El pueblo de Cuba y la comunidad internacional conocen la campaña deshonesta que desde 2019 ha desatado el Gobierno de Estados Unidos para desacreditar a la cooperación médica internacional de Cuba, presionar a los Gobiernos que la reciben y privar a los pueblos de esos servicios de salud.
El Ministerio de Relaciones Exteriores denuncia que, como parte de esa ofensiva, el Gobierno estadounidense ha desatado presiones y chantajes contra la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Bajo la amenaza de no desembolsar la contribución financiera que corresponde realizar a Estados Unidos como principal contribuyente al presupuesto de la organización, la Secretaría de la OPS fue obligada a aceptar lo que llaman “una revisión externa del papel de la OPS en el Programa Más Médicos en Brasil”, en el que miles de profesionales cubanos tuvieron la oportunidad de participar a solicitud expresa del Gobierno popular del Partido de los Trabajadores, y que ha sido objeto de la más grosera campaña de difamación por parte de los Estados Unidos y del actual Gobierno brasileño.
Las supuestas preocupaciones de Estados Unidos sobre la cooperación de Cuba, en este caso sobre el programa Más Médicos, no son legítimas, ni pertinentes para ser discutidas en la OPS. El Programa Más Médicos, que ha recibido auditorías previas con resultados positivos, se estableció en virtud de un acuerdo tripartito entre el Gobierno cubano, el entonces Gobierno brasileño y la OPS.
El Programa posibilitó que desde agosto de 2013 hasta noviembre de 2018, los médicos cubanos en Brasil atendieran 113 359 000 pacientes, en más de 3 600 municipios, llegando a proveer una cobertura de salud permanente a 60 millones de brasileños. Gracias al programa, se logró expandir la cobertura de atención básica y de salud de los brasileños; se amplió el acceso y la oferta de acciones de salud y se mejoraron los indicadores de salud de la población, reduciéndose las hospitalizaciones por la labor preventiva de los médicos.
El nivel de satisfacción y aprobación de los pacientes, médicos y gestores del programa fue alto. Según un estudio de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), el 95% de los pacientes estaba satisfecho o muy satisfecho con el programa.
Si Cuba no se hubiera visto conminada a retirar sus médicos de Brasil, estos habrían podido contribuir al control y enfrentamiento de la pandemia de COVID-19 en ese país, el segundo más afectado a nivel mundial.
Como se informó en declaración del Ministerio de Salud Pública del 14 de noviembre de 2018, Cuba tomó la decisión de no continuar participando en el Programa Más Médicos ante el servilismo del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien con actitud despectiva y amenazante hacia nuestros colaboradores y en franco irrespeto a la OPS y a lo convenido por esta con Cuba, impuso modificaciones a los términos del programa, que condujeron a un incumplimiento de las garantías acordadas inicialmente y a condiciones inaceptables para la permanencia de nuestros profesionales.
Es repugnante que el Gobierno de Estados Unidos intente manipular a los organismos internacionales y regionales a su antojo. Se sabe que no existe documento alguno adoptado por los órganos directivos de la OPS que otorgue un mandato o avale desde el punto de vista legal la realización de esta revisión ni la redacción de sus llamados “términos de referencia”.
Dicha redacción estuvo a cargo de un grupo compuesto por Estados Unidos, Brasil, la propia Secretaría de la OPS y Canadá, este último actuando como mediador entre las partes. Para colmo de las arbitrariedades, todo este proceso de revisión se realiza con cargo al presupuesto ordinario de la OPS.
Sin mandato alguno, se contrató a una firma de abogados estadounidense que en 180 días debe emitir una evaluación ajustada y, por tanto, predeterminada conforme a los “términos de referencia” que el selecto grupo dirigido por Estados Unidos ya definió.
Nadie con un sentido básico de honestidad, con un conocimiento de los propósitos y de la conducta del Gobierno de Estados Unidos, o con un mínimo de sentido común puede dudar de que se está ante un ataque frontal contra el multilateralismo, de una burda manipulación con fines políticos de la OPS y de una extensión de la agresión contra Cuba.
Tras la denuncia de esta maniobra por el ministro de Salud Pública José Angel Portal Miranda en el 58 Consejo Directivo de la OPS, el 28 de septiembre, se demostró en las intervenciones de representantes del Departamento de Estado que el Gobierno de Estados Unidos está detrás de las presiones contra la organización, contra los programas de cooperación de Cuba con Estados miembros de la región y de la llamada “revisión externa” al Programa Más Médicos para Brasil.
Estados Unidos fue más lejos al oponerse a la elección de Cuba como miembro del Comité Ejecutivo de la OPS, acción que fracasó ante el respaldo unánime que recibió la candidatura de Cuba. Durante las sesiones del Consejo, varios países reconocieron y agradecieron la solidaridad y la cooperación del personal cubano de la salud en el enfrentamiento a la COVID-19.
El Ministerio de Relaciones Exteriores denuncia que se prepara una evaluación espuria y mendaz promovida por y para los propósitos agresivos de Estados Unidos en su afán por desacreditar la cooperación internacional de Cuba.
Resulta lamentable que mediante esta nueva maniobra, el Gobierno de Estados Unidos intente dañar las relaciones de Cuba con la OPS, que han descansado históricamente en la cooperación, el respeto, la identificación común de metas y valores humanistas y el empeño en garantizar servicios de salud de calidad a la población. Sobre esas premisas, se ha construido una relación de la que Cuba se ha sentido orgullosa.
El Ministerio ratifica el firme compromiso de Cuba con el desarrollo y sostenibilidad de su sistema de salud para beneficio del pueblo cubano y de la cooperación con los pueblos de la región y de otras partes del mundo.
Cuenta con la capacidad para hacerlo, construida con esfuerzos propios. Es una realidad que nadie puede cambiar.
El acceso a la salud es un derecho humano y Estados Unidos comete un crimen cuando se propone privar a millones de personas de ese derecho inalienable.
Conforme se expresó en la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores del 5 de diciembre de 2019, es inmoral e inaceptable que se cuestione la dignidad, la profesionalidad y el altruismo de los más de 400 000 colaboradores cubanos de la salud que, en 56 años, han cumplido misiones en 164 naciones.
El recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, cuyos efectos son particularmente devastadores en el contexto de la pandemia de la COVID-19, no ha podido ni podrá impedir que nuestro país comparta sus escasos recursos con otros pueblos del mundo que lo necesitan.
Además de enfrentar la pandemia en Cuba, y guiado por la vocación solidaria y humanista de nuestro pueblo, el país ha reforzado su cooperación médica internacional con el envío de más de 3 800 colaboradores organizados en 52 brigadas médicas a 39 países y territorios afectados por la enfermedad, quienes se sumaron a los que ya prestaban servicios en 59 Estados antes de la pandemia.
Como expresó el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, en su reflexión del 2 de octubre de 2014, titulada “La hora del deber”, “el personal médico que marcha a cualquier punto para salvar vidas, aun a riesgo de perder la suya, es el mayor ejemplo de solidaridad que puede ofrecer el ser humano”.
La Habana, 30 de septiembre de 2020
Fuente: CubaMinrex