El proceso regional en América Latina y el Caribe hacia un Foro Social de Internet (FSI), inaugura con esta edición su publicación digital “Internet Ciudadana”.


Descargar primer número de Internet Ciudadana

Con la entrega de Julian Assange a las autoridades británicas por el gobierno ecuatoriano y el pedido de extradición a Estados Unidos se agravan aún más las amenazas que vivimos con la sociedad digitalizada, que incluyen: ocultación o fabricación de la ‘verdad’ en función de poderosos intereses, vulneración de la libertad de expresión, eliminación de la privacidad…

‘Transparencia de los poderosos, privacidad para los demás’, plantea Assange. Y es por haber transparentado crímenes de guerra, ciberespionaje, corrupción y negociados a espaldas de los pueblos, tales como los tratados comerciales, que él y Wikileaks han recibido numerosos reconocimientos por su valor y su aporte periodístico.

En esta era del capitalismo de vigilancia, tales acciones son más bien la excepción. A pesar del gran potencial de Internet para contribuir al desarrollo cognitivo de la humanidad y a la participación democrática, se ha convertido más bien en una potente fuente de acumulación del capital transnacional, a través del acaparamiento de datos y del desarrollo centralizado de la inteligencia artificial. Internet es hoy un aparato monopolizado de vigilancia y control, de elevadísima concentración propietaria, de censura de fuentes y desinformación. El usuario se volvió usado; el protagonista, un consumidor; el ciudadano, objetivo de espionaje y manipulación.

La acusación presentada por Estados Unidos contra Assange es muy peligrosa, porque atenta contra las garantías fundamentales del periodismo de investigación y el derecho de proteger la identidad de las fuentes, que permiten asegurar la divulgación de información de interés público. Es más, implica que la justicia estadounidense se otorgue la potestad de juzgar todo lo que pasa en Internet y a quien piensa diferente.

Por ello, exigir la libertad y el cese de la persecución contra Assange tiene un alcance más amplio, ya que involucra la libertad de pensamiento y de expresión, la libre circulación de ideas y el derecho a la información y al conocimiento.

También se relaciona con la lucha para transformar Internet, democratizarla, defendiendo el control descentralizado, la tecnología y el conocimiento libres y la soberanía digital. Es lo que llamamos la Internet Ciudadana. Les invitamos a ser protagonistas.

Por REDH-Cuba

Shares