En un día feriado aquí, miles de personas reclamaron en Plaza de Mayo contra el golpe de Estado en Bolivia y en solidaridad con el pueblo chileno, homenajeando a las víctimas y la resistencia de los pueblos, mientras que continúan surgiendo pruebas y denuncias sobre la complicidad del gobierno de Mauricio Macri, y en especial del gobernador de Jujuy Gerardo Morales con los golpistas y con los funcionarios estadunidenses que los apoyan y dirigen.
Macri su seguidores y medios de comunicación afines en línea con Washington siguen sosteniendo que no hay golpe de estado en Bolivia actitud que fue rechazada por los manifestantes en el comunicado que leyeron, firmados por Organizaciones sociales, políticas, humanitarias y bolivianos y chilenos residentes en Buenos Aires.
La complicidad del gobierno argentino y especialmente del gobernador de la alianza Cambiemos en Jujuy, Gerardo Morales se hace cada día más evidente por denuncias documentadas tanto desde Bolivia como de investigadores argentinos y brasileños, que también acusan al presidente Jair Bolsonaro, por la misma situación.
De acuerdo a nuevas revelaciones, el gobierno de Mauricio Macri sabía sobre la decisión golpista de Luis Fernando Camacho con seis días de anticipación. El informe se refiere a una reunión que tuvo el empresario de derecha junto con representantes diplomáticos de los consulados de otros países ubicados en Santa Cruz de la Sierra el 4 de noviembre pasado, como señala el siempre bien informado sitio de web “El Cohete a la Luna“ dirigido por el periodista Horacio Verbistky .
En esa reunión Camacho pidió asilo al consulado argentino ante un eventual fracaso de lo que llamaba «insubordinación civil», pero esto sólo lo podía decidir la Embajada en su sede de la capital de Bolivia. Camacho les aseguró que 48 horas más tarde las Fuerzas Armadas iban a entrar en la casa de gobierno, lo que fue comunicado a la cancillería argentina en ese momento.
Lentamente comienzan a surgir datos que complican cada vez más al gobierno de Macri, a gobernadores del noroeste, a militares argentinos y a la presencia de asesores del Comando Sur en la frontera argentina con Bolivia, así como la posibilidad de que hayan ingresado armas, equipos y fuerzas especiales de Estados Unidos por las fronteras de Argentina, Brasil y Paraguay
El sorpresivo viaje de Ivanka Trump hija del presidente de Estados Unidos, Donald Trump a la provincia de Jujuy, fronteriza con Bolivia el pasado 4-5 de septiembre, acompañada por dos mil 500 agentes federales, el subsecretario de Estado John Sullivan y otros funcionarios, para “visitar” a una pequeña ONG (Pro Mujer) que depende de la iniciativa para el Desarrollo y la Prosperidad Global de las Mujeres que ella dirige en su país, resultó sospechoso desde el principio.
El esquema de Seguridad armado por el gobernador de Jujuy Gerardo Morales, evitando toda posibilidad de que alguien no oficial pudiera ver la enorme comitiva que acompañó a Ivanka recibida por el mandatario provincial, el canciller Jorge Faurie, y el ministro de transporte Guillermo Dietrich y en especial la serie de reuniones secretas entre funcionarios de Estados Unidos y locales, inspiraron sospechas. Y ya se habla de la presencia de los ahora golpistas bolivianos en el marco de la visita de Ivanka Trump, quien públicamente entregó una “ayuda “ de 400 millones de dólares al mandatario provincial supuestamente para “obras viales”. A esto se refirió la diputada nacional boliviana del Movimiento al Socialismo (MAS) Alicia Canqui Condori quien aseguró que «en Jujuy se había reunido la hija de Donald Trump con el gobernador Gerardo Morales para planificar todo este plan que han hecho en Bolivia».
Ahora desde Brasil se informa que el general boliviano William Kaliman, quien fue el encargado de “sugerir” al presidente Evo Morales, su renuncia, se fue a Estados Unidos a sólo 72 horas de comenzar el golpe militar, después de recibir un millón de dólares de la embajada de Estados Unidos en Bolivia de manos de Bruce Willamson, encargado de Negocios de esa sede diplomática. También se repartieron unos 500 mil dólares a cada jefe policial, que se fueron de su país, como informa el portal Redvolución.Net, desde Brasil.
“Entre el amotinamiento de los policías que permitió el caos vengativo contra los socialistas (Movimiento al Socialismo) e indígenas y la inacción del ejército se instrumentó el golpe” señalan los investigadores de ese portal.
Williamson los habría contratado” y coordinado todo desde meses atrás en reuniones en la provincia argentina de Jujuy amparado por el gobernador Gerardo Morales uno de los más afines a Mauricio Macri” señala el también en su informe.,
Los implicados habrían partido a Estados Unidos, para evitar cualquier investigación, y su reemplazo inmediato, cuando se autoproclamó presidenta Jeanine Añes, ya estaba acordado.
Si los hilos del complot se van uniendo, a esto se añade la presencia de fuerzas de seguridad y militares argentinos en la frontera común con Bolivia, ya sea instalando alguna base como se anunció, para controlar supuestamente el narcotráfico o realizando una serie de maniobras con asesores del Comando Sur de Estados Unidos. Todo esto sin previo conocimiento del Congreso.
Sólo días después del paso de Ivana Trump por Jujuy comenzaron a llegar militares argentinos para realizar maniobras en esa provincia y la vecina Salta a realizarse entre el 22 de septiembre y los primeros días de octubre, en la llamada “Operación Integración Norte del Ejército Argentino”, involucrando a unos dos mil efectivos.
Lo interesante es que esas maniobras las realizó el Batallón de Fuerzas de Despliegue Rápido(FDR)creado en junio de este año por el ministro de Defensa Oscar Aguad , a pedido del Comando Sur de Estados Unidos y en función de acuerdo firmados donde también estas fuerza se comprometían a “apoyar” acciones estadunidenses en la región.
Participaron además efectivos de la IV Brigada Aerotransportada y de la Aviación del Ejército, y helicópteros, aviones de caza y paracaidistas en actividades de ataque y guiado aéreo, como lo anunció el comandante general de alas FDR Martín Paleo.
Las zonas fronterizas de Jujuy y Salta donde se realizaron las maniobras son estratégicas en los diseños militares.
Pero hay algo más grave es que después de años parado, fue movilizado el tren de carga General Belgrano, para trasladar toda clase de equipos militares para las maniobras. Y dada la situación en Bolivia y los constantes enfrentamientos diplomáticos y consulares protagonizados por Gerardo Morales , además de las reuniones con los grupos especialmente los golpistas de Santa Cruz de la Sierra, se agrava la situación de este gobernador que mantiene más de una decena de presos políticos, como la dirigente social Milagro Sala . Se agrava la conversación con también brigadistas militares argentinos con el gobierno de Morales, hay marcadas sospechas de que llevó en realidad el Tren de Cargas en su gran capacidad de transporte.
También se investigará el ingreso de 200 brigadistas militares a Bolivia durante los pasados incendios provocados y acusados a la oposición en la Amazonia boliviana, tema que fue utilizado para una fuerte campaña contra Morales en tiempos electorales. De todo se sospecha en estos momentos, y fundamentalmente de los acuerdos de seguridad y militares que firmó el gobierno de Macri, no sólo comprometiendo la soberanía nacional, sino la relación con países vecinos, sin haber consultado nunca al Congreso.