A 74 años de la fatídica fecha son muchas las víctimas de «esta demostración de supremacía militar por parte de Estados Unidos», sin embargo, algunos sobrevivientes, como Yamamoto Sadao, recuerdan cómo su hogar fue borrado de la faz de la tierra


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Fuente: Granma

Ayer fue un día triste para la humanidad. Recordamos con pesar cómo la Segunda Guerra Mundial finalizaba allá por 1945, con el lanzamiento de la primera bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima, acción que se repetiría tres días después en Nagasaki, y marcaría para siempre el futuro de las naciones.

A 74 años de la fatídica fecha son muchas las víctimas de «esta demostración de supremacía militar por parte de Estados Unidos», sin embargo, algunos sobrevivientes, como Yamamoto Sadao, recuerdan cómo su hogar fue borrado de la faz de la tierra.

Según relata Sputnik, Sadao logró sobrevivir por pura casualidad, pero recibió múltiples quemaduras en la piel por la intensa luz que desprendió la bomba.

Yamamoto y el resto de los sobrevivientes se conocen en Japón bajo el nombre de hikabusha y sus vivencias son el mejor recordatorio de por qué debemos convivir en un mundo sin armas nucleares.

Pero la sociedad capitalista se rige por principios de supremacía y avaricia y quienes la gobiernan no se detienen a escuchar a Yamada Reiko, quien tenía 11 años en aquel entonces y hoy, a sus 83, aún le duele rememorar el intenso olor a carne quemada de los miles de fallecidos.

Con el propósito de que una fecha tan significativa no pase inadvertida, la ciudad de Hiroshima convocó a los jóvenes a no olvidar ni menospreciar la tragedia atómica e hizo un llamamiento a los líderes mundiales, especialmente a Japón, para que suscriban el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares, refirió el diario La Vanguardia.

El alcalde de esta ciudad nipona, Kazumi Matsui, confesó que «Habiendo vivido dos guerras mundiales, nuestros mayores persiguieron un ideal: un mundo más allá de la guerra. Se prometieron construir un sistema de cooperación internacional. ¿No deberíamos recordar y, para la supervivencia humana, luchar por ese mundo ideal? Les pido esto especialmente a ustedes, los jóvenes, que nunca han conocido la guerra pero que liderarán el futuro».

También, en un momento donde las actuales tensiones nucleares entre Estados Unidos con Ia República Islámica de Irán y la República Popular Democrática de Corea (RPDC) van en aumento, no podemos pasar por alto la memoria de los casi 500 000 muertos por la explosión de aquellas bombas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945.

El cine, la televisión, los medios de comunicación masiva, han plasmado el momento exacto de la primera detonación. Eran las 08:15, hora local, cuando la bomba de uranio Little Boy bajó a tierra desde un avión estadounidense. Sin embargo, a pesar de todos los exhortos a la paz, la guerra siempre asoma por las esquinas y estamos demasiado cerca de vivir otra hecatombe nuclear.

Por REDH-Cuba

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