M.H.: Estuviste en Venezuela recientemente ¿por qué y cómo viste la situación política y social de la República Bolivariana?

C.A.: Fui al Encuentro internacional de comunicación que reunió a cerca de 140 comunicadores populares, de medios de contra información, alternativos o como se los quiera llamar, de todo el mundo pero esencialmente de América latina. Había representantes de distintos países del continente con los que durante 3 días debatimos qué se puede hacer para reforzar todo el sistema de contra información en un momento en el que América Latina está sufriendo una embestida terrible del imperialismo norteamericano, el caso de Bolivia y todo lo que ocurre también a nivel de las rebeliones populares, cómo los y las comunicadoras podemos estar a la altura en ese sentido.

Más allá de formar redes y de intercambiar experiencias la idea que nos motivó y que motorizó con mucha fuerza el gobierno Bolivariano es la necesidad imperiosa de la formación y para eso se puso en marcha un proyecto que está bastante conversado durante estos años, pero que no terminaba de aparecer con fuerza que es la Universidad internacional de la comunicación. Finalmente entre las resoluciones del Encuentro se le dio luz verde.

M.H.: ¿Dónde funcionaría?

C.A.: Tendría una sede en Venezuela pero como coequipers fundamentales a Argentina, México y Brasil con la idea de ir desarrollando a partir del 2020 una serie de cursos, tecnicaturas en el sentido de que también la nueva tecnología nos ayuda para que no sea necesario hacer cursos presenciales, sino que también se puedan hacer de la misma manera que se suelen hacer con las teleconferencias los dictados de clases.

Es un proyecto ambicioso, una Universidad no es algo que se haga de un día para el otro pero está avanzado, porque ya se venían generando insumos para darle posibilidad a un rodaje efectivo en corto tiempo. La ayuda de recursos venezolanos, es muy importante, Nicolás Maduro cerró el encuentro firmando precisamente este convenio para poner en marcha esta Universidad y otras cosas más como ampliar la red de comunicadores populares y apuntar a la posibilidad de hacer transmisiones en conjunto a nivel radial o a nivel gráfico coordinar ediciones de periódicos o páginas en conjunto.

Son todas armas que necesitamos para contrarrestar este aluvión de terrorismo mediático que apoya a los procesos dictatoriales de nuevo o viejo (como el caso de Bolivia) tipo que se están dando en el continente.

M.H.: Lo de Bolivia particularmente se vivió tal cual lo acabás de manifestar. ¿Cómo encontraste a Venezuela?

C.A.: La encontré mejor. Por ser un proceso revolucionario Venezuela siempre queda por detrás del resto del continente, tiene más hermandad lo que sucede allí con Cuba que con el resto del continente, donde como máximo se alcanzaron gobiernos progresistas. Pero las sanciones y el bloqueo siempre han causado serias dificultades a la población. Esta vez el tema de la alimentación lo vi mucho mejor, ya hay alimentos en casi todas las góndolas de los almacenes y las cajas Clap que son las que se reparten desde el Estado en los barrios, se reparten con más asiduidad, en el peor de los momentos se repartían cada 1 o 2 meses, ese fue el momento más grave. Pero ahora ya hay un ritmo de 15 días, y realmente se llega a fin de mes bien, más los tickets canasta que se dan a los trabajadores para comprar alimentos casi regalados.

Hay cosas en Venezuela que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, salvo Cuba. Por la luz, por ejemplo, se paga muy poquito, también por los combustibles y el metro la mayoría de las veces es gratuito el pase, no hay necesidad de evadir como hacen los chilenos el pago del metro.

La oposición de Gauidó es una banda de delincuentes en acción

M.H.: ¿Y la oposición del auto denominado Presidente Guaidó?

C.A.: La oposición está muy quebrada, esto es una ventaja para el gobierno bolivariano, porque no solo está quebrada políticamente, están uno en contra del otro, se maldicen vía Twitter o vía Facebook, todos se acusan de todo, pero además hay acusaciones que son totalmente ciertas como es el tema de la corruptela. Guaidó formó una banda de delincuentes y esto ya ha quedado claro no solo para el gobierno bolivariano que lo sabía de entrada, sino para la propia oposición.

Tuvimos acceso a una cantidad enorme de Twitter, no hace falta hacer inteligencia para captarlos, están visibles, incluso podés entrar en cualquiera de las redes y vas a ver a uno acusando al otro de que se robó miles de dólares, el otro diciendo “qué confianza le podemos tener a este patán de Guaidó” y todo esto en el marco de asaltar la economía venezolana más allá de interesarles políticamente hacerse del gobierno. Son una banda de delincuentes en acción y el rol de Guaidó y el posible carisma que podía tener entre la oposición ha caído estrepitosamente, creo que está peor que Piñera.

La oposición no pudo lograr en la mesa de negociación casi nada, las negociaciones que hizo el gobierno para convocar a elecciones parlamentarias para el año que viene, no terminan siendo concesiones sino que finalmente va a ser una carta positiva para que el gobierno demuestre que Guaidó y su gente en la Asamblea Nacional han perdido mucho prestigio y van a perder las elecciones sin dudas.

Entonces, frente a una oposición destartalada, solamente le quedan las sanciones y la presión internacional de EE UU fundamentalmente porque el Grupo de Lima ha fracasado en asediar a Venezuela, la OEA también, el TIAR que se ha reunido recientemente en Bogotá intentando sacar una medida intervencionista cuasi militar, también ha fracasado y hasta el propio Elliott Abrams, el diplomático más hostil contra la política venezolana, ha tenido que reconocer que se alió con un grupo de ineptos y además todos ellos rayando la delincuencia. Les han robado a los yanquis, que es decir demasiado. Eso hace que la revolución esté de pie.

Lo que sigue siendo duro es el tema de los medicamentos, porque ahí está la industria farmacéutica detrás, los laboratorios, el bloqueo se siente fuertemente, a pesar de la ayuda de China y Rusia. Los rusos están apoyando con todo el tema del traslado del petróleo, esto trae consecuencias en Cuba porque Venezuela le enviaba petróleo a Cuba y ahora sancionan a las empresas navieras que trasladen ese petróleo, salvo que vayan buques venezolanos custodiados por buques de guerra rusos. Ahí no te para nadie. Los yanquis hasta ahí llegaron, porque si tercerizan con empresas navieras, como estaban haciendo, para llegar a otros puertos con el petróleo, les aplican el bloqueo a esas empresas y se frustra el envío del petróleo tanto a Cuba como a otros países.

Los rusos están ayudando en eso y en muchísimas cosas más como es el apoyo técnico y logístico a nivel militar y los chinos están ayudando en algunos cupos de alimentación y también en medicina, que es lo que de alguna manera cerraría el círculo para que Venezuela pudiera respirar tranquila a nivel de su población. Porque todo esto afecta fundamentalmente a la población más humilde, pero cuando hablamos de medicamentos afecta a todos, incluso a los escuálidos.

Por REDH-Cuba

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