montado en Puerto Rico para salvaguardar su dominio

· Respetar el derecho del pueblo puertorriqueño a la autodeterminación e independencia

· El Lcdo. Juan Mari Brás señalaba además, “Para cumplir con esta obligación no es necesario que se celebren plebiscitos, ni elecciones, ni referéndum alguno en Puerto Rico. Cuando las tropas de Estados Unidos invadieron nuestro suelo y se instalaron aquí no realizaron ninguna consulta al pueblo puertorriqueño. No hay razón por la cual tengan que celebrar una consulta para salir de un país que no es de ustedes.”

Este es el proceso descolonizador, como pueden ver muy sencillo y nada complicado. No hay 3 formulas de status, solo una, la independencia. Con ella podemos hacer tratados, arreglos, asociaciones, con todos en el mundo pero desde la soberanía completa. Claro para los colonialistas de siempre, el gobierno de Estados Unidos, las instituciones del PNP y PPD, y los grandes intereses que han vivido de la colonia tratarán de desviar este proceso. Inventarán ahora como el pasado procesos fatulos como plebiscitos o asambleas donde ellos pretenden tener participación y dirección. Al igual que con la colonia que ya desenmascaramos, igual haremos con cualquier intento de desviar el verdadero proceso de descolonización.

Ganada la primera batalla, nos corresponde ahora integrar y organizar a nuestro pueblo para el verdadero proceso de descolonización.

Por REDH-Cuba

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