Declaración del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos.
A la larga lista de atentados terroristas contra Cuba y sus representaciones diplomáticas en el exterior organizados y financiados desde EE.UU, se sumó hoy jueves 30 de abril, el ataque armado a la sede de la Embajada de Cuba en Washington.
Desde el Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos, repudiamos con todas nuestras fuerzas esta nueva agresión, que lejos de parecer un hecho aislado está estrechamente vinculado a la política de odio y agresividad extrema del gobierno de Donald Tump.
Junto al recrudecimiento brutal del bloqueo, que impide a Cuba adquirir equipos e insumos para enfrentar la pandemia, alimentos y combustible, con apenas 24 horas de diferencia el arrogante secretario de Estado Mike Pompeo fue portavoz de una campaña infame, basada en la calumnia y la mentira contra la cooperación médica internacional cubana que enfrenta la Covid-19 en el mundo.
Sin el menor pudor Pompeo, que ha reconocido que la CIA le enseñó a mentir, robar y engañar, criticó a Sudáfrica y Qatar por solicitar la cooperación de la Brigada Médica Cubana Henry Reeve especializada en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias para enfrentar la Covid-19.
En este clima de extrema hostilidad de EE.UU, que llega a límites inhumanos en medio de una pandemia, se ejecutó el atentado contra la Embajada.
Desde todo el mundo se expresa la condena a un acto cobarde y criminal que entre los daños materiales, hizo blanco en la escultura que preside la entrada de la Embajada, como agravio a todo el pueblo cubano, la sagrada escultura de José Martí, poniendo en serio peligro la integridad física de los funcionarios y diplomáticos cubanos que se encontraban allí y los vecinos estadounidenses que se horrorizaron ante la secuela de tiros que los despertaron en la madrugada.
El silencio del gobierno de Trump que luego de varias horas no ha condenado el ataque, contrasta con las veloces declaraciones para distanciarse del mismo de renombrados terroristas de Miami y Marco Rubio, el extremista de derecha que los representa y encubre en el Congreso. Como si algo les quemara en las manos declaran a la prensa «no conocer al atacante, no haber escuchado nunca su nombre, no saber quién es», solo falta que agreguen Yo no fui.
La policía se presentó en el lugar al recibir la denuncia de la agresión, y detuvo al atacante, un individuo de 42 años procedente de Aubrey Texas, el automóvil en el que se desplazó y el arma utilizada: un fusil AK-47 con varias rondas de municiones y cargador de alta capacidad con el que efectuó 30 disparos.
«Asalto con intención de matar y posible crimen de odio», dijo la policía a la prensa-
Nos preguntamos ¿dónde estaba el Servicio Secreto de EE.UU, encargado de la protección de las embajadas, que ahora ha tomado el caso? ¿Dónde estaba el FBI y otros servicios de inteligencia que suelen monitorear a embajadas cuyos gobiernos no son afines a EE.UU? ¿Cómo fue posible que un sujeto recorriera 2490 km de carretera, desde Texas a Washington, portando un fusil AK-47 con abundantes municiones y sofisticado cargador, en medio de la cuarentena, atravesando estados con miles de muertos por Covid-19 y ninguna autoridad lo detuviera? ¿Dónde está la Convención de Viena y la obligación de los Estados de proteger a las delegaciones diplomáticas? ¿Qué motivaciones tuvo el agresor?
Repudiamos la agresión y apoyamos la enérgica solicitud del gobierno cubano expresada por el canciller Bruno Rodríguez que exigió una investigación exhaustiva y rápida, cuyos resultados sean compartidos con las autoridades cubanas.
El canciller convocó a la Encargada de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en la Habana, Mara Tekach, le preguntó ¿Cómo reaccionaría el gobierno de los Estados Unidos ante un ataque como este a cualquiera de sus Embajadas?
Este atentado se inscribe en el recrudecimiento brutal del bloqueo, el conjunto de agresiones perversas y el ataque a los médicos cubanos, en medio de la epidemia de Covid-19.
El odio que destila el gobierno de Trump a través de sus halcones y criminales de guerra, su desprecio a la vida, las amenazas de intervención permanentes, el bloqueo, las sanciones, y el racismo, solo engendran más odio y el rechazo de la humanidad.
En cambio Cuba nos llena de orgullo y esperanza, porque nos demuestra que otro tipo de sociedad es posible. Sus médicos y profesionales de la salud, hoy vilmente atacados, son el mayor ejemplo de humanismo y solidaridad.
Por todos ellos que enfrentan al Covid-19 en Cuba, África, América Latina, Caribe, Europa y Países Árabes; por los trabajadores cubanos, por su hermosa juventud, por sus heroicas mujeres; por la generación histórica que hizo la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes en las narices del imperio más poderoso del planeta, dedicaremos este 1ro de Mayo.
Porque amamos la vida y derrotaremos la muerte, pondremos las banderas en puertas, ventanas y balcones, nuestras casas serán las plazas, y diremos bien fuerte. Alto a la agresión contra Cuba. Toda nuestra solidaridad con la Revolución Cubana!!