Las aerolíneas de Estados Unidos que brindaban servicio de vuelos chárter a aeropuertos cubanos dejaron de volar desde la noche del lunes 9 de marzo a la isla, salvo a La Habana, en cumplimiento de una prohibición del gobierno de Estados Unidos.
Se trata de otra vuelta de tuerca del bloqueo que la Casa Blanca aplica contra Cuba, bajo el argumento de que resultan acciones dirigidas contra el gobierno de la ínsula caribeña.
La decisión de Washington complementa otra decidida en octubre, por la cual también fueron suspendidos los aterrizajes y despegues de aerolíneas regulares de Estados Unidos en territorio cubano, salvo el aeropuerto internacional José Martí, de esta capital.
A partir del 10 de marzo el aeródromo internacional de Santa Clara, en el centro del país, dejará de recibir unos 14 vuelos semanales procedentes del país norteño, con un estimado de cinco mil viajeros.
La mayoría de ellos son cubanos residentes en Estados Unidos, quienes están obligados desde ahora a viajar a La Habana, a despecho de que sus familias vivan en la provincia de Villa Clara, Sancti Spíritus u otras del centro del país.
Peor le ocurre a los cubanoamericanos originarios de Santiago de Cuba u Holguín, cuyos aeródromos también están castigados por la administración de Donald Trump.
«Es como si no quisieran que nuestra familia se reencuentre», afirmó Romelia Salazar, una oriental cubana cuyo hijo ahora tendrá que volar a La Habana y luego trasladarse por carretera al extremo oriental de Cuba, unos mil kilómetros.
Resulta todo un encadenamiento bien pensado para provocar penurias, pues el transporte terrestre en la isla está afectado por el desabastecimiento de combustible a consecuencia de los castigos y amenazas de la Casa Blanca contra navieras y aseguradoras del transporte de portadores energéticos a Cuba.
El colmo fue que el gobierno cubano se vio obligado a comprar un tanquero que, con combustible pagado de antemano, se rehusó a tocar puerto isleño para evitar sanciones del gobierno estadounidense.
Con información de Agencias / Imagen de portada: Caricatura de Adán.
Tomado de Cuba en Resumen