La Alternativa Socialista ha recibido con asombro la noticia del apoyo que el sistema de Naciones Unidas en Haití piensa aportar al proceso electoral iniciado por el poder instituído.  El asombro no viene tanto por la posición adoptada por la BINUH, pues no es la primera vez que el Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas adopta una posición sesgada y ciega a favor del régimen del PHTK (partido neoduvalierista de M. Martelly y J.Moise), en detrimento de los intereses de nuestro pueblo y de las reglas mínimas de la diplomacia. Sin embargo, podemos decir que es la primera vez que hace gala de tanta irresponsabilidad y de tanta falta de respeto.

Todos sabemos, y el Representante Especial también lo sabe, que este Consejo Electoral Provisorio lleva la marca de una falta de legitimidad absoluta, dadas las circunstancias y condiciones que rodearon su creación. Además, también está viciado de ilegalidad, porque sus miembros nunca han podido prestar juramento ante el Tribunal de Casación, ante la ley. Peor aún, el Tribunal Superior de Cuentas y de lo Contencioso-Administrativo acaba de publicar un comunicado en el que indica claramente al Consejo Electoral Provisorio, que no recibirá ninguna solicitud de esta institución que él considere ilegal.

 La Alternativa Socialista desea que los países miembros tomen nota de la actuación del Representante Especial, que está involucrando a la organización en una operación claramente ilegal.

La Alternativa Socialista cree que esta decisión engendrará aún más autoritarismo entre la camarilla gobernante, que así multiplicará por diez sus actos criminales y reforzará su sensación de impunidad. Actividades criminales que las propias Naciones Unidas han denunciado en un informe sobre la masacre de La Saline perpetrada el 13 de noviembre de 2018. Digamos de paso que los Estados Unidos también los conoce, y tanto, que las autoridades norteamericanas han cancelado ya los visados de tres miembros del gobierno que participaron en esta masacre.

Más que un acto irresponsable, la decisión de la BINUH se emparenta más bien con un acto de complicidad. El Sr. Jovenel Moïse insinuó y demostró que no retrocedería ante ninguna forma de violencia para tratar de aferrarse, más allá del 7 de febrero de 2021, a lo que parece quedar del poder. Sus aliados no han dejado de agitar el espectro de la guerra civil. Recordemos que para que haya guerra debe haber dos o más bandos armados, por igual o no. Ese no es el caso hoy en día en Haití. Hay, por un lado, un pueblo sediento de democracia y libertad y deseoso de que se respeten sus derechos constitucionales y, por otro, un poder que quiere a toda costa utilizar la violencia policial y parapolicial y las bandas armadas para avanzar en su proyecto de dictadura.

El Representante Especial ya ha mostrado en muchas ocasiones su irresponsabilidad y su flagrante parcialidad a favor del régimen  neoduvalierista del partido PHTK. No sabemos qué convicción o interés la empuja hacia tanta ceguera.

La Alternativa Socialista quiere recordar a las Naciones Unidas que este poder se está preparando para llevar a cabo, contra la población, la violencia más extrema. Las Naciones Unidas ya han sido directamente responsables de la muerte de decenas de miles de compatriotas por la epidemia de cólera.

 LA ONU no puede ahora, como en Ruanda, invocar la ignorancia de los hechos y convertirse en cómplice de los crímenes del gobierno.

Por la Alternativa Socialista

Dr. Jean Hénold BUTEAU

Portavoz

 

Por REDH-Cuba

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